miércoles, abril 28, 2010

Alberta y Teresa saldrán del penal hoy mismo

Las queretanas otomíes quedarán en libertad una vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación comunique, vía telegrama, al juez, de su resolución

Las queretanas otomíes Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio saldrán este mismo miércoles del penal femenil de San José el Alto, en Querétaro, una vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) comunique, vía telegrama, al juez, de su resolución.

Lo anterior fue confirmado por el gobernador José Calzada Rovirosa, quien se dijo muy contento por la resolución de la Corte, de decretar la libertad inmediata de las mujeres, quienes fueron acusadas de manera irregular.

“Ha sido una lucha de muchos años; una lucha muy complicada y que en esta ocasión, con la participación de la SCJN, del Senado de la República, de los medios de comunicación, de la sociedad civil y de muchas organizaciones nacionales e internacionales, se logró la liberación de estas dos compañeras detenidas irregularmente”, dijo el mandatario.

Entrevistado una hora después de que el pleno de ministros de la SCJN decretaran la liberación de ambas mujeres, Calzada recordó cuando habló con el presidente de la Corte.

“Le dije: ‘señor presidente: en México no solamente debemos de aprehender a los delincuentes, sino también liberar a los inocentes, y las dos compañeras que están presas en un penal de Querétaro son inocentes. Ellas no cometieron el delito por el cual se les está acusando, por lo cual le pido, a nombre de todos los queretanos, que la Suprema Corte atraiga el caso y ahora tenemos la buena noticia de que alcanzan su libertad”.




Calzada Rovirosa afirmó que apenas emitida la resolución de la SCJN, que deja en libertad a Teresa y Alberta, habló con Gabriel –el esposo de Teresa y hermano de Alberta- para compartir la información de su libertad.

Gabriel salió de su casa, en Amealco de Bonfil, alrededor de las 14:00 horas de este miércoles rumbo al penal queretano, para esperar a la salida del mismo, a su hermana y esposa.

El gobernador afirmó que este caso “fue un acto de total injusticia que trastocó la vida de las dos mujeres, aunque también con esta resolución de la SCJN, se reivindica a los pueblos indígenas en México y nos obliga a los gobernantes a estar más atentos en cuestiones de justicia y de pobreza”.

Teresa y Alberta estuvieron en cautiverio desde agosto del 2006, acusadas del secuestro de seis elementos de la desaparecida Agencia Federal de Investigación, junto con Jacinta Francisco Marcial, también indígena otomí.

Esta última salió del penal el pasado 16 de septiembre del 2009.

Caso Teresa y Alberta

Camposantos y Fosas Comunes

Museo de Historia Mexicana.


Quisiera compartir algunas reflexiones motivadas por un intercambio de ideas que hubo ayer en Monterrey a propósito de la política de militarización implementada por la administración calderonista y sus claros efectos en los derechos humanos.

El dato que sobre sale de entre todos es la cantidad ascendente de vidas humanas perdidas. Por desgracia, a los medios, esos actores de la vida pública que se encargan, precisamente, de mediar nuestras representaciones sobre la realidad, les interesa concentrarse en dos tipos de eventos: la suma de las cantidades de muertos que van sumándose a la pila de cadáveres, y luego, en darle una profusión enorme a las declaraciones de funcionarios y a la lectura de los boletines oficiales.

En el camposanto que se esmeran en construir los medios (cuántos muertos van, cuántos hubo hoy, cuántos el último mes, o semana o día), el concentrarse tanto en las cantidades acumuladas lo que acaba por hacer, es ofrecer un panorama de un panteón en donde lo único que hay, salvo algunas excepciones, son las fosas comunes.

Una fosa común es un agujero abierto donde quienes perdieron la vida también perdieron toda seña de identidad personal. En primer lugar, si se trataba realmente de personas vinculadas a las organizaciones delincuenciales; puesto que una vez que los militares han declarado que se trataba de sicarios, los medios siguen la versión transmitiéndola profusamente, ya no hay cabida entonces para que las autoridades civiles inicien alguna investigación conforme a derecho, como es su deber y como lo establece la propia Constitución. Así, se teje una maraña de silencio y de invisibilidad sobre la identidad de los fallecidos.

Una de las consecuencias de la política militarizadora es que las fuerzas armadas no tengan qué responder por los actos en los cuales hubo, precisamente, víctimas fatales. Está dentro del fuero del que actualmente gozan, el que impere la opacidad de lo que realmente sucedió, y de quiénes fueron las personas abatidas.

“Operativos exitosos”, los llaman los boletines y declaraciones triunfalistas de los funcionarios. “Ajustes de cuentas entre delincuentes o pandilleros”, como lo llegó a afirmar el propio Calderón cuando la tragedia de Salvárcar en Ciudad Juárez. Ahí es donde el gobierno pretende que se detenga toda pesquisa, toda información. En sus declaraciones y en ese cierre total de compuertas para saber la verdad.

Sólo cuando los deudos de las víctimas declaran abrirse paso, por varias causas, entre esa maraña de boletines oficiales y de la tormenta de imágenes proporcionada por los medios (la exhibición de cuerpos caídos para en seguida añadir imágenes de casquillos disparados y el supuesto arsenal capturado), sólo cuando los deudos, los amigos, conocidos, vecinos de las víctimas se atreven, juntos, a contar la verdad, es cuando más o menos se logra salir de todo ese tupido ramaje de las triunfalistas declaraciones oficiales. Con el detalle de que las víctimas inocentes ya fueron sometidas a una intensa campaña de estigmatización.

Si esa movilización de los deudos y sus redes de conocidos, de familiares, no logró (por razones distintas) abrirse paso, sus muertos van a dar a la fosa común de personas sin ninguna identidad. Van a dar a esa estadística cruel de las cifras acumuladas. Nada de su pasado, nada de sus esfuerzos. Nada. Simplemente, la nada.

Existe la presunción, la hipótesis, la suposición, de que una parte considerable de las víctimas formaban parte del narcomenudeo. Tiene sentido: no tendríamos por qué renunciar a la experiencia histórica, de aquí y de otros lugares, de ahora y de otros tiempos, que nos señala lo siguiente: en los conflictos que conllevan la pérdida masiva de vidas, los primeros en caer, y quienes aportan la mayor parte de la escalofriante aritmética de la muerte, son las personas más vulnerables. Aquellas que no contaban con redes de protección colectiva, institucional, o grupal.

