lunes, agosto 31, 2009

Clausura del Festival Internacional de Cine de Monterrey 2009


Me toco ser jurado de la audiencia en el 5 Festival Internacional de Cine de Monterrey (FIC), y disfrute de 9 dias de buen cine, de discuciones, de conferencias y de fiestas, en las que se convivio con actores, directores, productores de las peliculas en competencia y por supuesto con funcionarios, trabajadores y voluntarios del FIC Monterrey.

Entregan Cabritos de Plata



Pertti Sveholm, actor de “Los tres Reyes Magos” Pelicula ganadora del Festival.

Algo magico se dio con esta película de Finlandia, 'Los tres Reyes Magos', pues conquisto dos de los principales premios del Festival Internacional de Cine de Monterrey: “Mejor largometraje de ficción” y el “Premio de la audiencia” dandose esa sintonia que rara vez se da en esta clase de eventos.

El filme dirigido por Mika Kaurismaki conmovió por igual al jurado de expertos que al jurado de 60 cinéfilos regiomontamos no profesionales que también escudriñaron los 14 trabajos de las categorías mayores del festival, las de largometrajes de ficción y documental.

Ojala esta película, como las demás, algún día llegue a las salas de cine comercial.

Pero no hay ninguna garantía de ello; una aportación del festival a la ciudad es, precisamente, brindar al público la posibilidad de conocer trabajos que de otra manera sería casi imposible.

La ceremonia de clausura el sábado 29 de agosto, fue la culminación de intensas jornadas de cine en Monterrey.

No sólo hubo proyecciones en las salas sede (principalmente, la Cineteca y MM Cinemas, sino también se ofrecieron conferencias y talleres, homenajes, proyecciones en otros espacios más pequeños y, para bajar el estrés, fiestas cada noche.

En total se proyectaron 81 películas de 41 países, como parte de la “Selección Oficial”, del 21 al 29 de agosto. Hubo además filmes fuera de competencia, sobre todo de Australia, el país invitado de esta quinta edición del festival.



Coco Schrijber, directora de “Bloody Mondays and strawberry pies” con sus dos cabritos.


En la clausura, realizada en el Centro de las Artes, también resultó premiada Los lunes malditos y los pasteles de fresa (Bloody Mondays and strawberry pies), de los Países Bajos, que ganó el premio a “Mejor largometraje documental” y “Mejor edición”. La cinta es acerca de la gente aburrida y cuenta con la voz narrativa de John Malkovich.

Otras cintas sobresalientes y que se llevaron Cabritos de Plata en la premiación fueron la italiana Il divo (“Mejor director” y “Mejor guión”, ambos por Paolo Sorrentino), en tanto Hogar (Home) de Francia, Suiza y Bélgica obtuvo los premios “Mejor fotografía” y “Mejor sonido”.

Los premios al cine hecho en Nuevo León fueron para Princesa en la Torre, de Cristóbal Juárez (“Mejor cortometraje”) y El día, de Tao (“Mejor largometraje”).

martes, agosto 18, 2009

Amnistía Internacional adopta a Jacinta como Presa de Conciencia



Adoptada como presa de conciencia una mujer indígena acusada de secuestro: AI

Amnistía Internacional ha adoptado hoy, 18 de agosto de 2009, como presa de conciencia a Jacinta Francisco Marcial, mujer de 46 años condenada injustamente a 21 años de prisión, y ha pedido a las autoridades mexicanas que la dejen en libertad de inmediato y sin condiciones. Madre de seis hijos, Jacinta Francisco Marcial, indígena otomí de Santiago Mexquititlán, estado de Querétaro, se encuentra encarcelada en el Centro de Readaptación de San José El Alto desde agosto de 2006.

Comunicado de Prensa - Amnistía Internacional

Amnistía Internacional ha adoptado hoy, 18 de agosto de 2009, como presa de conciencia a Jacinta Francisco Marcial, mujer de 46 años condenada injustamente a 21 años de prisión, y ha pedido a las autoridades mexicanas que la dejen en libertad de inmediato y sin condiciones.

La organización ha manifestado que a Jacinta se le negó un juicio justo y que está encarcelada debido únicamente a su situación social marginal de mujer indígena, pobre y con limitado acceso a la justicia.

