miércoles, diciembre 26, 2007

Las abuelas

Esta carta forma parte de un libro inédito que reúne las misivas de A’ida, una farmacéutica, a Xavier, encarcelado por defender sus ideas

John Berger



Mi guapo:

Esta noche escuchas en tu celda mis palabras mientras escribo. Estoy sentada en la cama. Tengo el cuaderno en las rodillas.

Si cierro los ojos veo tus orejas, la izquierda sobresale un poco más que la derecha. Mi mejor amiga en la escuela alegaba que las orejas de los humanos son como diccionarios y que, si sabes cómo, puedes buscar palabras en ellas. Límpido, por ejemplo. Límpido.

No voy a mandarte esta carta, pero quiero decirte lo que hicimos el otro día. Tal vez no la leas hasta que ambos estemos muertos. No, los muertos no leen. Los muertos son lo que permanece de lo que alguna vez fue escrito. Mucho de lo escrito queda reducido a cenizas, pero los muertos están todos ahí, en las palabras que se quedan.

Sonó mi teléfono móvil y era la voz entrecortada de Yasmina –los pinzones chirrían así, veloces, cuando su árbol está en riesgo– para decirme que en el distrito de Abor un Apache sobrevolaba en círculos la vieja fábrica de tabaco, donde siete de nosotros se escondían, y que las vecinas –y también otras mujeres– se preparaban para formar un escudo humano en torno a la fábrica y sobre el techo, para evitar que los cañonearan. Le dije que ahí estaría.

Colgué el teléfono y me quedé quieta, y no obstante era como si corriera. El aire fresco me golpeaba la frente. Algo propio de mí –pero no mi cuerpo, tal vez mi nombre A’ida– corría, hacía virajes repentinos, se remontaba o hundía en los desniveles volviéndose imposible de avistar o que le apuntaran. Tal vez un pájaro liberado tiene esta sensación. Una especie de limpidez.

Para el momento en que llegué, ya se habían instalado en el techo plano veinte mujeres, y agitaban sus pañoletas blancas. La fábrica tiene tres pisos –como tu prisión. En la planta baja, hileras de mujeres, de espaldas a los muros, rodeaban todo el edificio. Aún no se avistaban tanques, jeeps o Hummers. Así que anduve desde el camino cruzando el erial para juntarme con ellas. Reconocí a algunas mujeres y a otras no. Nos tocábamos y nos mirábamos en silencio, entre nosotras, confirmando lo que compartíamos, lo que teníamos en común. Nuestra única salida era convertirnos en un solo cuerpo todo el tiempo que nos mantuviéramos plantadas ahí, negadas a movernos.

Oímos regresar el Apache. Volaba despacio y muy bajo para amedrentarnos y observarnos, y su rotor de cuatro hojas chantajeaba las corrientes para mantenerse en el aire. Escuchamos el familiar retumbo del Apache –el retumbo de ellos al decidir y el de nosotras al correr buscando refugio para escondernos– pero no esta vez. Podíamos ver los dos misiles Hellfire alojados en sus sobacos. Podíamos ver al piloto y a su artillero. Podíamos ver sus diminutas armas apuntándonos.

Frente a la derruida montaña, frente a la fábrica abandonada que fuera utilizada como hospital provisional durante la epidemia de disentería de hace cuatro años, algunas de nosotras estábamos prontas a morir. Cada una de nosotras, pienso, tenía miedo, pero no por ella misma.

Otras mujeres se apuraban a bajar el sendero zigzagueante desde las alturas del monte Abor. Está muy empinado por ahí, ¿te acuerdas? –y no podían ver el helicóptero. Se sujetaban unas de otras y reían con nerviosismo. Era extraño oír su risa junto al zumbar rugiente del Apache. Miré la línea entera de mis compañeras, en particular sus frentes, y quedé convencida de que algunas sentían algo parecido a lo que yo había sentido.

Sus frentes eran límpidas. Cuando las rezagadas que llegaban del monte Abor nos alcanzaron, se ajustaron la ropa y las abrazamos cálida y solemnemente.

Mientras más seamos, el blanco que formemos será mayor, y mientras más grande sea el blanco, más fuertes seremos. Una lógica extraña y límpida. Cada una de nosotras tenía miedo pero no por ella misma.

El Apache oscilaba sobre el techo de la fábrica, tres pisos arriba, estacionario en el cielo pero nunca quieto. Una a otra nos tomamos las manos y de cuando en cuando repetíamos los nombres de todas. Yo me tomaba de las manos con Koto y Miriam. Koto tenía diecinueve años y unos dientes muy blancos. Miriam era una viuda entrada en los cincuenta y a su marido lo habían asesinado hacía veinte años. Les cambié los nombres aunque no vaya a enviarte esta carta.

En ese momento escuchamos que por la calle se aproximaban los tanques. Cuatro de ellos. Koto me acariciaba una de las muñecas con sus dedos. Oímos la voz de los altoparlantes anunciar toque de queda y ordenarle a todos dispersarse y mantenerse en interiores. Del otro lado del erial la calle estaba atiborrada, y descubrí a algunos camarógrafos. Unos cuantos decigramos a nuestro favor.

Ahora los inmensos tanques arremetían rápido contra nosotras, y las torretas giraban para seleccionar el objetivo exacto.

El miedo que provocan los sonidos es el más difícil de controlar. El traqueteo de sus orugas al aplastar con forcejeos todo lo que atropellaban, el rugido de sus motores torciéndose al ejercer succión, los altoparlantes que nos ordenaban dispersarnos –los tres crecían y crecían, hasta que los tanques hicieron alto alineados frente a nosotros, a doce metros de distancia, con las bocas de sus cañones 105 mm. todavía más cerca. No nos apretujamos, nos mantuvimos separadas, sólo nuestras manos se tocaban. Un comandante que emergió de la escotilla del primer tanque nos informó, hablando mal nuestro idioma, que ahora seríamos forzadas a dispersarnos.



¿Sabes cuánto cuesta un Apache? Eso le pregunté a Koto, desde la comisura de los labios. Negó con la cabeza. Cincuenta millones de dólares, le dije entre dientes. Miriam me besó en la mejilla. Yo estaba alerta de que empujaran la puerta trasera de uno de los tanques y que emergieran los soldados, brincaran a tierra y nos arrasaran. No les habría tomado más de un minuto. Y no ocurrió. En vez de eso, los tanques se dieron vuelta y enfilados uno tras otro, dejando unos veinte metros entre ellos, comenzaron a envolver nuestro círculo.

No lo pensé entonces, mi guapo, pero ahora que te escribo en mitad de la noche, pienso en Herodoto. Herodoto de Halicarnaso, quien fue el primero que escribió relatos de tiranos que se hicieron sordos a todos los dioses por el estruendo de sus propias máquinas.

No habríamos podido resistir a los soldados si nos hubieran arrollado. Conforme nos rodeaban, los tanques se aproximaban deliberadamente –con lentitud apretaban la soga alrededor nuestro.

¿Tú sabes cómo es que una gata mide su salto, la distancia que le espera, hasta aterrizar en sus cuatro patas juntas en los cuatro puntos donde ella lo calculó? Pues esto es lo que cada una de nosotras tuvo que hacer: medir, pero no la distancia de un brinco, sino su opuesto –el monto preciso de voluntad necesaria para tomar la aterradora decisión de mantenernos, de no hacer nada, pese al miedo. Nada. Si subestimábamos la voluntad necesaria, tal vez rompiéramos la línea corriendo antes de darnos cuenta de lo que hacíamos. El miedo era constante pero fluctuaba. Si lo sobrestimábamos, habríamos estado exhaustas e inútiles antes de que todo terminara y las otras hubieran tenido que apalancarnos. Nuestras manos enlazadas ayudaban, pues nos hacían calcular la energía que cruzaba de mano en mano.

Cuando los tanques circundaron la fábrica la primera vez, no estaban a más de un brazo de distancia de nosotras. Por entre las ventilas cubiertas de malla podíamos ver sus cascos, sus ojos, sus manos enguantadas.

Lo más aterrador de todo era su blindaje, ¡visto tan de cerca! Cuando pasaba cada tanque era esta superficie, la más impermeable creada por el hombre, lo que no podíamos evitar ver incluso cuando cantábamos (y para entonces habíamos comenzado a cantar): sus remaches ciegos, su textura como de piel de animal pues nunca brilla, su dureza de granito y su color de caca, el color no de un mineral sino de la putrefacción. Era contra esta superficie que suponíamos nos iban a aplastar. Y frente a esta superficie debíamos decidir, segundo tras segundo, no movernos, no retirarnos.

Mi hermano, dijo Koto, mi hermano dice que cualquier tanque puede destruirse si uno encuentra el sitio preciso en el momento preciso.

¿Cómo logramos –las trescientos de nosotras– mantenernos firmes como lo hicimos? Las bandas de oruga estaban ahora a unos cuantos centímetros de nuestras sandalias. No nos movimos. Seguimos tomadas de las manos y cantando entre nosotras con nuestras voces de viejas. Porque fue esto lo que ocurrió y es por eso que pudimos hacer lo que hicimos. No habíamos envejecido, simplemente éramos ancianas, teníamos como mil años de edad.

El prolongado tableteo de una ametralladora en la calle. Posicionadas como estábamos, propiamente no pudimos ver lo que ocurría, así que hicimos señas a nuestras viejas hermanas en el techo, que podían ver mejor que nosotras. El Apache se mecía amenazador sobre ellas. Nos devolvieron las señas y entendimos que una patrulla había disparado a unas figuras que corrían. Muy pronto escuchamos el ulular de una sirena.

La succión del siguiente tanque que nos confinaba, también nos encrespaba e hinchaba la falda. No hagan nada. Ni nos meneamos. Estábamos aterradas. Y en nuestras agudas y estridentes voces de abuelas, cantamos –¡aquí nos vamos a quedar! No teníamos arma alguna excepto nuestro útero maltrecho.

Así estuvo.