Ojalá se entienda que la hipótesis anterior es sólo éso: una guía, una pista con la que se puede contar ante la total ausencia de investigaciones conforme a derecho para saber la identidad de los muertos. No se trata por consiguiente de victimizar a diestra y siniestra a todas las personas fallecidas, ni de levantar un discurso maniqueo y sin matices. Lo que se trata de señalar es que una parte considerable de los muertos sigue sin ser aclarada, sigue sin saberse quiénes los asesinaron, continúa la ignorancia de conocer lo que hacían. Por lo que tiene que presumirse su vulnerabilidad extrema, en el sentido de que carecían de esas redes de protección. ¿Eran parte del “narcomenudeo”? Es posible. ¿Eran personas inocentes colocadas en una situación de indefensión total, y de las amenazas hacia sus deudos? Es también posible.

Lo cierto es que mientras continúe la actual política militarizadora, la cual tiene como anexo el fuero militar y la opacidad de los aparatos de represión del Estado, la sociedad civil se encuentra en un estado de ignorancia sobre la identidad de los miles de muertos.

Resulta hasta un contrasentido el que esa misma política calderonista asegure fijarse el “imperio de la ley”. Pues si realmente se quisieran saber los móviles concretos que impulsan a personas concretas a delinquir, tendrían que realizarse investigaciones serias, conducidas conforme a derecho, a fin de conocer sus biografías individuales y familiares. Las posibilidades que les ofrecían sus mundos de la calle, o sus mundos del trabajo, y que les resultaron insatisfactorias y las convirtieron en presas de las organizaciones de delincuentes.

Pero como la orden asumida por soldados o marinos entrenados para matar al “enemigo” no incluye, para nada, hacer ningún tipo de investigaciones, sino sólo eso, echar bala a quienes les parezcan sospechosos, entonces se abre un ancho panorama para la ignorancia de los propios defensores de la “guerra” y de la militarización respecto a quiénes son sus “enemigos” y por qué arriban a ese estado de confrontación.
El “imperio de la ley” preconizado por Calderón no es sinónimo de echar balazos. Que lo digan las familias y seres queridos de los inocentes. Que lo digan las propias fuerzas armadas sometidas a un desgaste en su prestigio y en su presencia como institución republicana.

El “imperio de la ley” es asunto también de una ciudadanía dispuesta a expresarse y a movilizarse de maneras distintas. Es muy sintomático que hayan surgido colectivos estudiantiles. Y que de nuevo se relance el tema de la defensa de los derechos humanos. Queda abierto un panorama donde la imaginación, la creatividad mezclada con una justa indignación, puedan dar el paso a métodos y maneras para condensar una incipiente movilización social en organizaciones más cohesionadas y establecidas, como los observatorios ciudadanos, los comités civiles para la rendición de cuentas, las asociaciones que se vayan sumando a empoderar a la sociedad civil.

Ante la cerrazón de las actuales autoridades, va quedando claro que no queda de otra sino por una apuesta seria a explorar maneras para organizarse desde abajo. Pues de otro modo, la perspectiva es que se sigan cavando fosas comunes de anonimato, de personas sin nombres, sin derechos, sin ninguna identidad, en medio de este crecimiento numérico del camposanto.


Saludos.

José Antonio Trujeque

martes, abril 27, 2010

Miercoles de Haciendo Camino

Este miércoles a las 7:00 tarde noche te invitamos a escuchar Haciendo Camino con lo mejor de la música de trova, canción tradicional mexicana y Latinoamericana de calidad.Así que escuchanos a través de
Somos Uno Radio. Esta semana Juan Pablo Villa y más,
No te lo pierdas, te esperamos

Protesta en el Vive Latino



PROTESTA MUSICAL. René Pérez, Residente, vocalista del grupo Calle 13, escribió un mensaje en su espalda contra la ley antimigrante recientemente promulgada en Arizona. La banda musical de Puerto Rico participó anoche en el concierto Vive Latino 2010.

jueves, abril 22, 2010

Audio de la Entrevista a AMLO por Carmen Aristegui hoy 22 de Abril de 2010



Día de la Tierra

La Tierra es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos. La Tierra misma está viva. Somos partes de un universo en evolución. Somos miembros de una comunidad de vida interdependiente con una magnificente diversidad de formas de vida y culturas. Nos sentimos humildes ante la belleza de la Tierra y compartimos una reverencia por la vida y las fuentes de nuestro ser.

Extracto “Carta de la Tierra”.

Desde 1970 el 22 de Abril ha sido consagrado como el Día de la Tierra, con el objeto de promover, educar y sensibilizar al mundo entero sobre el uso racional de nuestros recursos naturales. Sin embargo, el deterioro actual del planeta nos ha llevado a una situación de crisis mundial producido por el Calentamiento Global o fenómeno de Cambio Climático.

Como Jóvenes Socialistas, y en consecuencia con nuestros valores e ideales, consideramos de suma importancia el hacernos partícipes de una gran lucha por la conservación de nuestro medio ambiente, para así heredar a las nuevas generaciones un hábitat libre de contaminación y de excesos provocados por el ser humano.

¿Qué es el Calentamiento Global?

Es un fenómeno experimentado por el planeta Tierra que implica el alza sostenida de las temperaturas globales desde al menos un siglo y medio atrás, el cual ha sido provocado por los procesos de industrialización, la combustión de grandes cantidades de petróleo, gasolina y carbón, la tala indiscriminada de bosques y algunos métodos de explotación agrícola.

Estas actividades han aumentado el volumen de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sobre todo de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso. Estos gases se producen naturalmente y son fundamentales para la vida en la Tierra; impiden que parte del calor solar regrese al espacio, y sin ellos el mundo sería un lugar frío y estéril. Pero cuando el volumen de estos gases es considerable y crece sin descanso, provocan unas temperaturas artificialmente elevadas y modifican el clima.

Consecuencias para el Medio Ambiente

· La temperatura media de la superficie terrestre ha subido más de 0,6oC desde los últimos años del siglo XIX. Se prevé que aumente de nuevo entre 1,4oC y 5,8oC para el año 2100.

* Numerosas especies vegetales y animales, debilitadas ya por la contaminación y la pérdida de hábitat, no sobrevivirán los próximos 100 años.