Madre de seis hijos, Jacinta Francisco Marcial, indígena otomí de Santiago Mexquititlán, estado de Querétaro, se encuentra encarcelada en el Centro de Readaptación de San José El Alto desde agosto de 2006.

Se la acusa del secuestro de seis agentes de la Agencia Federal de Investigaciones de México, quienes aseguran que ella y otros vendedores de los puestos del mercado de la plaza de Santiago Mexquititlán los tomaron como rehenes en marzo de 2006 durante una operación contra vendedores de DVD “pirata”.

“El caso de Jacinta es un escándalo –ha manifestado Rupert Knox, investigador de Amnistía Internacional sobre México–. Es una farsa de administración de justicia y un claro ejemplo de la justicia de segunda clase que suelen recibir en México las poblaciones indígenas.”

“Lo que le ha ocurrido a Jacinta demuestra el uso indebido que se está haciendo del sistema de justicia mexicano para procesar sin las debidas garantías a las personas más vulnerables –ha añadido Rupert Knox–. Se ha ido contra ella debido a su etnia, a su género y a su condición social.”

El 26 de marzo de 2006 entraron en el mercado central de Santiago Mexquititlán seis agentes de la Agencia Federal de Investigaciones vestidos de civil, que decían estar realizando una operación de búsqueda de drogas y DVD “pirata”. En medio de la tensión consiguiente, los agentes intentaron confiscar productos del mercado, y los vendedores les pincharon los neumáticos de algunos de sus vehículos.

Según la comunidad local, la protesta acabó el mismo día, tras ir el jefe de la policía regional a una localidad vecina a buscar fondos con que indemnizar a los vendedores por los daños causados a sus mercancías. Esa noche, los seis agentes presentaron una denuncia ante la Procuraduría General de la República, alegando que las personas participantes en la protesta los habían tenido secuestrados varias horas.

Más de cuatro meses después del incidente, el 3 de agosto de 2006, Jacinta fue detenida y conducida a la Procuraduría General de la República. En ese momento, le dijeron que iban a hacerle unas preguntas sobre un árbol cortado, así que hasta que no la llevaron a la prisión no se enteró de que estaba acusada, junto con otras dos mujeres, del secuestro de los agentes.

La única prueba que había contra ella era una fotografía publicada en el periódico local en la que se la veía detrás de los participantes en la protesta. En sus declaraciones originales, del 27 de marzo de 2006, los agentes de la Agencia Federal de Investigaciones no mencionaron en ningún momento a Jacinta Francisco Marcial. Fue un mes después, al mostrarles dicha fotografía, cuando la acusaron de haber tomado parte en el presunto delito. Jamás se ha presentado ninguna otra prueba de su participación en el incidente, y durante el juicio no se pidió en ningún momento a los agentes que comparecieran para demostrar su denuncia o reconocer a Jacinta.

En aquel momento Jacinta hablaba muy poco español y no entendía lo que ocurría. No se le proporcionó ningún intérprete, y su abogado de oficio no habló nunca con ella para explicarle su derecho de defensa. Jacinta afirma que el letrado se limitó a permanecer sentado en un rincón de la sala, sin decir nada, cuando la obligaron a firmar unos documentos que no entendía.

Hablando con una persona enviada por Amnistía Internacional para investigar el caso y que fue a verla a la prisión, Jacinta dijo: “La primera noche en mi celda estaba lloviznando y hacía mucho frío y con las rejas todas abiertas y todo, y en ese momento sí sentí mal porque yo no hice nada y por qué me hacen esto y estoy en la cárcel y nunca había hecho nada. Y sí en ese momento lloré, lloré y dije “¿ahora qué?”. Y cuando escuchaba las puertas que se abrían dije ojalá que me dejan ir, y yo me paraba y veía en la puerta a ver si alguien me iba a dejar ir, y no”.

El 17 de julio de 2009, la Comisión Nacional de Derechos Humanos determinó que había habido graves irregularidades y pruebas falsas en el juicio de Jacinta. La mujer continúa en prisión a la espera del resultado de un nuevo juicio.

domingo, agosto 16, 2009

A Cuarenta Años de Woodstock

El 15, 16 y 17 de agosto de 1969, un predio del estado de Nueva York se vio invadido por una multitud de unos 450 mil jóvenes. Fue el festival más importante de la historia del rock y la cumbre del amor libre y el pacifismo. Aquí, un repaso por esos tres días locos.