Entonces un tanque –no creímos de inmediato lo que veían nuestros ojos apagados– dejó de formar el círculo y se enfiló a cruzar el erial, seguido por el siguiente y el siguiente y el siguiente. Las ancianas del techo vitorearon, y nosotras, todavía con las manos cogidas, pero ahora silenciosas, comenzamos a dar pasos laterales hacia la izquierda de tal modo que lenta, muy lentamente, como correspondía a nuestros años, dimos vuelta a la fábrica.

Más o menos una hora después, los siete nuestros estuvieron listos para escabullirse. Nosotras, sus abuelas, nos dispersamos, recordando cómo había sido ser jóvenes y luego hacernos jóvenes.

Hay tanta diferencia entre la esperanza y la expectativa de algo.

Al principio pensaba que era una cuestión de duración, y que la esperanza era el aguardar algo mucho más allá. Pero no. Me equivocaba. La expectativa pertenece al cuerpo, mientras la esperanza pertenece al alma. Ésa es la diferencia. Las dos conversan y se excitan o consuelan una a otra, pero el sueño de una y de otra son diferentes. He aprendido algo más. La expectativa de un cuerpo puede durar tanto como cualquier esperanza.

Como mi cuerpo, que espera el tuyo. Mientras tenga vida, soy tuya, mi guapo.

A’ida

Traducción: Ramón Vera Herrera

martes, diciembre 11, 2007

REPRESION A NORMALISTAS EN GUERRERO



La Jornada

La PFP desalojó violentamente a estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa que tomaron la caseta de cobro de la Autopista del Sol en La Venta, a la entrada de Acapulco, para exigir más plazas de maestros. Los agentes detuvieron a 56 jóvenes –que además cerraron el acceso a esa vía– y los trasladaron a la delegación de la PGR en el puerto. Un normalista que quiso huir fue arrastrado por un autobús, lo que le provocó lesiones severas. A su vez, tres fotógrafos de medios locales fueron golpeados y a uno le rompieron la cámara Foto

jueves, noviembre 15, 2007

1er.INFORME DEL GOBIERNO LEGITIMO



¡¡¡ ASISTE AL ZOCALO EL DOMINGO 18 DE NOVIEMBRE !!!

Las mentiras de Fox



Mario Di Costanzo*

Vicente Fox mintió como candidato, mintió como presidente y ahora miente como expresidente, por lo que debe ser juzgado por el delito de traición a la patria y por violaciones a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos, pues cobró dos veces (2005 y 2006) el Seguro de Separación Individualizado.

Vicente Fox debe ser juzgado no sólo por enriquecimiento ilícito, sino por negligencia, perjurio y traición a la patria, ya que de las declaraciones patrimoniales del ahora expresidente, se observa que no sólo engaño a los mexicanos como candidato: también como presidente de la República falseó sus declaraciones patrimoniales aun y cuando éstas se hicieron “bajo protesta de decir verdad”, ya que además del desmesurado incremento en su patrimonio, se observan acciones que de por sí constituyen delitos de orden administrativo y penal.


Fox el candidato (1999)

En octubre de 1999 se informó que, de acuerdo con información proporcionada por Enrique Vilatela, en ese entonces director general de Bancomex, la familia Fox tenía un adeudo por 3 millones 121 mil dólares, misma que ese banco le reestructuró para quedar en 440 mil dólares, es decir sólo el 14 por ciento de lo que recibieron.

Adicionalmente se señaló que los adeudos totales que la familia Fox tenía con seis bancos, ascendían a 12 millones 198 mil dólares, de los cuáles 5 millones 211 mil dólares se encontraban en el Fobaproa. Fue entonces cuando Cristóbal Fox reconoció que lo anterior era cierto, sin embargo “Vicente había tomado la decisión de retirarse de las empresas dónde detentaba el 20 por ciento de las acciones”.

Lo anterior fue lo que originó que el 5 de junio del 2000, cuando Vicente Fox era aún candidato, su apellido apareció en una lista de más de 700 personas y empresas que figuraban en un anexo del Acta de Entrega del Fobaproa al IPAB y que estaban denominados como "activos" originadores de “flujos” en el Programa de Capitalización y Compra de Cartera.

A consecuencia de ello, diputados federales del PRD enviaron una carta solicitando a Vicente Corta, quien ese entonces se desempeñaba como secretario ejecutivo del IPAB, la ampliación de la información proporcionada por dicho instituto entorno a las listas en las que figuran, entre otros muchos, los apellidos de los candidatos a la Presidencia de la República por parte del PRI y del PAN.


A partir de entonces, el candidato panista publicó sus declaraciones patrimoniales y señaló públicamente que ya no era accionista de las empresas de su familia y que si tenía algún crédito en Fobaproa, lo desconocía.

Evidentemente, Vicente Fox mintió en sus afirmaciones por las siguientes razones:

1. Las operaciones del Programa de Capitalización y Compra Cartera fueron realizadas principalmente durante 1995, 1996 y 1997, debido a que, como su nombre lo indica, fue un intento desesperado de las autoridades para capitalizar a los bancos que a la postre quebraron.

2. Vicente Fox sabía que estaba el Fobaproa. Él fue socio de las empresas entre 1995 y 1997.

3. Aún más, si una parte de los créditos recibidos por la familia Fox, tal y como lo aceptó su hermano (5 millones 211 mil dólares), estaban en Fobaproa, y a decir de Cristóbal Fox el Grupo Fox fue víctima también de la crisis, como muchas empresas nacionales, ¿por qué Vicente Fox declaró públicamente que durante 1995, 1996 y 1997 recibió casi un millón de pesos como participación de utilidades del grupo al que pertenecía y que fue víctima de la crisis?

4. Si Vicente Fox recibió durante esos tres años un millón de pesos y detentaba el 20 por ciento del Grupo Fox, implica que éste obtuvo utilidades durante esos tres años por alrededor de 5 millones de pesos, y sin embargo dejó de pagar para que su deuda fuera absorbida por el Fobaproa.

5. Sin embargo, Cristóbal y Vicente Fox señalaron en su momento que para 1999 el candidato panista ya no forma parte del grupo, pero Vicente Fox estableció, en su declaración patrimonial, que para 1998 y 1999 recibió aproximadamente 108 mil pesos, producto de regalías, intereses y dividendos.

6. Cabe recordar que, de acuerdo con los principios básicos de contabilidad, los dividendos son “las cuotas que al distribuir las ganancias de una compañía por acciones, corresponde a cada acción”.

Fox como presidente

Declaración Patrimonial del 2001:

En su declaración patrimonial de 2001, ya como presidente de la República , Vicente Fox declaró ingresos adicionales por 60 mil pesos, provenientes de una “actividad industrial o comercial”.

Es pertinente señalar que resulta ilegal que un presidente de la República tenga alguna actividad comercial o industrial, distinta a la de gobernar un país, más aun cuando el derecho público establece que la autoridad sólo puede hacer aquello que expresamente le marca la ley, mientras que el artículo 89 de la Constitución Política no le otorga facultades al presidente para tener actividades industriales o comerciales, distintas a las de gobernar al país.

Declaración Patrimonial de 2002:

En su declaración patrimonial del 2002, Vicente Fox vuelve a reportar ingresos por su participación en la empresa llamada “El Cerrito”, lo que vuelve a constituir una grave falta, según la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos,

Más aún, él reportó en ese año un ingreso adicional de 572 mil 531 pesos por concepto de “seguro de ahorro”, cabe destacar que en el Manual de Percepciones o Clasificación del Gasto Público no existe ningún concepto relativo al “seguro de ahorro” y ninguna aseguradora comercial vende un “seguro de ahorro”.


El artículo 8 de la Constitución dice que todo servidor público tendrá las siguientes obligaciones:

“XI. Excusarse de intervenir, por motivo de su encargo, en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquéllos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos o por afinidad hasta el cuarto grado, o parientes civiles, o para terceros con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que el servidor público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte.”

Cabe destacar que esta violación de ley se repite en virtud de que Fox mantiene su participación en empresas hasta 2004.


Declaración Patrimonial de 2003:

En su declaración patrimonial de 2003, Vicente Fox no reportó sus ingresos de manera ilegal; si se revisa la declaración patrimonial entregada a la Secretaría de la Función Pública , se observa que no se encuentran reportados sus ingresos de ese año, lo que constituye una violación a la ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos.


Declaración Patrimonial de 2004:

En su declaración patrimonial de 2004, Vicente Fox reportó ingresos por casi 3 millones de pesos, provenientes del reembolso de su participación en la empresa “El Cerrito” y “otros” ingresos por 691 mil 328 pesos, de los cuales no explica su procedencia.

Lo anterior implica que realmente fue hasta 2004 cuando Fox dejó de participar ilegalmente (según la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos) en esta empresa.


Declaración Patrimonial de 2005:

En su declaración patrimonial de 2005, Fox reportó ingresos provenientes del Seguro de Separación Individualizado de los Servidores Públicos (el mismo que López Obrador ha pedido que desaparezca) por 290 mil 539 pesos; lo verdaderamente absurdo e ilegal, es que Vicente Fox no se separó de “ningún encargo”, pues continuó como “funcionario público” un año más.


Declaración Patrimonial de 2006:

En su declaración patrimonial de 2006, Fox volvió a reportar ingresos provenientes del Seguro de Separación Individualizado de los Servidores Públicos, pero esta vez ascendieron a 267 mil 295 pesos, lo que sugiere que cobró esta prestación (“prebenda”) dos veces y esto constituye otra grave ilegalidad.

martes, octubre 16, 2007

Confieren a Doris Lessing el Nobel de Literatura 2007



* La escritora británica es la undécima mujer en conseguir el máximo galardón de las letras

* Con escepticismo, pasión y fuerza visionaria explora una civilización fragmentaria, pondera el jurado

* La autora de El sueño más dulce cumplirá 88 años, el lunes 22 de octubre

La sorpresa y la polémica enmarcaron ayer el anuncio del otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a la escritora británica Doris Lessing, quien, inclusive, desde hace años se descartó para recibir esta distinción porque creía que el establishment de su país nunca le perdonaría su “flirteo” con el comunismo en los años de posguerra ni sus potentes puntos de vista sobre feminismo y política.

