jueves, abril 29, 2010

Reporteros de Contralínea continúan desaparecidos




Érika Ramírez y David Cilia, periodistas del semanario Contralínea, y otras dos personas (David Venegas, de la organización VOCAL, y Noé Bautista) permanecen desaparecidos en las inmediaciones de la comunidad autónoma de San Juan Copala, municipio de Juxtlahuaca, Oaxaca.


Al igual que los defensores de derechos humanos, los reporteros formaban parte de la caravana de paz que partió al medio día de ayer, 27 de abril, con destino a ese poblado. Integrada por al menos 25 personas, la caravana tuvo por objetivo documentar las graves violaciones a las garantías individuales que padecen los triquis, impulsores de la autonomía. Además, llevar ayuda humanitaria consistente en alimentos y medicamentos.


Hasta el momento, se desconocen las condiciones de salud de los cinco desaparecidos, incluyendo los periodistas del semanario Contralínea, quienes podrían haber sido privados de su libertad por el presunto grupo paramilitar, de filiación priista, Unidad de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort).


A su regreso a Juxtlahuaca, aproximadamente a las dos de la tarde de este 28 de abril de 2010, el operativo policiaco de rescate –que envió el gobierno del priista Ulises Ruiz– afirmó “no haber encontrado heridos” en la zona donde ocurrió la emboscada.


Lamentablemente, sí fueron localizados dos cuerpos: el de Yyry Jakkola, observador de origen finlandés; y el de Beatriz Cariño Trujillo, directora del Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos.


Entrevistado por Contralínea, el comandante del operativo, Lázaro Hernández, aseguró que los 45 elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones, los médicos y los peritos regresarán al lugar de los hechos, para hacer una búsqueda exhaustiva. En su primer recorrido, los policías estatales tampoco dieron con los responsables de la agresión.


Mónica Citlali Santiago, una sobreviviente con herida de bala en la espalda, refirió que todos los vehículos que integraban la caravana de paz fueron rafagueados por los dos costados. Al salir del hospital de Juxtlahuaca esta mañana, dijo que la agresión ocurrió muy cerca de la comunidad autónoma de San Juan Copala.


Érika Ramírez y David Cilia se dirigían a ese poblado autónoma a documentar el asesinato de las locutoras triquis de la radio comunitaria La Voz que Rompe el Silencio, Felícitas Martínez y Teresa Bautista, ocurrido el 7 de abril de 2008 en una emboscada, también ejecutada por el grupo paramilitar Ubisort.


San Juan Copala se ubica en el municipio de Juxtlahuaca, Oaxaca. Conformada por más de 700 habitantes, la comunidad se declaró autónoma el 1 de enero de 2007; desde entonces, enfrenta la violencia paramilitar derivada de la supuesta disputa de tierras entre las organizaciones Ubisort (identificada con el gobierno de Ulises Ruiz), el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui y el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (impulsor del municipio autónomo).


Contralínea repudia la agresión y exige la presentación con vida de sus periodistas, Érika Ramírez y David Cilia, y de los defensores de derechos humanos David Venegas y Noé Bautista.

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