Fragmento del famoso documental de Michael Wadleigh sobre el festival de 1969.

Se cumplen 40 años del festival que cambió para siempre la historia del rock. Realizado en Bethel, estado de Nueva York, entre el 15 y el 17 de agosto de 1969, Woodstock reunió a muchos de los principales exponentes del rock anglosajón de su época y fue un acontecimiento artístico y social que marcó a fuego a una generación.

Cuatro décadas después sus efectos se siguen sintiendo.

La era de los grandes eventos de rock al aire libre había comenzado dos años antes con el Festival Monterrey Pop, en California, pero el de Woodstock fue el que ha quedado en las retinas. Esto tiene que ver, sin duda, con la difusión mundial que adquirieron los discos y la película del festival, pero también con un año que condensó el espíritu de la época.



Concluía la década del '60 y la generación de los llamados "baby boomers, los chicos concebidos en la posguerra, estaba adquiriendo un protagonismo cada vez mayor en la vida social y política de los EE. UU.. Luchaba por los dere chos civiles de las minorías y por tener voz y voto en cuestiones relacionadas con su educación, se oponía a la guerra de Vietnam y buscaba alternativas a la sociedad de sus mayores, a la que consideraba excesivamente conservadora y centrada en el materialismo.

La llamada Generación de Acuario pugnaba, también, por derribar tabúes ancestrales. Practicaba el amor libre y buscaba expandir la mente con drogas psicodélicas. Los más osados renegaron de la familia y las carreras tradicionales y buscaron un sistema de vida alternativo en comunidades rurales. El rock era el elemento aglutinante porque representaba, en letra y música, la esencia de sus anhelos. No fue sencillo organizar Woodstock. Los granjeros de la región veían con recelo la perspectiva de un aluvión de hippies descendiendo sobre sus propiedades y el sitio elegido para el festival debió cambiarse a último momento.

Gracias a la constancia de los organizadores, Michael Lang, Artie Kornfeld, John Roberts y Joel Rosenman, y a la buena voluntad del granjero Max Yasgur que cedió sus campos de Bethel, Woodstock se puso en marcha a mediados de 1969. Lang y Kornfeld, los más avezados en cuestiones musicales, querían que el festival tuviese un repertorio artístico abarcativo, con espacio para el rock ultra popular de Creedence Clearwater Revival, la conciencia cósmica de Grateful Dead y el novedoso jazz-rock de Blood, Sweat & Tears, pero también para las ragas hindúes de Ravi Shankar y el folk místico de Incredible String Band.



Muchos de los músicos que participaron, sobre todo los que figuraron en el filme de Michael Wadleigh, recibieron un fuerte espaldarazo para sus carreras. Fue el caso de Joe Cocker, quien actúo con The Grease Band. El ex plomero de Sheffield, Inglaterra, tenía un gran hit en Inglaterra con su emotivo cover de Con una ayudita de mis amigos, de los Beatles. Woodstock potenció también la trayectoria de otros dos artistas británicos. The Who atravesaba por uno de sus picos artísticos, con el estreno de su ópera rock Tommy, y tenía uno de los shows escénicos más excitantes del momento.

Ten Years After, surgido de la segunda ola de blues británico, era hasta entonces un grupo de culto, pero su maratonesca versión de I'm Going Home los puso en la liga de las megabandas. También recibió un sólido impulso la banda de Carlos Santana, un virtuoso guitarrista mexicano radicado en San Francisco.

Woodstock tuvo su cuota de situaciones límites. Carreteras atestadas pronto aislaron el lugar -muchos músicos debieron arribar en helicóptero- y la situación climática bordeó los extremos: hubo momentos de sol abrasador y también furibundas tormentas que pusieron a prueba la resistencia de público, artistas y personal técnico. Las previsiones en cuanto a sanitarios y comida se vieron superadas: la concurrencia -que los cálculos previos estimaban en 150.000 personas- triplicó esa cantidad, forzando a los organizadores a dar entrada libre para evitar avalanchas y estampidas, y a los grupos de voluntarios, vecinos e incluso la guardia civil a aportar alimentos y ropas secas.