* El nivel del mar ha subido entre 10 y 20 centímetros aproximadamente durante el siglo XX, y para el año 2100 se prevé una subida adicional de 9 a 88 centímetros. Si se llega al extremo superior de esa escala, el mar podría invadir los litorales fuertemente poblados de países como Bangladesh, provocar la desaparición total de algunas naciones (como el Estado insular de las Maldivas), contaminar las reservas de agua dulce de miles de millones de personas y provocar migraciones en masa.
* Los rendimientos agrícolas disminuirán en la mayor parte de las regiones tropicales y subtropicales, pero también en las zonas templadas si la subida de la temperatura es de más de dos grados.

* Se prevé también un proceso de desertificación de zonas continentales interiores, por ejemplo el Asia central, el Sahel africano y las Grandes Llanuras de los Estados Unidos. Estos cambios podrían provocar, como mínimo, perturbaciones en el aprovechamiento de la tierra y el suministro de alimentos.

* El calentamiento global podría convertir en inhabitables grandes áreas del mundo y causar enorme escasez de alimentos y agua, lo cual aumentaría las posibilidades de contagio de enfermedades, migraciones y revuelta sociales.



¿Cómo ayudar?

1. Cambia de Luz: Usando ampolletas fluorescentes ahorras 400 kilos de dióxido de carbono.

2. Usa menos el auto: Camina, anda en bicicleta o usa el metro. Por cada 5 Km. que recorras sin conducir un auto ahorras 1,5 Kg. de CO2.

3. Recicla. Con la mitad de tu basura puedes ahorrar hasta 1.000 Kg. de CO2.

4. Revisa tus neumáticos: Mantenlos inflados correctamente para mejorar el rendimiento del combustible de tu auto. Cada litro de gasolina libera 2,5 Kg. de CO2.

5. Racionaliza el uso del agua: Usa menos agua caliente, usa una ducha de baja presión y/o lava ropa con agua fría.

6. Elige lo que compras: Evita comprar productos transgénicos, prohibidos y con exceso de envoltorio.

7. Regula tu sistema de calefacción: Configura el termostato en dos grados tanto en invierno como en verano.

8. Planta un árbol: Un solo árbol absorbe una tonelada de dióxido de carbono.

9. Cuidado con el fuego: A causa del Calentamiento Global es mucho más latente el peligro de enfrentarnos a incendios arrasadores.

10. Ahorra energía: Apaga los aparatos electrónicos que no utilices (TV, DVD, Radio, Computador) o bien desenchúfalos si su uso no es habitual.

Que pases un día de la Tierra con conciencia de tu capacidad para cuidarla

El Aleph en Tepito

Ruta Morte Laguna

Borges es personaje de su cuento más famoso, “El Aleph”. Para abreviarlo, recuerdo que el escritor visita la casa de un amigo medio loco que en su sótano ha descubierto un objeto extraño. Luego de cierto tiempo, el dueño de la casa lo invita a verlo y, así nomás, Borges admira el Aleph, el punto luminoso en el que convergen todos los tiempos y todos los espacios.
Los lectores, fascinados por ese relato, han asociado desde entonces el nombre del escritor argentino al de aquel objeto divino/monstruoso. Con el surgimiento de Internet, lo más cómodo fue pensar que la “supercarretera de la información” (así le decían a la red en una época que ya nos parece el medievo) era, en verdad, el Aleph. No es para tanto, pero asombra todo lo que puede hacerse con las herramientas de la digitalidad.
Una de ellas, no la menos socorrida, es la piratería. Es infinito lo que puede hacerse con las computadoras de hoy, con los programas de hoy, con las malicias de hoy. Falsificar, por ejemplo. Si uno quiere un título universitario, no es necesario estudiar. Lo único que se requiere es un poco de dinero y escoger alguna universidad. ¿Harvard? ¿Yale? ¿La UNAM? Todo es fácil, nomás es necesario contar con un modelo original de título o una imagen clara, para copiarla idéntica y ponerle nuestra foto de ovalito, nuestro nombre y la profesión que estudiamos sin haber aprobado una sola materia. Bien se sabe que muchos profesionistas ya operan así, con títulos expedidos por la Universidad Tecnológica de Photoshop.

El pirataje ha llegado a lo deslumbrante. Como si fuera película de James Bond pero sin película y sin James Bond, los piratas del Caribe instalados en Tepito, verdaderos potentados en ese próspero ramo de la economía, ofrecen ahora padrones enteritos de lo que sea, bases de datos nacionales con nombres, direcciones, teléfonos, curps, erreefecés, marca de calzones y demás a precios de ganga.

Por eso Jacqueline Peschard, comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información, solicitó a la Secretaría de la Función Pública investigar la existencia de una presunta red de servidores públicos que trafican información. Paschard “consideró ‘escandalosa y preocupante’ la venta de bases de datos de millones de mexicanos en Tepito, por lo que demandó al gobierno federal indagar a funcionarios”, pues es muy probable que exista una “red de servidores públicos que trafican información”.
La preocupación —una preocupación que puede ser compartida por cualquier ciudadano conciente del valor de la privacidad— surgió luego de que fuera revelado que “en el mercado negro del barrio capitalino se pueden adquirir, en 12 mil dólares, archivos que contienen el padrón electoral, el registro vehicular y de licencias, entre otros”.
O sea, adiós a la privacidad o a la “secrecía”, como dicen los elegantes, pues en México rola en el mercado negro, como cháchara, toda la información que nosotros suponíamos estaba más bien guardada que la virginidad de Hermelinda Linda. Ya sabemos que no, y que por unos cuantos pesos un comerciante, un político o un extorsionador, que para el caso son lo mismo, pueden tener a su disposición los “generales” de un país.
Hace poco, con el registro de celulares, sus detractores arguyeron uno y mil motivos para echar por tierra su pertinencia. Luego del Día D en el que supuestamente iban a morir millones de teléfonos y no pasó nada, como si eso fuera un juego en el que se vale anunciar “oficialmente” algo y al día siguiente hacer como si lo “oficial” no fuera “oficial”, sino una especie de manita de puerco necesaria sólo para asustar a los remisos, ya sabemos a dónde irán a parar nuestros datos. Muy probablemente, cualquier día de estos, como si comprara un disco pirata de Los Yonic’s o una película de Pixar, cualquier delincuente compre el registro de celulares y nos tenga en un solo paquete, como un Aleph en su puño siniestro, como un bufet a merced de su patanería.