La Academia Sueca, en una de las decisiones “más reflexionadas” que haya tomado jamás, galardonó a la autora de El sueño más dulce (2002), por ser “una narradora épica de la experiencia femenina, que se propuso analizar con escepticismo, pasión y fuerza visionaria una civilización fragmentaria”.

La escritora recibió la noticia cuando se encontraba de compras por las calles de Londres. Al llegar a su casa en taxi, vestida con una vieja falda y una chaqueta desteñida, fue abordada por decenas de periodistas a los cuales respondió alegre e irreverente: “Este premio se suma a todos los malditos premios que me han dado durante 30 años”.

Llevaba en los brazos un ramo de flores y una tarjeta. Se mostró, como siempre, lúcida y combativa, al sentarse a conversar con los medios en los escalones de la entrada de su modesta casa.

Con una sonrisa que no la abandonaba, por momentos parecía que las lágrimas surcarían las incontables arrugas de su rostro. Luego, pidió un trago de ginebra y agua tónica, que inclusive hizo oler a uno de los reporteros para que comprobara que no se trataba de “agua insípida”.

Escalera real

Doris Lessing, quien cumplirá 88 años el 22 de octubre, dijo que el Nobel es “es una escalera real”. En declaraciones a la BBC, la escritora reiteró que estaba muy contenta porque el premio llegó antes de morirse.

“No le pueden dar el Nobel a un muerto, así que creo que probablemente pensaron que era mejor que me lo dieran. Y ahora, va a haber un montón de flores y discursos”, agregó.

La galardonada con el Nobel 2007 –quien fue militante del Partido Comunista británico del que se separó en 1956 tras la represión de la rebelión húngara– ha sido comparada frecuentemente con la francesa Simone de Beauvoir por sus ideas feministas.

El cuaderno dorado (1962) es su obra emblemática. En este libro narra, en forma de diario íntimo, la historia de una escritora de éxito. En contra de la voluntad de la autora, este relato se convirtió en una biblia para las feministas a las que ella misma, sin embargo, ha criticado con severidad.

Cuando Lessing se mudó a Londres hace unos años dejó atrás a dos maridos y abandonó dos hijos. En varias de sus entrevistas ha dicho que nunca le interesó ser un icono del movimiento feminista, el cual ha producido, según ella, “algunas de las personas menos autocríticas que jamás he visto.

“Es hora de que nos preguntemos quiénes son en realidad esas mujeres que constantemente denigran a los hombres. Las mujeres más tontas, más ignorantes y más horribles pueden criticar a los hombres más entrañables, amables e inteligentes, y nadie dice nada. Los hombres parecen estar tan intimidados que ya no se defienden. Pero deberían hacerlo.”

Militante contra el apartheid

Ayer, ante la prensa internacional, Doris recordó que en la década de los 60, la Academia Sueca envió a uno de sus subordinados para decirle que ella no le gustaba a la jerarquía del premio Nobel y que nunca lo iba a obtener.

“Ahora quisieron dármelo a mí. ¿Por qué les gusto más ahora que entonces? Ellos no le pueden dar el Nobel a alguien que está muerto, por tanto, creo que probablemente pensaron que era mejor dármelo ahora antes de que me escape.

“Ellos cambiaron. Mi obra no. No sé por qué se les ablandaron sus corazones. Lo gané y será muy lindo”, dijo la undécima mujer en recibir el preciado galardón desde que éste se instituyó, en 1901.

Tal vez por el hecho sui generis de haber nacido en Irán, de padres británicos y haberse criado en el continente africano, Doris Lessing decidió plasmar en su literatura tanto los lugares fantásticos que pueblan su mente, como sus convicciones políticas y sociales: la lucha contra el apartheid, el anticolonialismo y la crítica de la vida tradicional británica, entre otros asuntos.

Nació el 22 de octubre de 1919 en Kermanshah, Persia (actual Irán), donde su padre, el oficial colonial británico Alfred Cook Taylor trabajaba para el banco de aquel país. Cuando cumplió tres años, su familia se instaló en Rhodesia del Sur, actualmente Zimbabwe.

Su madre, una enfermera de familia escocesa e irlandesa, se encargó de que a su hija nunca le faltaran libros infantiles, para que no se aburriera.

Básicamente, Doris fue autodidacta, dejó una escuela religiosa a los 13 años porque no se adaptó a ese estilo de enseñanza, y se puso a trabajar como niñera y recepcionista.

En 1939 se casó con Frank Charles Wisdom, y se divorció en 1942; dos años después contrajo matrimonio con Gottfried Lessing, un inmigrante judío alemán.

Luego se separó de Gottfried, cuyo apellido mantuvo, aduciendo que “el matrimonio es un estado que no me conviene”, pero tuvieron un hijo, Peter, con quien vive en las afueras de Londres.

La primera novela que publicó, Cantar la hierba (1950), tuvo tal éxito que le permitió dejar su empleo de secretaria. Se trata de una crítica a las políticas de segregación racial en Rhodesia, país que había dejado un año antes para radicar en Londres, donde escribió una serie de relatos autobiográficos.

Fue integrante del Partido Comunista Británico hasta la llegada de los soviéticos a Hungría. No obstante, confiesa ya no sentir simpatía por algún movimiento político.

Luego de que su libro El cuaderno dorado se convirtió en un clásico del feminismo, los intereses de Lessing se enfocaron al misticismo, debido a la influencia del maestro sufí Idres Shah, quien sostiene que la evolución de la consciencia individual está conectada con la evolución de la sociedad.

Defensora apasionada de la libertad

A partir de 1979 Doris abordó el tema en una serie de ciencia ficción: Canopus in Aarhus: Archives. Más allá del género, pero siempre con la interrogante acerca de la existencia de otros mundos, escribió Los matrimonios entre las zonas tres, cuatro y cinco (1980) y El experimento sirio (1981).

En 1995 publicó el primer tomo de su autobiografía, Dentro de mí, aunque desde antes se había colado a la selecta lista de aspirantes al Nobel.

Al comenzar el año 2000 atacó al régimen dictatorial de Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe, por lo que fue declarada “indeseable” en aquel país.

Lessing nunca calla cuando denuncia u opina acerca de lo que le parece incorrecto. Hace unos meses calificó a Benedicto XVI de “un poco estúpido”, luego de que el pontífice dijo que Mahoma sólo trajo al mundo cosas malas e inhumanas porque pretendía extender su credo con la espada. Lessing sostuvo que “el Papa ha sido un poco estúpido al decir esto. No ayudó a nadie. Él no es un político”.

La escritora también se ha interesado por Afganistán, desde el comienzo de la guerra de Estados Unidos con ese país. En los años 80 publicó un libro en el que relata las condiciones de vida del pueblo afgano: El viento se llevará nuestras palabras.

Ha tildado de “sanguinario” al presidente George W. Bush por los, a su parecer, innecesarios bombardeos sobre ese país, y luego de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, expresó: “El mundo se enfrenta a una guerra larga que no puede tener un final fácil”.

La también dramaturga ganó en 2001 el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y el jurado de ese galardón la definió como una “apasionada luchadora por la libertad”.
El premio Nobel, dotado con cerca de 10.8 millones de euros, sorprendió a Lessing, como siempre, escribiendo. Su novela más reciente, La grieta (que se publicará en español a fin de año) presenta un mundo mítico, habitado sólo por mujeres.

“Adoro contar historias”, dijo Lessing ayer a manera de rúbrica y promesa de que hasta el último aliento permanecerá fiel a su compromiso con las letras.

viernes, septiembre 21, 2007

LOS CONCESIONARIOS DE LAS ESTACIONES DE RADIO Y TELEVISIÓN Y SUS EMPLEADOS.....

NO DEFIENDEN A LA DEMOCRACIA

NO DEFIENDEN LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

NO DEFIENDEN LA AUTONOMÍA DEL IFE

NO SON VOCEROS DE LOS CIUDADANOS INDEPENDIENTES
SOLO DEFIENDEN:

· SUS INTERESES Y SUS GANANCIAS

· SU CONTROL SOBRE LO QUE SE DICE y DIFUNDE EN LOS MEDIOS ELECTRÓNICOS

· SU PODER PARA DECIDIR QUIEN NOS GOBIERNA COLOCANDO A SUS EMPLEADOS COMO SENADORES Y DIPUTADOS

· ELLOS SON LOS QUE HAN NEGADO LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN A VOCES DISTINTAS A LAS SUYAS

· SE HAN OPUESTO AL FUNCIONAMIENTO DE LAS RADIOS COMUNITARIAS Y DE LOS MEDIOS PÚBLICOS

· SE NIEGAN A REDUCIR EL COSTO DE LAS CAMPAÑAS ELECTORALES OPONIÉNDOSE A LA DECISIÓN DEL CONGRESO DE LIMITAR LA TRANSMISIÓN DE ÉSTAS SÓLO A LOS TIEMPOS OFICIALES


· ELLOS QUIEREN SEGUIR BENEFICIÁNDOSE DE CAMPAÑAS ELECTORALES COSTOSAS E INÚTILES

· SE OPONEN A LA COMPETENCIA EN LOS MEDIOS ELECTRÓNICOS, NEGÁNDOSE AL OTORGAMIENTO DE CONCESIONES A OTRAS EMPRESAS

· ELLOS SON LOS QUE LOGRARON PASAR LA LEY TELEVISA/AZTECA EN 7 MINUTOS EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS Y SE QUEJAN DE QUE LA REFORMA ELECTORAL SE HIZO CON APRESURAMIENTO

QUE NO NOS ENGAÑEN MEDIANTE SU CAPACIDAD PARA DIFUNDIR SU VERDAD A TRAVÉS DE SUS MENTIRAS

DEFENDAMOS NUESTROS DERECHOS A:


· TENER DEMOCRACIA EN LOS MEDIOS,
· LIMITAR EL PODER DE SUS DUEÑOS,
· BAJAR EL COSTO DE LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS,
· QUE NUESTROS IMPUESTOS SE USEN PARA BENEFICIO DE TODAS Y TODOS Y NO PARA AUMENTAR LA BOLSA DE LA ARISTOCRACIA MEDIÁTICA

NO LOS APOYEMOS EN EL REFERÉNDUM QUE PRETENDEN PROMOVER PUES ES SÓLO PARA DEFENDER SUS INTERESES Y SU BOLSA


COMITÉ CONCIUDADANO
PARA LA REFORMA ELECTORAL Y
MESA CIUDADANA DE MEDIOS


Reenvía este mensaje a todos tus contactos o al menos a diez personas para que a su vez cada una de ellas lo difunda a otras diez

www.comiteconciudadano.blogspot.com

miércoles, septiembre 19, 2007

15 DE SEPTIEMBRE EN DOS IMAGENES

Estas imágenes nos muestran como el gobierno federal de FElipe CALderon mantiene la celebre política de Carlos Salinas: Ni los veo, ni los oigo. Lo cual incluyó un tercio del Zócalo ocupado por el Estado Mayor Presidencial y el Ejercito y tapar las leyendas y carteles que le pudieran producir incomodidad.