Volviendo a la música, el rock más intenso y eléctrico tuvo su contraparte en artistas que tomaban al folk como punto de partida para sus propuestas. Tal el caso de The Band, Richie Havens, Melanie, John Sebastian, Arlo Guthrie y Joan Baez. Esta última recordó el compromiso de los presentes con las luchas sociales con Joe Hill. La corriente más militante de la contracultura continuó con las actuaciones de Jefferson Airplane y de Country Joe McDonald (líder de Country Joe & the Fish), quien brindó en I Feel Like I'm Fixin' to Die Rag una aguda arenga antibélica cantada a coro por más de 300.000 personas. Asimismo, Woodstock fue testigo del nacimiento de un supergrupo de la fusión folk-rock: Crosby, Stills & Nash crearon una atmósfera increíble con varios clásicos de su álbum debut y anticiparon su ampliación a cuarteto invitando a Neil Young.

Woodstock también tuvo funk de la mano de Sly & the Family Stone, y blues, con Janis Joplin, Canned Heat, Johnny Winter y la Paul Butterfield Blues Band, pero si hubiera que señalar un símbolo del festival, ese fue la actuación de Jimi Hendrix. En esos días, el guitarrista de Seattle venía de disolver a la Experience, el power trío que le había dado fama, y estaba por armar Band of Gypsys con otros dos músicos afroamericanos, para profundizar sus raíces de soul y de blues. Woodstock encontró a Hendrix en plan experimental liderando una banda numerosa a la que llamó Gypsy Sons & Rainbows. Tocaron al amanecer del cuarto día, cuando ya quedaban apenas unas 40.000 personas en el predio, pero los estoicos tuvieron su recompensa, porque fue un show dramático, que alcanzó su pico cuando Hendrix hizo su versión del himno de los Estados Unidos imitando con su guitarra el sonido de las bombas cayendo sobre Vietnam.



Hoy, 40 años después, la polémica sigue abierta entre los que sostienen que Woodstock fue el despertar de una nueva conciencia y los que consideran, en cambio, que se trató del final de una era de idealismo e inocencia, tras la cual el rock se transformó en el negocio millonario. En cualquier caso, está claro que el festival de Woodstock marcó un antes y un después en la historia de la música popular del siglo veinte.

domingo, agosto 09, 2009

Defender Nuestro Patrimonio Natural


Este sábado, con entusiasmo y alegría, salimos a la calle a defender el Cerro de la Silla.

El recorrido que se siguió fue a lo largo de el canal del paseo Santa Lucia, donde los paseantes fueron atraídos a conocer el problema que representa la construcción de un túnel a través del emblemático Cerro de la Silla, por una marcha festiva, donde las risas, la gran variedad de propuestas coloridas en mantas y vestimentas, y las convicciones se mezclarón para dar por resultado una fiesta en defensa de la naturaleza y la ecología para las presentes y nuevas generaciones.

A continuación algunas de las imagenes de la marcha.



Las encantadoras musas que representan a la naturaleza, fueron uno de los principales encantos de la marcha



Vista panorámica de los asistentes quienes coreaban: No somos siete, no somos cien, mira Medina cuentanos bien

Vestidos en representación de los arboles caídos

El agua que nos da sustento y vida, representada por una de nuestras ambientalistas


Comentando las ultimas, con la decisión de no permitir mas depredación de las áreas protejidas


Frente a Palacio , la exigencia ciudadana: No mas arboles caídos, no mas zonas protejidas destruidas en aras de jugosos negocios para unos cuantos


Un solo Grito: ¡ No al Túnel si a la Sierra !



Dialogando con la policía. También a ellos se les invita a defender nuestro patrimonio Natural

Con decisión y animo se nos invita a no rendirnos y hacer crecer este Movimiento


Ecologistas de los diferentes como uno solo, harán que este proyecto no se realice

En esta manta los animalitos del área del cañón de Santa Ana, huyen del lugar ante la llegada de vehículos y carretera a su lugar de vida