jueves, abril 08, 2010

31 de marzo, crónica de un robo: o como los diputados entregaron nuestro bosque

Ximena Peredo
Para la incansable Denise Alamillo


BITÁCORA DE UNA ACTIVISTA

Es difícil reseñar una función que duró más de 12 horas y que tuvo tantos picos y nudos en su desarrollo, pero lo intentaré. Pero antes de eso, un preámbulo: la ciudadanía durante todo el acto, tuvo una posición de dignidad ante los tratos humillantes que recibió. En la repartición de papales le tocó interpretar el más difícil, el de quien es amenazado con la expulsión si no sonríe al tragar mierda. La política reclama que después del garrote demos las gracias, pero los miembros del Colectivo Ciudadano en Defensa de la Pastora que estuvimos ahí terminamos por vomitar ante el platillo que nos ofrecían.

10:30 am. El Colectivo se comienza a reunir en el hasta bandera del atrio del Congreso. De nuevo, éramos más de 50 personas. Cada uno tomó el nombre de algún diputado al que le haríamos marcaje personal. A mí me tocó “Tomás Montoya, del PRI”; de pronto, espontáneamente empezamos a gritar el nombre del diputado que nos tocó, y el resto contestaba “¡marcaje personal!”. Fue un momento de sincronía. De esos instantes privilegiados que viven los grupos organizados, que se respetan y se admiran mutuamente.

11 am. Nos formamos en un fila para entrar el recinto. Sin novedades en la entrada: todos pasamos, -aunque esto, hay que decirlo, fue producto de varias luchas anteriores con el personal de seguridad del Congreso. En galera nos dimos cuenta que aún no había butacas, que los clavos seguían expuestos (del Colectivo a varios compañeros se les rompieron los zapatos) y que el barandal del lado derecho, que ocupábamos, estaba bloqueado por los respaldos apilados de las butacas. Así que ni asomarnos a los leones podíamos. En la sesión la diputada del PRI, Sonia González, y el diputado Homar Almaguer, del PT, dirigieron dos discursos ambientales, hablaron de la importancia de los árboles y de los bosques. Los del Colectivo no dábamos crédito de la hipocresía con que se atrevían a enarbolar la causa ambiental cuando que horas después apoyarían la pérdida de 25 hectáreas de espacio verde. Pero en fin, aquí la nota se la llevó uno de nuestros compañeros que a Almaguer le gritó: “¡Duendecillo del bosque!”, la verdad es que esta puntada me hizo reír con ganas, pues la tensión era mucha y la frase era contundente pero respetuosa. Gracias a que comenzamos a grabar con nuestras cámaras las condiciones físicas de la galera y a que una compañera se dedicó a marcar cada uno de los clavos para protección del resto, la Coordinación de Seguridad levantó dos horas después los muebles que invadían el espacio de la ciudadanía y sobre los clavos colocaron una cinta amarilla. Después de dedicarse a leer dictámenes por más de cuatro horas, sin que al menos dos diputados al mismo tiempo estuvieran poniendo atención, y viendo a la Secretaria de la Mesa Directiva luchar contra el efecto de las soporíferas palabras de los oradores, decidimos bajar a investigar qué estaba pasando. Fuimos a las Previas del PAN, Héctor Camero, Nacho Zapata, Claudio Tapia y yo. Por fortuna dentro de la sala encontramos al diputado Alfonso Robledo, quien en todo momento se manifestó en contra de que el estadio se construyera en la Pastora. Sin embargo, al preguntarle sobre la posibilidad de que la votación se realizara ese día, noté que Robledo debilitaba su postura. Lo confronté cuando dijo que su postura siempre había sido un sí condicionado. Le recordé que su principal condición era que el estadio se construyera en otra parte, a lo que no le quedó más que asentir. Como testigos panistas estaba su Coordinador de Medios y el Diputado Víctor Fuentes, sonriente en todo momento. Les dije: “no nos vayan a jugar el dedo en la boca, diputados”; traté de desenmascararlos con preguntas, pero Robledo no soltó prenda. No se atrevió a confesar que ya había aceptado pactar y aprobar el estadio. No pudo por vergüenza o por cinismo, eso nunca lo sabremos. Salimos de Previas confundidos. Algunos decían que estaba confesando, yo no quise creer esto.