Una gran manta anuncia: ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR PRESIDENTE LEGITIMO DE MÉXICO



El Estado Mayor Presidencial oculta la manta bajo un largo lienzo tricolor

FORUM



OCULTANDO A LOS POBRES Y TODO LO QUE SE VEA FEO

martes, septiembre 11, 2007

Como Apache en Versalles

En los dos o tres programas de Tercer grado que he visto durante los miércoles recientes, el joven periodista Carlos Loret de Mola se ha comportado como auténtico apache en Versalles, como turco en el Vaticano. Cada quien tiene su opinión sobre ese programa, aunque es evidente que muchos lo han identificado como antipejista radical. Pese a ello, antier la participación de Loret fue un espectáculo de contradicción atribuible no sé a qué reposicionamiento izquierdoso del muchacho, a una especie de ímpetu por opinar sin atenerse a la inclinación mayoritaria del programa.
En la emisión del miércoles 5 de septiembre, el pánel tocó tres temas, y en los tres Loret fue demoledor, tanto que por momentos parecía Gerardo Fernández Noroña y no Carlitos Loret de Mola. Cito algunos de sus juicios.
a) Sobre la remoción de los conejeros del IFE: Deben salir, pues es claro que el IFE no hizo bien su chamba y, sin pelos en la lengua, a Ugalde lo impuso Elba Esther.
b) Sobre la censura a Ruth Zavaleta: “Lo que me queda muy claro es que un error técnico no fue (…) hubo allí una decisión de alguien que sabía los alcances de esa decisión. Yo no creo en los ingenuos, y mucho menos cuando estamos hablando de la presidenta del Congreso en un momento álgido (sic) en donde ya se había filtrado que los perredistas se irían. Es decir, alguien sabía qué se iba a decir desde esa tribuna, alguien sabía que la que lo iba a decir era nada más ni nada menos que ella, y alguien tomó esa decisión”.
c) Sobre el mensaje de Calderón del domingo 2 de septiembre: “¿Este es el presidente que hace tres semanas convocó al Congreso para superar lo del informe y entrar en un debate parlamentario? ¿Este es el presidente que la noche anterior convoca al diálogo, convoca a contrapuntar ideas? ¿Este es el presidente que todavía tiene el empacho de decir en su discurso, ese día, en Palacio Nacional, ‘quiero cambiar las formas del informe presidencial’ y está haciendo exactamente lo mismo que han hecho sus antecesores? ¿Esa es la república a la que quiere gobernar Calderón, una república de 23 interrupciones en aplausos? Ese no es el país y espero que lo tenga claro. En el país hay mucho más de lo que estaba sentado allí en Palacio Nacional y que me fascinó la manera en como Alfonso Zárate lo catalogó: los acarreados de cuello blanco; me parece que es exacto (…) El discurso es como son todos los discursos, era salinaslandia, lopezportilandia, foxilandia y ahora calderonlandia”.
Lo publiqué el miércoles, y lo repito hoy: frente al optimismo de quienes ya sacramentaron como estadista a Calderón, la peluda realidad está allí, tan grotesca y envejecida que al contemplarla hasta Loret de Mola parece un Che Guevara con facha de niño popof.

Me traje este articulo de Ruta Norte Coahuila, a quien doy las gracias.

viernes, septiembre 07, 2007

El peor analfabeto es el analfabeto político



No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.

Bertol Brecht

miércoles, septiembre 05, 2007

EL MAPAMUNDI HUMANO


Reflexión acerca del enorme daño que el crecimiento indiscriminado en la poblacion, en el estilo de vida consumista y en la polarizacion de la riqueza le han hecho a la tierra.

Arnoldo Kraus

El crecimiento sin coto, sin pausas, sin derroteros y sin mañana de la especie humana continúa cobrando su cuota. Cada vez parece más claro que en la Tierra nada es gratuito: ni lo que el ser humano hace al ser humano ni lo que el ser humano hace a la Tierra. En ocasiones, no por incapacidad del lenguaje o por falta de imaginación, es menester recurrir a los pleonasmos; la repetición sensibiliza: ¿de qué otra forma se puede recordar al ser humano lo que es y lo que hace si no es nombrándolo?

Es muy probable que algunas de las desmesuras del ser humano se relacionen con la aparición de nuevas enfermedades, como el síndrome de insuficiencia adquirida, la neumonía aviar y las fiebres de Lasa y de Ebola. Lo mismo puede pensarse de la reactivación de algunas infecciones que se creían “más o menos” controladas, como los casos de la tuberculosis o del paludismo; debe también cavilarse acerca del cambio en el panorama de algunas patologías en relación con la creciente y cada vez más brutal desigualdad en la distribución de la riqueza, que ha generado muertes en niños y jóvenes pobres por problemas asociados a su condición, como son la desnutrición, las diarreas y las neumonías. En el mismo rubro se inscribe la tendencia creciente de enfermedades en adultos jóvenes que pertenecen a las clases económicas media y alta, y que padecen y mueren por comer en exceso, o que fallecen o quedan físicamente y/o mentalmente lisiados por accidentes o por consumir drogas en forma excesiva.

Lo que ahora sucede en el globo terráqueo debe leerse bajo la misma óptica. Junto con las nuevas enfermedades, la Tierra empieza a sufrir las lacras producidas por los seres humanos, promotores incansables de desastres naturales. En menos de un mes, y en puntos muy distantes, la Tierra padeció incendios en Grecia (aunque existe la teoría de la conspiración), monzones en India, sismos en Perú y huracanes en el Caribe. Cuatro embates de la naturaleza contra la Tierra en poco tiempo son suficientes para preocuparse por la salud de nuestra casa. Ese crecimiento sin coto y sin pausas, al que me he referido al inicio, seguramente tiene “algo” (“o mucho”) que ver con el resquebrajamiento de la Tierra.

Los epidemiólogos siempre han tratado de encontrar asociaciones entre diversos problemas ambientales, hábitos o conductas y la aparición de diversas enfermedades. Ejemplos obvios, grosso modo, son los obesos ricos que padecen ateroesclerosis –por comer proteínas– y los obesos pobres que tienen diabetes mellitus por comer harinas y beber refrescos. Situaciones menos obvias, pero que tienen que ver con ese crecimiento que no pregunta y, por supuesto, con la riqueza y con la pobreza, son, las asociaciones entre algunos tumores y factores ambientales.

Tres ejemplos: el cáncer de pulmón, además de asociarse al consumo de tabaco, es muy probable que se vincule con la contaminación industrial (en estas páginas, con sorna y sin ella, he escrito, en más de una ocasión, que algún día se describirá el cáncer pulmonar variedad DF); el cáncer de pleura es más frecuente en las personas que trabajan en la industria del asbesto, y, por último, algunos tumores hematológicos son más comunes en los campesinos pobres que trabajan sin protección adecuada y que se exponen a diversos plaguicidas. Esos ejemplos, entre otros, ilustran el daño que proviene del crecimiento desmesurado y la mayor proclividad de las clases pobres para enfermar por trabajar en ocupaciones de alto riesgo o vivir en ambientes inadecuados.

Los epidemiólogos también han demostrado el incremento de la frecuencia de males controlables, como la tuberculosis o el paludismo, en zonas donde el sida continúa diseminándose, sobre todo en Africa. La reactivación de esas viejas patologías se debe a la miseria de los enfermos y a las mermas producidas en el organismo y en la comunidad por el sida.

Atendiendo a las constructivas miradas que ofrece el escepticismo, es evidente que los desastres naturales también cobran sus cuotas: no debe ser el azar la razón de tantos sinsabores en tan poco tiempo. El crecimiento ciego de la tecnología y la sordera de los países ricos no es gratuito. La Tierra cobra lo que se le hace.

Aunque al final la muerte es igual y los muertos son idénticos, en la vida y en el pergeñar por la Tierra las historias de los seres humanos son distintas. No es lo mismo vivir y morir por excesos que vivir y morir por deficiencias. El cambio en el mapamundi de las enfermedades y las modificaciones en los males de la Tierra son secundarios a ese crecimiento sin coto, sin pausas, sin derroteros y sin mañana de la especie humana.

Hunde su propio abogado a Succar; "es un pervertido"

* revela que lo vio en un video porno con dos niñas

* "El muy cínico se hizo el inocente", recuerda Wenceslao Cisneros

* "Una mujer tomó las imágenes; preferí no seguir en el caso"

* Lydia Cacho tiene la razón al acusarlo; ya sabe de esa película


Que esto obligue a las autoridades a ir a fondo, sin contemplaciones para terminar con este mal, que es solapado desde la complicidad del gobierno.

sábado, junio 09, 2007

VII MARCHA POR LA DIGNIDAD Y EL ORGULLO GAY



TE INVITAMOS A ASISTIR, NO SOLO MIEMBOS DE LOS COLECTIVOS LESBICO-GAY, SINO A TODOS QUIENES APOYAMOS LA LIBERTAD DE ELECCION EN TODOS LOS SENTIDOS QUE ESTO IMPLIQUE.

sábado, mayo 26, 2007

Pasta de Conchos: Rescatar la vergüenza que nos queda

Miguel Concha

Hoy se cumplen 15 meses de la tragedia de Pasta de Conchos. Llamada de alarma para recopilar algunos de los hechos más bochornosos en torno a la justicia por ese dramático acontecimiento, y no permitir que permanezca la impunidad, la corrupción y el tráfico de influencias.