Entrevista a Lydia Cacho en la Universidad de Michigan

Reclamo por la seguridad de Alejandro Cerezo, su familia, el Comité Cerezo y ACUDDEHH

Exigimos a las autoridades mexicanas tomar de manera inmediata las medidas apropiadas para garantizar la seguridad e integridad física y sicológica de Alejandro Cerezo Contreras, familiares y allegados, así como de los miembros del Comité Cerezo México y de Acción Urgente para Defensores de Derechos Humanos AC (Acuddeh), y realizar una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre la vigilancia, seguimiento y hostigamiento recibidos en días recientes.

Ofelia Medina, Daniel Giménez Cacho, Regina Orozco, Felipe Nájera, Heriberto Rodríguez, Luis Mario Moncada, Carmen Huete, Humberto Robles, Begoña Lecumberri, Gilberto López y Rivas, Mujeres sin Miedo, Nuestras Hijas de Regreso a Casa, Lourdes González, Abraham Fraijo, Clara Ferri, Colectivo ContraImpunidad (Uruguay)

CARTA PUBLICADA EN http://www.jornada.unam.mx/2010/04/18/index.php?section=correo

martes, abril 20, 2010

Me Gusta la Gente...


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. Me gusta la gente con capacidad para medir las consecuencias de sus acciones, la gente que no deja las soluciones al azar.

Me gusta la gente justa con su gente y consigo misma, pero que no pierda de vista que somos humanos y nos podemos equivocar. Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales. Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonables a las decisiones de un jefe.

Me gusta la gente de criterio, la que no traga entero, la que no se avergüenza de reconocer que no sabe algo o que se equivocó. Me gusta la gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, a éstos les llamo mis amigos.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata. Con gente como ésa, me comprometo a lo que sea, ya que con haber tenido esa gente a mi lado me doy por bien retribuido.

Mario Benedetti

www.somosunoradio.org
www.luchar-venceremos.blogspot.com

Haciendo Ciudadanía

domingo, abril 18, 2010

Conmemoración de los 33 años del Comité Eureka, 35 de la desaparición de Jesús Piedra Ibarra

Invitación
Conmemoración
33 años del Comité ¡Eureka!
35 años de la desaparición de Jesús Piedra Ibarra


Comité Eureka invita a conmemorar los 33 años de existencia del Comité ¡Eureka! y los 35 daños d e la desaparición del Jesús Piedra Ibarra. Próximo domingo 18 de abril en la acera frontal de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México de las 11:00 a las 13:00 horas.

¡Vivos los llevaron¡ ¡Vivos los queremos¡

miércoles, abril 14, 2010

Miercoles de Haciendo Camino.....



El día de hoy: Buenavista Social Club y lo mejor del Bolero Romantico con sus mejores trovadores. Escuchanos Hoy miercoles a las 7:00 p.m. en SomosUno Radio

martes, abril 13, 2010

13 Razones por las que el Papa Debe Renunciar

DENISE DRESSER

No es posible eludir el tema de la responsabilidad individual del Papa, más allá de su responsabilidad institucional.

1) La primera historia, como ha argumentado Christopher Hitchens en The Great Catholic Cover-Up, es fácil de contar y nadie la ha negado. En 1979, un joven alemán de 11 años fue llevado a las montañas por un sacerdote. Se le administró alcohol y se abusó sexualmente de él. Posteriormente el párroco fue transferido por el entonces arzobispo Ratzinger de Essen a Munich para ser sometido a “terapia”, pero poco después se le permitió regresar al trabajo pastoral, desde donde continuó abusando de niños.

2) Dado el estilo de administración de Ratzinger y su tendencia a involucrarse minuciosamente en las decisiones de sus subalternos, no es creíble pensar que desconociera el paradero y las actividades del pastor abusador. Los documentos del episodio llegaron hasta el escritorio del arzobispo, quien en el mejor de los casos fue negligente y, en el peor de ellos, permitió la perpetuación del abuso sexual.

3) Este caso es tan sólo un ejemplo del patrón de encubrimiento a nivel global en que el Papa participó; un patrón ampliamente conocido y padecido por los padres de niños violados en Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Australia y Alemania, entre los casos documentados. Desde que Ratzinger asumió la dirección de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue responsable de un proceso de obstrucción de la justicia a nivel global. Para Ratzinger, el verdadero
crimen nunca ha sido el abuso sexual o la violación de menores, sino la posibilidad de que esos eventos fueran reportados a las autoridades civiles. Según el arzobispo, las acusaciones sólo podían ser atendidas dentro de la jurisdicción exclusiva de la Iglesia. Quien violara la secrecía exigida corría el riesgo de ser excomulgado.

4) Como señala Hitchens, no satisfecho con encubrir actividades criminales de sacerdotes pederastas, Ratzinger elaboró su propio estatuto de prescripción del delito, para limitar su vigencia en número de años, como si fuera posible hacerlo con respecto a un pecado.

5) El caso de Marcial Maciel es especialmente escandaloso, ya que exmiembros
prominentes de Los Legionarios de Cristo fueron deliberadamente ignorados por Ratzinger a lo largo de los 90. La posición de Ratzinger siempre fue de protección a Maciel –siguiendo los pasos de Juan Pablo II–, incluso cuando se le pidió que pasara sus últimos años en retiro y no bajo una investigación seguida de sanción, como debió haber ocurrido.

6) Al caso de Maciel se añaden las recientes revelaciones sobre el padre Lawrence Murphy, quien abusó de 200 niños sordos en Wisconsin, hechos de los cuales fue informado Ratzinger en su momento. Los abogados estadunidenses que están demandando a la Iglesia han hecho públicos documentos demostrando que, en un inicio, oficiales del Vaticano propusieron un juicio canónigo secreto, pero lo suspendieron después de que el sacerdote apeló directamente al cardenal Ratzinger y obtuvo su clemencia. El padre murió sin haber sido sancionado.

7) Bajo su tutela, la añeja estructura burocrática del Vaticano simplemente no ha encontrado la manera adecuada de procesar y lidiar con la avalancha de denuncias de abuso sexual. En 2001, como cardenal, Ratzinger tomó control del tema; sin embargo, creó una pequeña oficina de 10 personas que ha revisado tan sólo 3 mil casos en 10 años.