El 15 de noviembre de 2006 algunas de las viudas de los mineros sacrificados solicitaron al titular del órgano interno de control de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), acceso al expediente en el que se estaba investigando la responsabilidad de los servidores públicos. El 30 de noviembre se les responde que éste es "confidencial", y que ellas, las viudas, no tienen "interés jurídico".

El 20 de diciembre se promueve un juicio de amparo, y el 23 de enero de 2007 el juez les entrega las mil 365 copias certificadas de la investigación. Sin embargo, ¡oh cumplimiento de las resoluciones judiciales!, el expediente fue entregado incompleto. El mismo juez tuvo que reordenar a la STPS que entregara la documentación faltante. Pocos días antes de que se cumpliera el año de la tragedia, autoridades de la STPS, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del gobierno de Coahuila presionaron y mintieron a las familias para obligarlas a firmar cuanto antes su demanda de pensión por viudez, y por segunda vez el Ministerio Público de ese estado elaboró por su cuenta las actas de defunción de los 63 trabajadores que siguen atrapados en la mina, determinando él mismo las causas de su muerte.

El 28 de febrero de este año el Equipo Nacional de Pastoral Laboral, de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, presentó su primer informe "Por una cuerda de vida para los mineros del carbón. Pasta de Conchos: una tragedia que debió evitarse". En él se explica y prueba lo que familias y trabajadores dijeron siempre: la explosión en Pasta de Conchos no fue un accidente, sino el resultado de la ambición y la negligencia de la empresa Industrial Minera México (IMMSA), la contratista General de Hulla, la STPS, el IMSS, la Secretaría de Economía y el sindicato.

El 16 de marzo de 2007 la Procuraduría General de Justicia de Coahuila solicitó al juez de primera instancia en materia penal del Distrito de Sabinas la consignación de cinco empleados de la empresa, en los que se incluyó al gerente de la mina y al director de IMMSA, responsabilizándolos de obligaciones patronales, aunque, ¡oh vigencia del estado de derecho!, sin ser ellos los patrones. Se les acusa de homicidio culposo, lo que casualmente significa en Coahuila poder salir libre bajo fianza, y aunque el Ministerio Público exigió la "reparación del daño", la empresa, adjudicándose la representación de sus empleados, depositó la formidable cantidad de 180 mil pesos para cada una de las 65 familias. Sin haberse dictado sentencia condenatoria, ¡oh privilegios de la justicia!, y sin haber pisado la cárcel ninguno de los imputados, el expediente se fue al archivo como asunto concluido. Y nuevamente se presiona a las familias, diciéndoles, con base en no se sabe qué disposiciones jurídicas, que tienen un mes para cobrar sus 180 mil pesos, o los pierden. ¡Viva el estado de derecho!



Con fundamento en un dictamen sin valor científico sobre las condiciones de la mina, pagado después por la propia empresa, el pasado miércoles 4 de abril la empresa determinó que se suspendía el rescate de los 63 cuerpos de los trabajadores que continúan atrapados en su mina, y anunció al mes siguiente que dejaría de pagar a las familias el triple salario que se había comprometido a entregar, hasta que las indemnizaciones y pensiones fueran entregadas a las familias. ¿Por qué tanta prisa?

Aparte de ahorrarse lo que para ella no son sino unos cuantos centavos, ¿no estará queriendo ocultar pruebas que esclarezcan su responsabilidad? Entre los documentos que la contraloría interna de la STPS escondió, está la resolución con comparecencia (N.C. 043/06), con motivo del emplazamiento que la Delegación Federal del Trabajo en Coahuila le hizo a IMMSA el 26 de mayo de 2006, y en la que "no se le otorga valor" a las documentales que presentó, porque "fueron elaboradas posteriormente".
Afirma además que "la empresa dejó de observar principios de seguridad e higiene con que debe contar todo centro de trabajo, lo que se considera como faltas graves, al incumplir dispositivos legales de observancia permanente". Califica también como "intencional" su conducta, "porque ha sido reincidente, ya que no dio cumplimiento a las disposiciones de seguridad e higiene que fijan las leyes y sus reglamentos".

Sin embargo, al Consejo de Administración de IMMSA no se le han fincado responsabilidades, y entre junio y diciembre del año 2006 la Secretaría de Economía le entregó cinco nuevas concesiones para la explotación de carbón. En Pasta de Conchos están sepultados, junto con los restos de 63 mineros, sus esposas, madres, padres, hijos, hermanas, abuelos y amigos. Por lo que reiniciar de inmediato el rescate de los restos de los trabajadores sepultados en Pasta de Conchos, significa rescatar lo que de vergüenza nos queda.

Rubén Jaramillo: el Muerto Incómodo


Tanalís Padilla*

Hace 45 años, el 23 de mayo, elementos del Ejército rodearon la casa de Rubén Jaramillo en Tlaquiltenango, Morelos. Secuestraron al líder agrario, a su mujer Epifania Zúñiga y a sus tres hijos Enrique, Filemón y Ricardo. Unas horas más tarde sus cuerpos fueron hallados en Xochicalco. Mientras que la represión en el campo no era nada nuevo, este operativo, llevado a cabo en pleno día, contra una familia entera, para acribillar a un líder campesino que tres años antes había sido amnistiado, causó un fuerte impacto. Tanto así, que la historia de su muerte ha sido más recordada que el movimiento que encabezó; una lucha que duró casi dos décadas y media y representa un vínculo esencial entra la lucha agraria de la Revolución y las movilizaciones campesinas que marcaron el siglo XX.

Su origen en la tierra de Zapata, su trayectoria que incluyó la defensa de ejidatarios y pequeños productores, movilizaciones electorales, lucha guerrillera y tomas de tierra, hacen del jaramillismo y de su líder un ejemplo de las diversas modalidades de resistencia campesina. Veterano zapatista, pastor metodista, partidario de Lázaro Cárdenas, dos veces candidato a gobernador de Morelos, miembro del Partido Comunista y guerrillero, la figura de Jaramillo es difícil de clasificar. Sin embargo, aparece una constante: la habilidad de Jaramillo para dar expresión a la dignidad campesina por medio de distintas corrientes ideológicas. Como tal, el líder agrario encarnó la diversidad de procesos sociales que vive el campo.

La lucha jaramillista empieza en 1942, a raíz de una huelga en el ingenio azucarero de Zacatepec donde obreros y campesino se unieron para exigir respeto a sus derechos. Jaramillo, uno de los principales líderes de la huelga, fue perseguido por los pistoleros del gerente. Decidió, junto con decenas de campesinos, que era el momento de retomar las armas enterradas desde la Revolución. Jaramillo da inicio así al primero de tres levantamientos armados, acciones que revelan la vigencia del legado zapatista.

Aunque recurrir a las armas fue una medida de autodefensa, los jaramillistas presentaron una visión programática. Enumerada en su Plan de Cerro Prieto, este documento contextualiza las injusticias locales dentro de un marco que condenaba tanto el capitalismo como el imperialismo. Este plan es el primer indicio de un proceso de radicalización que se daría a través de sus años de lucha; una radicalización que iba tomando forma cada vez que la represión se recrudecía. Este primer levantamiento terminó en 1945 cuando el presidente Manuel Avila Camacho concede una amnistía a Jaramillo. Los jaramillistas forman entonces el Partido Agrario Obrero Morelense (PAOM), que en 1946 postula a Jaramillo para gobernador de Morelos. En su campaña, los jaramillistas reclaman un retorno a las reformas cardenistas, sobre todo las que podrían hacer viable la vida campesina. El PAOM logra grandes movilizaciones, pero con el fraude y una buena dosis de represión, el partido oficial impone su candidato.
Para 1951 se abre nuevamente un espacio que permite a los jaramillistas participar en la lucha electoral. Esta vez, la movilización del PAOM coincide con una escisión dentro del PRI en la cual Miguel Henríquez Guzmán se lanza contra el candidato oficial Adolfo Ruiz Cortines. Para una buena parte de la población y especialmente en el campo, las elecciones de 1952 crearon la esperanza de rescatar las reformas sociales que desde 1940 el gobierno venía desmantelando. Jaramillo se lanza otra vez para gobernador y las movilizaciones del PAOM crecen. Crece también la represión y el PRI se impone nuevamente.
Cerradas las posibilidades de restablecer el cardenismo, los jaramillistas recurren una vez más a la tradición zapatista. Armados, y de nuevo en la clandestinidad, proclaman otra versión del Plan de Cerro Prieto donde exponen con mayor contundencia la traición que el PRI ha hecho de la Revolución. Cercadas las vías democráticas desde arriba, Jaramillo recurre a la democracia desde abajo. Durante los siete años que duraría esta clandestinidad, recorre el campo morelense, orientando a los campesinos que lo albergan y lo protegen. Insiste en que hagan valer sus derechos. "Hacer pueblo", lo llamaría más tarde Lucio Cabañas.
Al llegar al poder en 1958, Adolfo López Mateos ofrece otra amnistía a Jaramillo quien decide aprovechar el retorno a la vía legal para ampliar su lucha. Al frente de 6 mil campesinos, presenta una solicitud para colonizar los llanos de Michapa y Guarín. Su proyecto combinaba demandas típicamente agrarias con planes de construir cooperativas para comercializar los productos que allí se cultivarán. Aunque los jaramillistas reciben inicialmente la aprobación, el Departamento Agrario pronto da marcha atrás, favoreciendo en su lugar un proyecto empresarial. Ya empezadas las obras de los jaramillistas, el Ejército los despoja, reproduciendo así una conocida dinámica: el gobierno insiste que los jaramillistas se apeguen al proceso legal mientras responde con el uso de fuerza ilegal.
Jaramillo considera volver a la clandestinidad, esta vez no sólo como medida de autodefensa, sino para asentar las bases de un levantamiento popular. Es en este momento, en 1962, que Jaramillo y su familia son asesinados, una temprana manifestación de la guerra sucia que en los años 70 atentaría contra aldeas enteras en Guerrero. Si bien su asesinato se convertiría en un símbolo de la suerte que corren los grupos que bajan la guardia y confían en la palabra del gobierno, Jaramillo deja también como legado una fértil tradición de lucha. Su figura continuó mostrándose tanto en los grupos clandestinos de los 70 como en las luchas campesinas de los 80 y acompañaría a diversas movilizaciones del EZLN. Siguen así apareciendo los muertos incómodos que el Estado nunca ha logrado eliminar y que continúan manifestándose con una diversidad de métodos y creatividad de acciones.

* Doctora en historia. Profesora de la Universidad de Dartmouth

martes, mayo 22, 2007

I ENCUENTRO NACIONAL DE MEDIOS ALTERNATIVOS DE COMUNICACION


I ENCUENTRO NACIONAL DE MEDIOS ALTERNATIVOS:

LOS MEDIOS ALTERNATIVOS Y LA EMERGENCIA QUE NOS UNE

CONVOCATORIA

LA CONVENCIÓN NACIONAL DEMOCRÁTICA
A TRAVÉS DE LA COORDINACIÓN DE
RESISTENCIA CIVIL DE NUEVO LEÓN y
SOMOSUNO RADIO
en cumplimiento del acuerdo de la 2 Asamblea de la CND

CONVOCA

A todos los responsables, colaboradores e integrantes de los Medios de Comunicación Alternativos al Primer Encuentro Nacional de Medios Alternativos que tendrá lugar el 16 y 17 de junio en la ciudad de Monterrey, N.L., México, en M. M. del LLano 424 Ote. entre Escobedo y Emilio Carranza.

Los objetivos principales de este Encuentro son los siguientes:

• Crear un espacio de encuentro para fortalecer los lazos de colaboración entre los diferentes medios; impresos-electrónicos, televisión, radios comunitarias y bloggers.
• Promover la actualización e intercambio de conocimientos y experiencias y apoyar la creación y desarrollo de nuevos medios alternativos.
• Establecer una política general de vinculación entre ciudadanos y medios alternativos.

Las experiencias podrían ubicarse en las siguientes temáticas:
Radio
Prensa
Blogs
Medios Audiovisuales
Financiamiento
Estrategias Jurídicas

Participación bajo las siguientes bases
Los interesados podrán participar enviando sus ponencias a más tardar el día 7 de junio 2007.
Los autores expondrán oralmente sus trabajos en un máximo de 10 minutos.
Los trabajos deberán enviarse a somosunoradio@hotmail.com o a somosunoradio@somosunoradio.org especificando en el asunto: ‘encuentro de medios alternativos’.
Los interesados en asistir sin ponencia favor de confirmar su asistencia.

Requisitos en la presentación de las ponencias
Datos completos de identificación del autor o autores y correo electrónico de cada participante.
Formato Word (.doc). Extensión máxima de 20 cuartillas, fuente Arial tamaño 12, espaciado doble, incluyendo resumen del contenido en 250 palabras.
Especificar título del trabajo y campo temático en el que se quiere ubicar la ponencia.
Especificar los medios necesarios para su exposición.

Formato del encuentro
Con el propósito de construir procesos de comunicación eficientes, se organizarán tres conferencias magistrales con los siguientes temas:
Aspectos legales de la información y de los medios de información
Aspectos técnicos generales
Lineamientos generales de producción alternativa

Además, se organizarán seis mesas de trabajo de los que se derivarán, en su caso, talleres en los temas presentes en esta convocatoria. El I Encuentro Nacional de Medios Alternativos tendrá como cierre una plenaria cuyo propósito es construir coincidencias para colaborar eficientemente frente al cerco informativo, definir estrategias conjuntas de información y proponer maneras de incrementar el alcance de los medios alternativos hacia el público.

viernes, mayo 11, 2007

Presos políticos


* Pintura de Gloria Arenas Agis "Mujer Azul"

Luis Hernández Navarro

Las cárceles del país están llenas de presos políticos. Cada día que pasa la lista de luchadores sociales que ingresa a prisión crece. Quienes se encuentran detenidos por participar en movimientos sociales enfrentan procesos legales llenos de anomalías jurídicas. La ley se ha convertido en una herramienta para combatir la justicia.

Las cifras sobre el número de detenidos políticos varían. Varios organismos defensores de derechos humanos hablan de que hay alrededor de 500 de ellos. Otros elevan el número a 800. Esta diferencia en la contabilidad proviene de que no hay ni un listado único de presos ni una asociación de defensa de alcance nacional que coordine a los comités y grupos locales existentes. No existe en México un organismo similar al Frente Nacional contra la Represión, que, a finales de la década de los 70, encabezó la lucha por la presentación de los desaparecidos y la liberación de los detenidos por sus convicciones.

Un prisionero político es una persona a la que se mantiene en prisión o bajo arresto, porque sus ideas suponen un desafío al sistema político establecido. Un preso de conciencia es un ser humano encarcelado por sus ideas políticas, creencias religiosas, origen étnico, sexo, idioma, origen nacional o social, situación económica u otra circunstancia, y que no ha incurrido en delito ni ha recurrido a la violencia o propugnado su uso. Se le encarcela solamente por sostener ideas, creencias o condiciones de vida contrarias a las del grupo en el poder.

Muchos de quienes se encuentran tras las rejas fueron víctimas de los cuerpos policiales de violencia. Fueron golpeados, torturados, e, inclusive, abusados sexualmente, durante y después de su arresto. No pocos se encuentran en condiciones carcelarias humillantes. Varios están recluidos en penales de alta seguridad, al lado de torturadores, narcotraficantes y secuestradores.

Un enorme número de los presos políticos son jóvenes, y no son pocos los dirigentes populares que encabezaron luchas de protesta. Son los damnificados de una política que ha decidido criminalizar la expresión pública del malestar social antes de abrirle espacios reales de negociación. Los prisioneros a los que se les asocia con organizaciones guerrilleras son una minoría.

Los partidos políticos que se reclaman de izquierda se han desentendido del asunto. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ni siquiera se ha hecho cargo en serio de los militantes suyos que han perdido la libertad por participar en el movimiento contra Ulises Ruiz en Oaxaca. Algunos de sus dirigentes temen que la opinión pública los asocie con la violencia si defiende a los presos en serio.

Muchos intelectuales, usualmente preocupados por la defensa de los derechos humanos, ahora han guardado silencio ante los atropellos que se cometen en el país. Otros prefieren opinar sobre Cuba o Venezuela antes de decir una palabra sobre la crisis de derechos humanos que existe en el país. Suponen que en una democracia de baja intensidad, como la mexicana, el respeto a las garantías individuales es un lujo del que puede prescindirse.

Las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos están lejos de encontrarse en su mejor momento. Como sucedió con una buena cantidad de organismos civiles de promoción al desarrollo, la borrachera del foxismo los llevó a colaborar estrechamente con un gobierno que, después de seducirlos, terminó abandonándolos. Por supuesto que hubieron dignas excepciones a esta conducta, pero, en conjunto, perdieron autoridad frente a la sociedad y capacidad de articular intereses y conjuntar esfuerzos.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos y las comisiones estatales han desempeñado, en muchos casos, un papel penoso, y, con demasiada frecuencia, de claro contubernio con las instancias gubernamentales responsables de las violaciones.
Tantos presos políticos es síntoma de un profundo problema en el funcionamiento del sistema político mexicano. Hay un severo déficit de representación política de amplios sectores de la población; existe una fuerte crisis de las mediaciones sociales; los canales institucionales para la atención de la demanda social están atrofiados. La tendencia a que la lista de detenidos crezca es indicador de que, lejos de solucionar el conflicto, el nuevo gobierno está empeñado en agravarlo.

Hace casi 30 años el Estado enfrentó una intensa crisis -no necesariamente similar a la actual, pero sí con algunos elementos en común-, emprendiendo una reforma política que legalizó a la izquierda comunista y a una parte de la izquierda radical, promoviendo una amnistía a los presos políticos. A pesar de sus limitaciones, las medidas crearon un nuevo contexto para la competencia y la convivencia política. Pero el gobierno de Felipe Calderón parece no haber aprendido la lección.

La pretensión panista de imponer su versión de "paz social" coincide en el tiempo con una escalada violenta del narcotráfico por el control de plazas y mercados, así como con la ofensiva de la derecha más recalcitrante para controlar, aún más, enclaves fundamentales del Estado mexicano. La nueva administración está estirando la liga más de la cuenta. Como siga haciéndolo se le va a romper.

Ciudad Desnuda


Javier Flores

Después de una espera que duró varias horas la madrugada del domingo, llegó el momento decisivo: miles de personas, guiadas por la voz del fotógrafo Spencer Tunick, se despojaron simultáneamente de la ropa. Con ese acto tan simple (que todas las personas realizan diariamente en privado, pero que ahora implicó una sorprendente y estrecha proximidad corporal con mujeres y hombres desconocidos), se cruzaba la línea que divide la sujeción de lo humano, del amplio e inigualable territorio de la libertad.

Mucho se ha discutido sobre la calidad del trabajo de Tunick, pero es innegable que tuvo una gran idea. Su proyecto artístico, realizado exitosamente en las principales ciudades del mundo, permite que se haga visible un fenómeno: la resistencia al control sobre los cuerpos, que revela una necesidad humana hacia la desnudez. El fotógrafo neoyorquino ha creado de este modo un espacio para la trasgresión de un control social y cultural, lo que en algunos momentos le ha valido la cárcel.