8) El Vaticano no ha logrado adaptar su comportamiento insular ante las exigencias de una cultura global crecientemente democrática y exigente. Basta con recordar la torpe reacción de la jerarquía en sus discursos de las últimas semanas, equiparando la crítica a la Iglesia con el antisemitismo. O escuchar a jerarcas eclesiásticos que se han referido a la ola de escándalo mundial como “chismes baratos”. O leer que en ciertos círculos católicos se habla de la existencia de un “lobby judío” empeñado en desacreditar al Papa. Tiene razón Leon Wieseltier, editor de The New Republic, cuando reclama airadamente al Vaticano con la pregunta: “Por qué querría la Iglesia católica defenderse aludiendo a otras enormidades (como el antisemitismo) en las que estuvo implicada? Y además los judíos padecieron mucho más que las críticas de la prensa”.

9) Resulta sorprendente que hasta la fecha el Papa no haya encarado la crisis de manera frontal, personal y humana, atendiendo de mejor manera a las víctimas. Eso en sí revela una falla en su liderazgo como figura política, religiosa y espiritual. Hace falta más que pedir una disculpa de manera genérica. Se ha vuelto imprescindible investigar, sancionar y reparar el daño. La resistencia del Papa a hacerlo pone en tela de juicio el papel que debería desempeñar como Sumo Pontífice. Sus instintos conservadores y la insistencia en la lealtad institucional, la obediencia y la autoridad absoluta del clero han servido mal a los católicos de todas las latitudes.

10) Las fallas del liderazgo papal se vuelven más obvias en la medida en que el escándalo crece en lugar de disminuir. Cuando la Iglesia católica en Alemania inauguró recientemente una línea telefónica dedicada a las denuncias de abuso sexual por parte de sacerdotes, hubo más de 4 mil llamadas el primer día.

11) No hay otra manera de decirlo: ha quedado expuesto, después de años, un periodo negro en el que la jerarquía de la Iglesia católica respondió ante el abuso sexual sistemático con silencio, complicidad, evasión y negligencia criminal. El Papa carga con una gran dosis de responsabilidad que no puede ser ignorada o negada. A pesar de que ahora el Vaticano comienza a salir de su mentalidad “búnker” y a promover acciones más vigorosas ante la realidad de la pederastia clerical, la crisis de autoridad está allí.

12) Aunque se han dado pasos hacia la rendición de cuentas de los abusadores, no ha ocurrido lo mismo con obispos que los protegieron durante tanto tiempo. El Papa no ha limpiado su propia casa de manera suficiente, ni ha demostrado el remordimiento necesario como para despejar la nube que cuelga sobre su liderazgo papal. En su carta abierta al pueblo irlandés, el Papa no pidió ni especificó acciones disciplinarias contra miembros de la Iglesia que participaron en el encubrimiento de abusos de alcances epidémicos.

13) Finalmente, como pregunta Maureen Dowd, católica y columnista de The New York Times: “¿Cómo mantener la fe cuando nuestros líderes no se la merecen?”

Pueblo Bicicletero te Invita a Pedalear en su Primer Aniversario

¡Cumplimos un año! Hemos pedaleado 12 meses buscando hacernos BICICBLES. Para celebrar este esfuerzo ciudadano realizaremos un PACHANGÓN este 25 de abril, en el marco de la clausura del 3er. Festival de la Tierra.

Estamos cocinando una PEDALEADA MASIVA. La idea es juntar más de 250 bicicleter@s para recorrer calles y avenidas del centro de Monterrey.

La cita es en Colegio Civil (Washington y Juárez) el domingo 25 de abril a las 5:00 p.m.

De ahí recorreremos calles y avenidas del Centro de Monterrey para terminar en la Plaza Zaragoza (frente al Museo MARCO) con una buena pachanga.

En el Kiosco Lucila de dicha plaza habrá música, comida, performance, proyección de videos, más música, mucha buena vibra, y otras cosas más.

Si no has participado en un recorrido del Pueblo Bicicletero, ahora es cuando. RECUERDA: queremos ser 250, INVITA A TUS AMIGOS.

Aquí puedes bajar el poster y volantes para rolarlos:
http://tinyurl.com/poster-volantes

lunes, abril 12, 2010

Reforma Constitucional Sobre Derechos Humanos


Discurso de la senadora Rosario Ibarra, ante el pleno de la cámara alta, el pasado 8 de abril, al discutirse la iniciativa de reforma constitucional sobre derechos humanos.

Rosario Ibarra

Señoras y señores Senadores:

Lamentablemente, la sensibilidad política de la Mesa Directiva le llevó a extender el turno de esta importante minuta solamente hasta un punto en que olvidó incluir a la Comisión de Derechos Humanos del Senado. Ello a pesar de que la minuta que viene de la Cámara de Diputados originalmente lo es de las comisiones unidas de puntos constitucionales y de derechos humanos de la colegisladora. A pesar también de la historia de los antecedentes de este tema, como se recoge en el capítulo correspondiente del texto que nos ocupa, en que permanentemente se incluyó, aunque fuera sólo para opinión, a la Comisión de Derechos Humanos.

Me veo obligada, por tanto, a pronunciarme, aunque sea en lo general sobre el dictamen, consciente de la dificultad para influir ya a estas alturas en su contenido. Lo hago obligada no sólo por mi compromiso e interés personal en el tema o por el compromiso institucional que se deriva de mi carácter de Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, sino que más allá de un protagonismo inútil, tengo también el compromiso adquirido con organizaciones de la sociedad civil, académicos y especialistas que incluso, en su momento, fueron convocados por el Congreso a opinar sobre una necesaria reforma integral a los derechos humanos en el nivel constitucional. Después de meses de trabajo en foros y seminarios, con la colaboración también de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, se obtuvieron también importantes resultados. Apoyada en esas conclusiones es que me permití en su momento presentar un proyecto de iniciativa de reforma constitucional como reconocen los antecedentes de la presente minuta.

Este debate ocurre en un contexto de violencia y en un momento crítico de terrible descomposición social y política, marcado por la militarización del país y las recurrentes violaciones a derechos humanos. Ocurre también con la existencia de instituciones pretendidamente dedicadas a la protección de derechos humanos incapaces de hacerlo y sin real autonomía con respecto al poder al que deberían, primeramente, vigilar. En un momento en que, como se ha denunciado aquí, se extiende la inhumana práctica de criminalizar la protesta social. En que oficinas como las del Secretario de Gobernación dice preocuparse por el llamado de atención que desde Ginebra se expresa por el retraso de México en realizar esta reforma constitucional de derechos humanos y todavía ayer recurre a la vulgar práctica de poner celadas a movimientos sociales como lo hicieron sus funcionarios al citar a dirigentes campesinos que, de buena fe quieren dialogar en torno a sus demandas, en un café para entregarlos en un aparatoso operativo a la policía. Con esos antecedentes me preocupa que la reforma que seguramente hoy será aprobada, incluyendo algunos aspectos legítimos y positivos que tradicionalmente hemos demandado, se convierta en una pantalla que oculta una realidad represiva y autoritaria que no se modifica sino que se refuerza, bajo el argumento conformista de que “hasta aquí se logró” y de que es mejor poco que nada. El problema no es, como ya sé que me dirán, la disyuntiva del todo o nada, sino de que el poco sirva como propaganda para pretender ocultar esa realidad represiva y autoritaria, propia de un estado policiaco que se va imponiendo en la realidad. Un estado policiaco en vez de un Estado garantista de derecho, con cara lavada por una reforma que nombra al primer capítulo de su Constitución como el de los derechos humanos.

Lo anterior en un proceso que se pretende culminar con la minuta que ahora se discute; reconozco que la misma presenta algunos avances, como la adopción parcial en nuestro orden constitucional de los últimos avances del derecho internacional de los derechos humanos, el reconocimiento del derecho al asilo o la abolición de la arbitrariedad para expulsar a personas extranjeras de nuestro país, como propusimos en su momento.

De igual modo, resulta positiva la introducción de los derechos humanos como parámetro en la conducción de la política exterior, aunque considero que la misma debe buscar justamente la promoción de los derechos fundamentales y no debe nunca ser pretexto para mermar o incluso violentar otros principios igualmente valiosos en la misma función, como lo es la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, entre otros. Pienso que para este caso la hermenéutica constitucional permitiría elaborar una ponderación axiológica que haga prevalecer el principio más adecuado en cada situación particular donde haya un conflicto entre los mismos. No debe servir como pretexto para subordinar la política mexicana a los designios de potencias imperialistas que hipócritamente afirman defender derechos humanos y realizan invasiones, masacran pueblos y no solamente violan la soberanía nacional de otros pueblos, sino que extienden y generalizan la violación a los derechos humanos.



Otro tema igualmente relevante es el del establecimiento de un núcleo duro e irreductible de derechos que no pueden ser suspendidos, aún para enfrentar las situaciones de emergencia que refiere el artículo 29 constitucional. En general estoy de acuerdo con imponer esas restricciones. El primero de ellos tiene, sin embargo, una redacción ambigua. El derecho a la vida se ha convertido en un lema de aquellos que se oponen al derecho de las mujeres sobre su propio cuerpo. En el contexto del artículo 29, por supuesto, entendemos que el derecho a la vida implica que en ninguna situación de emergencia se justifican las ejecuciones, los asesinatos, la desaparición forzada, todas esas prácticas inhumanas que por cierto vemos estos días en lugares como Ciudad Juárez o Monterrey para mencionar solo 2 casos en que se ejecuta a civiles, generalmente jóvenes o pobres, acusados falsamente de pandilleros o delincuentes, lo que de ser cierto tampoco hubiera justificado tales crímenes. Por eso me preocupa dejar asentado, en caso de que tal redacción no sea modificada para hacer explícita nuestra oposición a esas ejecuciones y asesinatos, el que el sentido de los legisladores actuales va en esa dirección y no en otra que, mañosamente, en el futuro se le quisiera dar. Debe darse al derecho a la vida ese sentido preciso sobre todo porque en los últimos años algunos sectores han querido contraponerlo a la despenalización del aborto, aún y cuando la Suprema Corte ha resuelto que la misma es constitucional. La no suspensión del derecho a la vida no debe interpretarse para contravenir el criterio que al respecto fijó ya el Tribunal Constitucional. Lo que busca esa adición es proscribir las ejecuciones aún durante una situación de emergencia, pero nada indica que deba orientarse hacia la conculcación del derecho de las mujeres a la maternidad libre y voluntaria.



Sin embargo, los avances de la reforma son insuficientes ante la gravedad de los atropellos del poder público desde hace ya varios años; ¿cómo enfrenta esta reforma las muertes de personas inocentes víctimas de la presencia militar en las calles haciendo lo que la propia constitución les prohíbe? ¿cómo atiende impunidad que provoca el fuero militar? ¿Qué les responde a las miles de personas que víctimas de un abuso del poder encuentran un órgano ineficaz para lograr un respeto pleno a los derechos humanos, pero que en cambio resulta sumamente oneroso para las finanzas nacionales?



Esas preguntas me llevan a afirmar que la reforma no toca instituciones autoritarias como el propio fuero de guerra, el cual bajo su actual estructuración ha permitido que cualquier delito que pueda definir la legislación común, se convierte en militar por el hecho de haber sido cometido por un miembro de las fuerzas armadas, permitiendo que el fuero de guerra se convierta en un privilegio y en un sistema punitivo parcial en detrimento de la igualdad ante la ley y del principio de división de poderes que establece que las penas sólo las puede imponer el juez ordinario, según el artículo 21 constitucional. Nuestra iniciativa proponía abiertamente eliminar ya ese anacrónico fuero de guerra.

No se atiende la iniciativa que propone derogar tanto el subsistema de excepción para la delincuencia organizada, el cual suprimió de manera injustificada las garantías procesales de las personas acusadas de delitos relacionadas con aquella, como el arraigo, que es en realidad una forma de detención preventiva de carácter arbitrario ocasionada por un insuficiente control jurisdiccional. Es parte de las contradicciones que representa esta iniciativa y que pretendíamos combatir en nuestra propuesta: por un lado se eleva a carácter constitucional los derechos humanos y por el otro se vienen aprobando reformas como la llamada reforma judicial que limitan tales derechos.

En fin, tampoco atiende la propuesta de introducir, en lugar de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la figura del Defensor del Pueblo, el cual sería titular de la acción de amparo contra la violación de los derechos humanos económicos, sociales, culturales y ambientales. Proponer que la CNDH pueda iniciar denuncias penales ante violaciones a derechos humanos o recomendaciones no atendidas, que de todos modos ya está incluido en su ley orgánica, es un regreso al origen del problema. Si las instituciones defensoras de derechos humanos se crearon por las insuficiencias del sistema de justicia, ahora se propone que puedan recurrir a ese sistema de justicia para lograr que sus recomendaciones sean atendidas. Es una prueba más del fracaso e inutilidad de la CNDH y la necesidad de un cambio radical como el que propusimos de sustituir a la misma por el Defensor del Pueblo.