El ánimo entre los asistentes al arribar a la Plaza de la Constitución era festivo, como si los envolviera una brisa de complicidad. Al despojarse de la ropa y avanzar hacia la plancha del Zócalo para intentar ocuparlo en su totalidad, las sensaciones corporales se convertían en ráfagas en las que se conjugaban el individuo y los otros. Era sorprendente la diversidad de tonalidades de las pieles. Mujeres y hombres de diferentes edades experimentaban el contacto directo con el frío del amanecer y el calor de la proximidad de otros cuerpos. Una experiencia única, una sensación de bienestar y una visión francamente hermosa.

¿Por qué el cuerpo desnudo produce tensión en nuestras sociedades? ¿Por qué se prohíbe y se castiga la desnudez? El control sobre el cuerpo se ejerce por medio de muy variados dispositivos, como la familia, la escuela y la Iglesia, entre otros. A escala social este control se expresa mediante los sistemas legales. Algunos trabajos que analizan las leyes en esta materia para América del Norte, muestran que no se tiene que ir demasiado lejos para encontrar en ellas las verdaderas motivaciones del poder. La ley combate al cuerpo desnudo cubriéndolo de adjetivos y conceptos subjetivos. Es un acto obsceno, vulgar, lujurioso y lascivo (Estatuto del Distrito de Columbia 22-1112); atenta contra la decencia (Código Penal de California. Sec. 413); es contrario al bienestar general y la moral (Código Municipal, San Diego, California, 56.53). En México la ley es un poco más relajada, pero encierra los mismos conceptos.

Pero todo esto es una máscara. En realidad las leyes establecen inequívocamente una asociación del cuerpo desnudo con el deseo sexual. En este sentido el Código de Arkansas y los Estatutos de Alabama y Connecticut establecen sin pudor que en el desnudo existe una intencionalidad: "la estimulación o gratificación del deseo sexual". El control del cuerpo que se expresa por medio de leyes contra la desnudez, busca en realidad el control del deseo. Pero ante esto, surgen diversas formas de resistencia, como la que se manifestó el domingo en la ciudad de México.

Las primeras tomas fotográficas se realizaron en la plancha del Zócalo, pero luego el grupo ocupó la avenida 20 de Noviembre. A esas alturas quedaba clara, en todas y todos, la aceptación del cuerpo propio, así como el respeto y la aceptación del de los otros, también la sensación de ser iguales. Mientras se avanzaba por esa calle emblemática, el ambiente era totalmente relajado y festivo. Entre un cuerpo y los demás, la distancia llegaba a ser en ocasiones de menos de un paso, y el contacto físico se hacía inevitable, pero en ningún momento tenía connotaciones sexuales. Creo que ése fue el punto más alto en el que se apoderó de todos la sensación incomparable de conquista de la plena libertad. Se trataba de individuos, pero simultáneamente de células de un organismo que hablaba también por los que no estaban ahí. Aparecía una ciudad desnuda, cuyos integrantes expresaban, con el simple acto de haberse despojado de la ropa, un rechazo tajante al control, por parte del poder, del cuerpo y el deseo.

Lo que ocurrió después fue una falla de organización, no atribuible a Tunick ni al equipo convocante, pues no se contaba con la experiencia (ni se tiene en ninguna parte del mundo) para manejar una instalación con 20 mil personas desnudas. Se separó a las mujeres de los hombres y a los primeros se les pidió que se vistieran. La natural curiosidad hizo que ellos se aproximaran lo más posible al grupo femenino. Para ese entonces, cientos de personas que se encontraban en los edificios contiguos, y que no habían participado en el desnudo colectivo, ya estaban abajo. Eso creó incomodidad en algunas mujeres. Pero no se trató de algo generalizado. Hablé con varias de ellas que me dijeron que no experimentaron eso, y que algunas de sus vecinas exageraban.

En todo caso lo que surgió el domingo fue un laboratorio que permitirá analizar y discutir las reacciones humanas hacia la desnudez, que expresan algunos de los efectos de la represión y la fuerza del control. No dudo que una minoría masculina tuviera expresiones ofensivas, pero este hecho no se puede magnificar, cuando en realidad lo que pasó en el Zócalo fue algo completamente distinto. Fue un gran triunfo de la libertad.

Los Maras y su Caló


Carlos Cáceres R.

El caló es una forma de comunicarse y su uso se vincula con la delincuencia. También se le ubica como una forma de rechazo a normas verbales y al hablar por medio de una simbología diferente, pasa a formar parte de la marginalidad. Hablar a través de una simbología diferente puede favorecer la identificación de sus miembros y reforzar la cohesión del grupo, pero expresa una forma de marginalidad.

Desde que era bicho (niño) deseaba andar en la frecuencia (miembro activo de una pandilla), tener mi aka (sobrenombre) y pasear en mi cancha (territorio dominado por una mara), viendo a las michas (mujeres) para que admirarán mi bandana (pañuelo estampado). Es mi forma de ver el mundo.

En la adolescencia me vinculé a la vida loca (integrarse a la mara). Lo primero que hice fue estar manchado (tatuarse), con lo cual dejé constancia en mi cuerpo de acciones, amoríos y orgullo. No tuve problema para colocarme los tres puntos (tatuaje en los nudillos). Me uní a la mara (la Salvatrucha o la Barrio 18). En la cara no tenía lágrimas (pequeños tatuajes recordando a un compañero) ni en los pómulos (registro de homicidios). Enviar al otro barrio (matar) a una persona es un aspecto decidido en la clica (célula formada por dos o más personas) donde me correspondió actuar. Ahí recibí la solidaridad de mis jomis (miembros de la misma pandilla). Me sentí bien con ellos y comprendí el significado de las letras (MS13 o B18). Le entré al gane (robo) y distribuíamos la cachada (venta de cosas producto de hurtos).

El caló de las maras –como medio de comunicación– no es una invención propia de estos grupos. La palabra lunfardo ubica esa comunicación en Argentina, y en Perú se conoce como replana. En otros países reciben diversos nombres. Son asociaciones de palabras o yuxtaposición de imágenes. Su especial significado se encuentra para aquellos que se sujetan a las reglas de un determinado grupo.

No es posible tener amistad con otros jombois (se llaman entre si los miembros de diferentes maras). Es cierto que ellos también han brincado el Barrio (miembro de una pandilla), pero para nosotros –los de la MS– ellos son una cacocha (término despectivo para referirse a los de la Barrio 18). Su respuesta fue ubicar el nombre de pichonas (así llaman despectivamente los de la MS a los de la B18). Cuando los veo, aprieto mi boro o cuete (revolver) porque es cosa de estar listo. En otro caso, siempre tengo mis fierros (cualquier arma) a la mano por si se debe resolver alguna duda. Siempre están conmigo y lo digo de cora (corazón). Como soy chero (amigo), puedo afirmar que nunca seré un volteado (el que se pasa a otra pandilla) y menos voy a echar rata (delación)

Como ya tenía el pase (estar en la mara) podía ir a las pegadas (acciones contra otra pandilla). Esto me costó 13 (el número de La mara salvatrucha) segundos de golpes. Me enfrenté a tres. Es la regla. Paré en el hospital. Un rito brutal para ser aceptado. Cuando salí y lo permitían mis ocupaciones, andaba con jainas (pandilleras) del barrio (puede ser la calle o colonia). Y para gastarles un poco, lograba rentear (cobrar “impuestos”), la hacía de camello (vendedor de droga) o distribuyendo piedra (crack). Pero nunca estuve tatalaca (intoxicado por drogas). Por esta razón, así como me discipliné también tuve el respeto del big palabra (dirigente) quien me lo demostró en varios mirines (reuniones). Lo que ahí se dice, en ese lugar se queda. Quien no entiende esto, puede tener luz verde (autorización de la clica para matarlo). Soy, pues, una gente de respeto. La paisada (mujeres y hombres ajenos a la clica) no ignora como me muevo. Me temen y mis acciones y palabras se toman en cuenta. Siempre estoy listo para después no andar de guinda (huyendo de la policía).

Muchas y diferentes expresiones se utilizan en el caló de las maras en Guatemala. Es el uso de palabras con otros significados dentro del idioma español. Algunas se consolidan y otras desaparecen. Es un fenómeno gramatical que influye en diversos sectores de la juventud. La inmediata tendencia es a imitar esa forma de expresión. Pero no debe olvidarse el contexto de violencia –cada vez más complejo– donde se desarrollan las maras: grupos utilizando la fuerza –la cual produce daño a la vida humana– para lograr determinados fines. Sus implicaciones son negativas para hombres o mujeres que entren en contacto con esa forma de vida. No se debe retroalimentar la violencia por medio de la imitación.

martes, mayo 08, 2007

Otra Conferencia...o de como la historia pone a cada cuál en su lugar


Sergio Aguayo Quezada

De manera accidental se ha empalmado el jolgorio de las autoridades electorales porque están cerca de poder incinerar las boletas de la elección del 2006, con una conferencia en la Universidad de Yale donde saldrán visiones encontradas sobre los polémicos comicios.

Las conferencias son guerras de ideas y palabras. Quienes exponen someten su información e interpretación a un escrutinio público que aun y cuando sea despiadado, respeta las reglas de civilidad establecidas desde la Academia de Platón y el Liceo de Aristóteles. Salvo el exabrupto ocasional, se coincide o se disiente respetando la dignidad del otro; de esos encontronazos va destilándose la forma en que una sociedad explica un evento. En el momento del mayor esplendor autoritario, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz determinó que los acontecimientos del 2 de octubre de 1968 se debieron a un enfrentamiento entre estudiantes y fuerzas de seguridad. Lo secundaron unas cuantas plumas, algunas de las cuales cobraban de Gobernación; el grueso de la intelectualidad respaldó la tesis difundida por periodistas independientes y por La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska: Fue una masacre organizada por el Gobierno. Décadas después apareció la evidencia documental confirmando que fue el propio presidente de la república quien ordenó a su Estado Mayor Presidencial disparar contra estudiantes, soldados y policías.