Estas insuficiencias son aún más preocupantes porque al parecer ésta es la única reforma que sobre derechos humanos se aprobará en esta legislatura, pretendiendo que con la misma se atienden los graves problemas y demandas que sobre el particular existen. No puedo aceptarlo; todo el dolor y los atropellos que producen tanto autoritarismo como la falta de control en el ejercicio del poder, me llevan a reservarme el derecho de seguir impulsando una reforma integral sobre derechos humanos.



Muchas gracias.




Desalojo en La Industrial
Coral Aguirre

El viernes por la mañana leí las notas sobre el desalojo en la Colonia Industrial. Observé las fotografías, esa gente con los rostros crispados a causa de su expulsión. Recordé el desalojo nuestro de la casa de Nueva Linda Vista, que habíamos conseguido por traspaso y con un buen sacrificio monetario.



Recordé que nos avisaron del juzgado correspondiente a las 11 am, para tenerla desocupada tres horas después. Al recordarlo, me sentí una privilegiada. Llegaron los amigos, todos con sus carros, una larga fila delante de la casa, los libros, los aparatos electrónicos, las macetas con las plantas, las lámparas y las bibliotecas entre otros muebles menos importantes, todo fue transportado. Y lo logramos gracias a la solidaridad mexicana.



Pero éstos de hoy son pobres, están de más, no sirven socialmente hablando, eso se piensa a la primera, y me espanto. Qué posibilidades han tenido, cuáles garantías, cuánta atención del Estado, son pobres, no están respaldados por ningún privilegio, no tienen derecho a la demanda. Un juez firmó la causa y santas pascuas. El gobierno no se hace cargo. No hay resguardo, ni traspasos, ni la oportunidad de otro asentamiento, ni fondo de ayuda, ni apoyos de ninguna especie. Están huérfanos.



Me viene a la memoria la cartilla de los derechos humanos. Es tan bella, uno la lee y cree que el mundo es armonioso y posible. Derecho a los estudios, al ocio, al trabajo, a la libertad de expresión, a la vivienda…, entre tantos otros derechos que uno recorre con la mirada que termina extraviándose, por la utopía que todo ello representa.



Vuelvo al periódico y la noticia. Toda acción que vulnere nuestras vidas es una violencia indebida. Violencia son los tiroteos en las calles, el Ejército y el narcotráfico enfrentados. Pero también violencia y de las peores es que las leyes, el Estado, el Sistema o lo que fuere, no protejan a su gente. A su pueblo.



Nunca vi a un rico desalojado de esa forma, ni siquiera cuando ha habido fraude, estafas o el mayor de los dolos. ¿Qué representa para los desalojadores esas pobrecitas casas y esos terrenos mínimos?, ¿qué han ganado con el atropello?, ¿quién se hace cargo?, ¿quién defiende la vida de esa gente?



En 1789 se proclamaron los Derechos del Hombre, cuánta miseria desde entonces y cuánto olvido.

Como pequeña burguesa que soy, mi desalojo fue uno de los días más negros de mi vida, y sin embargo conté con todos los recursos para rápidamente ser recibida por mis amigos y luego rentar la casa en la que vivo. Me pregunto si esta gente cuenta con los mismos avales y puede de la noche a la mañana rentar una casa, amueblarla, cubrir los gastos que ello implica y seguir viviendo como si tal cosa.

O ¿quién se hace cargo?

El Pozo de vivales y propietarios



Lylia Palacios



A río revuelto, ganancia de pescadores, dice el refrán, y en este caso significa que ante el clima de desgobierno que vive la ciudad y el estado, los “vivos” ya andan haciendo pingües negocios a costa de los más pobres.



El desalojo de 100 familias que habitaban 10 vecindades en el antiguo barrio El Pozo, contiguo a la colonia Industrial, es una violación a los más elementales derechos humanos que no pude ser callada ni solapada. No sólo los desalojaron, ¡destruyeron sus casas!, sin importar que quedaran expuestos a la interperie en la calle. “Ay, pero eran posesionarios”, dicen las buenas conciencias, vigilantes de la sacrosanta propiedad privada. Pero, ¿acaso esa condición irregular le da derecho a un juez a enviar 60 policías y 13 patrullas a proteger las maquinas y hombres que redujeron a escombros las viviendas de estas familias? Es un caso que huele más a negocio vil por cualquier lado que se le vea.



El Pozo es el predio de posesionarios más antiguo de Monterrey. Surge al despuntar el siglo XX, al lado de la fulgurante Cervecería, el faro que atraía a la migración ansiosa de trabajo. Dice Celso Garza: “El Pozo, junto a la Cervecería Cuauhtémoc, era una realidad y los posesionarios tomaban su lugar en las vías de ferrocarril, entre Colón y Calzada Victoria. Nuevos regiomontanos se afianzaban a la urbe que les daba sustento y trabajo.” (El Norte, 20 de marzo de 1996.) Es decir, estamos hablando de un lugar que no fue ocupado ayer, sino hace ¡100 años! ¿De dónde saca el juez como justificante del atropello, una supuesta demanda contra esos colonos ¡por falta de pago de renta desde el año pasado! ¿Quiénes son los demandantes, quiénes son los “dueños”? ¿Por qué esa acción tan violenta y expedita? ¿Por qué ahora que se está remodelando la Central de Autobuses se saca a patadas a todos los que habitan exactamente atrás de la Central? Y no es pura especulación. Conviene remitirnos a los antecedentes.



El Pozo, habitado primero por entusiastas migrantes deseosos de integrarse al desarrollo de la ciudad, al paso de los años, el abandono en que siempre se le tuvo por su condición irregular (hasta los años noventa seguía careciendo de servicios de agua y drenaje), terminó por empobrecer las condiciones de vida se los que se fueron quedando allí. Pero, el crecimiento de la ciudad fue dejando este predio en el centro de la misma, convirtiéndose en un lugar valioso.



En 1992 se impulsó el proyecto de ampliación de la Central de Autobuses, con la protesta de los colonos de El Pozo, ante el temor de un desalojo. Ellos mencionaban que el gobierno de Martínez Domínguez les había prometido regularizar su situación, pero no se concretizó (recordemos el programa de regularización “Tierra Propia”). Las notas que recogió entonces El Norte, nos ilustran: el 20 de octubre de 1992, menciona que allí habitaban familias desde hace más de 70 años y respecto a la propiedad del predio, aluden: “…cuyos propietarios originales se pierden en el tiempo”. O séase que hace 18 años los propietarios ya entonces “se perdían en el tiempo”.



En una editorial del mismo periódico, del 23 de octubre del mismo año, y en el contexto de la posible construcción de una central de autobuses, se dice: “Desde el punto de vista urbano, los terrenos de El Pozo tienen un valor incalculable, porque están ubicados en el corazón de la ciudad. Es evidente que tarde o temprano este sector desaparecerá, porque es incompatible con el crecimiento de la ciudad (…) En estas circunstancias, lo mejor sería una concertación entre el gobierno del estado y los posesionarios, para que aquél rescatara terrenos valiosos a los que se les daría un uso social sobresaliente, y éstos fueran indemnizados de tal forma que pudieran adquirir casas habitación más dignas y con todos los servicios, en alguna colonia.” Era un argumento racional, humano y legal, que en la acción de hace unos días se pasó por alto en todos sentidos.



Ahora bien, de las dos notas anteriores podemos concluir lo siguiente: a) es más que dudosa la autenticidad de propiedad que supuestamente está atrás de la demanda y de la orden de desalojo del juez; b) no obstante, ni la propiedad más “legal” justifica destruir la vivienda de ningún ser humano; c) por lo tanto, urge que las autoridades correspondientes informen públicamente de la “justificación” legal de tal medida, y del supuesto (o real) propietario; d) el gobierno municipal (PAN) y estatal (PRI), parece que están pintados (salvo que guarden algún interés en esta acción), pues están dejando a la ciudadanía ya no sólo en manos del crimen organizado, sino que también avalan a jueces y cuerpos policiacos que funcionan como grupos de choque contra la población desprotegida.



Ante esta situación, es pertinente preguntarnos quiénes siguen. El desgobierno y la ambición extrema por la vía del enriquecimiento rápido, puede ser el inicio de un caminito de consecuencias desastrosas, pues en el amplio centro de la ciudad existen aún predios “irregulares”, viviendas con renta congelada, en donde han vivido por décadas muchas familias pobres, pero que ahora parece ser el objetivo de algunos vivales.



¿Existirá alguna autoridad que se los impida?

viernes, abril 09, 2010

Libertad a Alberta y Teresa


La insensibilidad y la indiferencia han permitido que
la Delincuencia Institucional se ensañe en contra de
miles de ciudadanos. Ejemplos de injusticia hay
muchos. Uno de ellos es el cautiverio que durante
cuatro largos años han padecido dos mujeres, Alberta
Alcántara Juan y Teresa González Cornelio (de 27 y
22 años de edad, respectivamente). Indígenas del
estado de México de habla hñahñú, pero también
hablan y entienden bien el español.
A cada una se les impuso penas de 20 años de
prisión y 91 mil 620 pesos de multa, por el absurdo
delito de secuestro equiparable.
Alberta es soltera, que antes de ser detenida, era
obrera de la fábrica Caltex, con salario de 415 pesos
semanales. No afecta al tabaco, alcohol, y drogas.
Teresa, casada, una hija, dedicada al hogar, sin
ingresos. Tampoco es afecta al alcohol, tabaco y
drogas. Ambas fueron detenidas junto con Jacinta
Francisco Marcial, quien está en libertad desde el año
pasado, gracias a la presión ejercida por grupos de
ciudadanos y de organismos no gubernamentales de
derechos humanos, así como Amnistía Internacional
que la declaró presa de conciencia orillando a la PGR a
reconocer la insuficiencia de las pruebas por lo que se
desistió de acusarla en segunda instancia, pero de
manera incomprensible no procedió igual en el caso de
Alberta y Teresa.
Recordemos el motivo por el cual estas víctimas de
la Injusticia perdieron su libertad desde 2006.
Seis policías de la Agencia Federal de Investigación
(AFI) –una corporación que duró menos de 10 años,
lapso suficiente para alcanzar una terrible fama-,
visitaron por su cuenta el tianguis de Santiago
Mexquititlán en el estado de Querétaro, donde las
detenidas tenían un modesto puesto de aguas frescas
y chucherías. Estos delincuentes acudieron al tianguis
para extorsionar a los comerciantes y a la clientela, con
el pretexto de impedir que se expendan productos
piratas y drogas. Pero se toparon con la resistencia de
unos 200 tianguistas que se negaron a pagarles la
cuota exigida y además, les reclamaron la devolución
de lo que algunas personas habían aceptado pagar
para que los dejaran en paz. Los polizontes fueron
rodeados e impedidos a moverse lo que obligó a que
uno de ellos fuera a buscar el dinero mal habido y así
los otros pudieron retirarse.

Ofendidos en su orgullo, los delincuentes con licencia
para robar, resolvieron vengarse y demandaron a Jacinta,
Alberta y Teresa, por ser las que aparecen en primer plano
en la foto publicada por el diario queretano “Noticias” que al
día siguiente del suceso publicó: “AFI secuestrado. Más de
100 tianguistas de Santiago Mexiquititlán los retuvieron seis
horas”. Estas fueron las pruebas que los angelitos de la
extinta AFI presentaron y ni tardo ni perezoso el cobarde y
perverso juez las aceptó para condenar a las detenidas.

Suponiendo que haya sido verdad que hubo tal secuestro,
entonces el secuestro fue cometido por una pequeña
multitud, hecho que el irresponsable y perverso juez pasó por
alto con tal de quedar bien con los policías quienes a última
hora presentaron una supuesta denuncia anónima de que
Teresa y Alberta vendían artículos piratas y drogas.
Esta canallada derivó en un proceso prolongado y
plagado de irregularidades que merece castigo.
¿Quién castigará al juez cuarto de distrito por violar la
Constitución al extender el proceso de agosto de 2006 a
noviembre de 2009, siendo que un juicio de ésta índole no
debió durar más de un año? ¿Quién castigará al Ministerio
Público, a los titulares de la PGR que solaparon a los
polizontes extorsionadores? ¿Asumirá su responsabilidad de
hacer justicia la Suprema Corte de Justicia de la Nación?
Este crimen seguramente quedará impune como tantos
otros, gracias a que los medios masivos de comunicación
han hecho de la sociedad una presa dócil, acrítica, irreflexiva
y lo peor, insensible.
¡¡Alberta y Teresa son presas de conciencia,
exijamos su inmediata liberación!!