La interpretación sobre las elecciones presidenciales de 1988 tardó más tiempo en cuajar. Mientras que la izquierda política y algunos académicos sostenían la hipótesis del fraude electoral, el gobierno optó por silenciar el tema y tan pronto como le fue posible se conchabó al Partido Acción Nacional para darle un tinte de legalidad a la destrucción de la papelería electoral. Recordar el fraude se convirtió en tema de conferencias académicas poco atendidas porque buena parte de la intelectualidad nacional y extranjera estaba subyugada por la personalidad de, y las transformaciones impulsadas por, Carlos Salinas de Gortari. En 1994 se inició la debacle política del economista educado en Harvard y entonces reapareció la interpretación de que su llegada al poder se debió a un fraude insuficientemente explicado por falta de información.

Las elecciones del 2006 son muy, pero muy diferentes. Para empezar la comunidad académica se dividió públicamente. En la simplificación impuesta por la polémica electoral se evaporaron los matices y se crearon dos bandos determinados por los dos principales candidatos (Felipe Calderón Hinojosa y Andrés Manuel López Obrador) ignorándose la variedad tras las diferentes posturas. A raíz de que Felipe Calderón tomó posesión del Ejecutivo, sus seguidores empezaron a recorrer el sendero de Carlos Salinas impulsando el olvido de los comicios del 2006.

En caso de que el sexenio de Calderón sea coronado por el éxito, es probable que la historia realce sus logros y haga a un lado la forma en que llegó al poder. Pero es muy pronto para anticipar el desenlace; por ahora están iniciándose los encuentros y las conferencias académicas donde se presentan las diferentes interpretaciones sobre lo que sucedió en el 2006 y sobre las repercusiones que tendrá. Empieza a diluirse el esquematismo del año pasado para ser sustituido por la solidez de la información y la argumentación asentadas en el elemental derecho de saber. Es un momento propicio para ello porque el auge de la transparencia abre la posibilidad de una discusión a fondo y bien informada de lo sucedido el año pasado.

Desde hace varios meses John Ackerman, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y Susan Stokes de la Universidad de Yale organizaron, en la sede de esta última universidad, una conferencia académica sobre "El estado de la democracia mexicana" en donde se discutirán las diferentes interpretaciones sobre unas elecciones presidenciales que en mi caso y con base en la información de que dispongo fueron las más lodosas, costosas y dudosas de nuestra historia.
Mientras en México se conmemora el Día del Trabajo, en New Haven se presentarán 13 ponencias sobre elecciones y democracia en México. Uno de los ángulos más interesantes será la forma en que se maneje un aspecto clave: La tensión entre legalidad y legitimidad tan evidente en la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) de respaldar la decisión del Instituto Federal Electoral (IFE) de que las boletas utilizadas en la elección presidencial del 2006 deben mantenerse "indisponibles" a la sociedad.

En el fondo, las autoridades electorales (IFE y TRIFE) tenían en sus manos la definición de los límites de la transparencia. Finalmente y después de triturar el español y hacer malabarismos con la legalidad encontraron razonamientos formales que les permite destruir la evidencia que permitiría saber quién ganó en el 2006. En el proceso salió a la luz la metamorfosis de Salvador Nava Gomar quien como académico presentaba sesudos razonamientos a favor de la transparencia y como magistrado electoral se enredó en confusos sofismas para justificar la opacidad.

Es muy posible que se salgan con la suya y, si la Suprema Corte no lo impide, destruirán las boletas y respirarán tranquilos creyendo que basta con invocar la legalidad para ser ungidos de legitimidad. Se equivocan. Nunca eliminarán la curiosidad de quienes deseamos saber lo que sucedió en esas elecciones que fueron un barómetro de la calidad democrática. El hueco dejado por las boletas que incinerarán se llenará con otro tipo de información y con inferencias que permitan aproximarse, con razonable certidumbre, a la causalidad y consecuencias de unas elecciones irregulares. Todos los que ahora salivan imaginándose la cremación olvidan las lecciones dejadas por el 68 y el 88. Pese a los esfuerzos del autoritarismo sobrevivió información que ahora permite asegurar que en el 68 hubo una masacre y en el 88 un fraude. En algunos años sabremos cuál será el consenso sobre las elecciones presidenciales del 2006.

En la Universidad de Yale trabaja el ex presidente Ernesto Zedillo. Mientras este martes primero de mayo se discute la elección del 2006 es inevitable recordar que Zedillo es el único presidente mexicano que se comportó como un demócrata y logró el milagro de que una elección presidencial competida fuera legal y legítima. Reflexiones como ésta sirven de marco a otra conferencia.

viernes, mayo 04, 2007

El Violín: Se acabó la música

José Woldenberg

"El Violín" es una historia sobria y conmovedora. Lo primero porque su director, Francisco Vargas, intentó y logró hacer a un lado esa parafernalia gratuita que suele acompañar a buena parte del cine de casi todas las latitudes. Adelgazó el relato, pulió los elementos, contuvo los posibles excesos y construyó un relato pulcro y contenido. Y conmovedora porque recupera con maestría el abc de toda creación verdadera: la invención de unas vidas y unos acontecimientos que son contados desde el punto de vista único e intransferible del autor. De ahí su tono, su atmósfera, su intensidad.

En "El violín" irrumpen unos paisajes, rostros, situaciones que parecían erradicados del cine nacional. En ese sentido se convierte en una subversión de los usos y costumbres de la producción cinematográfica más reciente tan satisfecha de no salir de los laberintos de las capas medias urbanas. Francisco Vargas y su equipo vuelven los ojos a ese otro México oculto, inasible desde la ambición comercial, pero siempre presente en la conformación de ese país escindido y fragmentado, al que por inercia y facilidad llamamos México.

La guerrilla y el ejército se encuentran en una lucha desigual. El ejército ocupa los pueblos y la cauda de tortura, amenazas, abusos y violaciones hace su aparición. Muertos y torturados. Migrantes forzados y campamentos provisionales de refugiados. Y grupos guerrilleros que esperan crecer para entonces sí ajustar cuentas. Vargas no indaga en las causas de esa guerra. Tampoco se detiene en el proyecto guerrillero. Pero utiliza la más que grave y opresiva situación para narrar la historia de un campesino -violinista manco- que con astucia y valor intenta ayudar a los suyos, sólo para ser utilizado por el ejército para atrapar a la dirigencia guerrillera, entre la que se encuentra su propio hijo Genaro (Gerardo Taracena).

Pero el resumen de la trama induce a caer en el error de reducir la película a su anécdota. Y "El violín" es mucho más que eso. Es la historia de las relaciones entre el abuelo, el hijo y el nieto, que en la superficie parecen frías y que, sin embargo, están rodeadas de un aura de calidez y comprensión recíproca que las vuelve luminosas. Es además el despliegue de las relaciones ambiguas -a ratos tensas y a ratos cálidas y finalmente imposibles- entre don Plutarco (Ángel Tavira) y el jefe militar (Dagoberto Gama). Es el paisaje físico y humano del "México Profundo" que diría Guillermo Bonfil Batalla. Es a final de cuentas la historia trágica de un puñado de hombres.

Pero es también una estética. Francisco Vargas opta por la dignidad del blanco y negro. Sabe o intuye que esos sembradíos de maíz, esas milpas cultivadas con el azadón, esos pueblos enclavados en la montaña, esos caminos terrosos, esos rostros, esos esqueléticos burdeles y esas casas de madera, pueden perder elocuencia y fuerza dramática con el color. El blanco y negro se convierte entonces en una paleta de colores más viva que la del arco iris. Se trata de las tonalidades de la gravedad y el decoro. A eso hay que sumar unos encuadres que parecen conjugar y al mismo tiempo estar equidistantes del preciosismo de Gabriel Figueroa y la fuerza brutal de un documental de guerra.

El personaje central -don Plutarco Hidalgo- es una presencia excepcional: correosa como el pan envejecido, dura como la piedra, vertical y flexible como el tallo del maíz y portadora de una sabiduría decantada por una tradición oral que se remonta al inicio de los tiempos. Sabe que toda biografía tiene un final y que la mejor desembocadura de la vida es la que se cursa con dignidad. De ahí la respuesta seca, pero exacta a las exigencias y amenazas reiteradas del militar que lo conmina a tocar: "Se acabó la música".

Hay insinuado en la película un cierto paralelismo entre las rutinas militares de ambos bandos. La jerarquía vertical, los ejercicios físicos y guerreros, el juego con las armas, se repiten (y editan) tanto entre los militares como entre los guerrilleros, y son el telón de fondo que anuncia el desenlace trágico. Ello me parece un enorme acierto. Porque una vez que se activa la espiral de la violencia -más allá de ganadores o perdedores coyunturales, por encima de la epopeya o la sevicia-, la estación terminal siempre es la muerte.

Sin embargo, en ese terreno, no todo es perfecto. Hay un maniqueísmo implícito a lo largo del filme. Los guerrilleros son una comunidad homogénea, sin fisuras ni contradicciones, son ahora sí que "los buenos de la película". Ello acaba por convertirlos en una especie de coro indiferenciado que pierde sustancia y terrenalidad. Igualmente la historia/leyenda que le cuenta el abuelo al nieto y que desemboca en el combate entre "los hombres verdaderos" (noción que no deja de producirme un malestar informe) y quienes encarnan la envida y la ambición resulta truculenta, ajena a un personaje como don Plutarco. Pero en fin...

Pero más allá de esas reservas (ultrasubjetivas, personales y quizá intransferibles), lo cierto es que "El Violín" es una película extraña entre nosotros. Y paradójicamente su originalidad se alimenta de su afán por redescubrir esas historias subterráneas que modelan todos los días el rostro del país y las relaciones sociales que le dan forma y deforman. Porque al final de cuentas, si bien el cine no tiene por qué ser siempre y bajo cualquier circunstancia un "espejo" (imposible) de la realidad, no está nada mal que de vez en vez alguien con talento y sensibilidad nos enfrente a las contrahechuras y monstruosidades del llamado, no sin una buena carga de eufemismo, tejido social mexicano.