Regresamos con los compañeros que permanecían en galera. Ya nuestros rostros estaban cansados, no habíamos comido, y resulta muy desgastante –emocionalmente- asimilar lo que uno observa en el Congreso. Es un golpe moral fuerte que sólo entendemos si asistimos a una sesión. Es una cubetada helada de realidad: es ver al País secuestrado por los partidos-empresas-mafias. Estos son otro tipo de cárteles, contra los que pocos alzamos la voz.

Hicimos roles de vigilias. Algunos compañeros regresaron a sus casas a descansar, otros fuimos a comer y otro grupo se quedó observando, a la espera de ser reemplazados. En ese lapso, mientras comíamos apresuradamente unas tostadas de ceviche del Vita-Mar, fue que el honorable congreso decidió darse una pausa y llamar a receso. Esto sirvió para que los compañeros que habían permanecido en Congreso salieran a comer unos tristes sándwiches del Seven. Nos encontramos de vuelta en galería. Nos entretuvimos de diferentes maneras mientras esperábamos novedades legislativas. Yo me dediqué a entrevistarlos con una cámara de video. Les preguntaba qué significa para ellxs esté lugar –el Congreso y qué opinión tenían de los diputadxs. Las respuestas pronto las editaré para compartir el video, pero este ejercicio me hizo recuperar la energía. Escuchar la lucidez de cada uno de los compañeros levanta muertos. Al escucharlos confirmé mi credo.

Horas después nos enteramos de que las comisiones por fin sesionarían para votar el dictamen. Décimo piso, sala Fray Servando Teresa de Mier (y el libertario cura revolcándose en su tumba), una comisión del grupo subió. Nos detuvieron en la puerta. El personal de seguridad nos dijo que entraríamos una vez comenzada la sesión. Esperamos. Mientras tanto entraban a la sala un montón de personas, desde prensa hasta asesores, secretarias, diputados. A los legisladores les decíamos que no nos dejaban pasar, ellos nos contestaban alzando los hombros. El día anterior, en sesión del pleno y a propuesta del prisita Héctor Morales, se aprobó que la reunión de comisiones fuera secreta, a espaldas de la ciudadanía. Esto lo aprobaron también los panistas, vale la pena señalarlo. Sin embargo, en la propuesta de Morales se especificó que una comisión de ciudadanos pasaría a la sesión, situación que nos fue negada. Por más que insistíamos a los diputados que ingresaban a la sala que no participaran en una sesión que prohibía el paso a la ciudadanía, éstos terminaron ignorándonos. Por eso nos quedamos afuera de la sala, viendo cómo entraban otras personas y cómo algunos salían para tomar aire pues la atiborrada sala se convirtió en una cueva infernal, de la que la gente salía empapada en sudor. Al terminar la sesión, que duró poco más de una hora, reclamamos a los diputados el habernos dejado afuera. Les llamamos traidores, pero ninguno contestó. Algunos salían con la mirada al piso. El dictamen había sido aprobado por unanimidad.

La sesión del pleno se reinstalaría, así que bajamos tan rápido como pudimos para tomar nuestro lugar en galería. Nuestra sorpresa fue que de nuevo los elementos de seguridad del Congreso, ahora acompañados de policías estatales, nos negaban la entrada. ¡No lo podía creer! En ese punto estaba yo en todos los sentidos desgastada. Mi rostro estaba desencajado y mis palabras se habían escondido dentro de mí. No podía hablar ya. Me sentía lacia, como decía mi abuela cuando la energía nos ha abandonado. Pero de pronto, la ira me invadió completamente, por eso traté de cerrar todos mis escapes: no hables, Ximena, me decía. Temía desbordarme en lágrimas y contagiar al grupo de mi desolación. Fue entonces que algunos diputados entraron por la misma puerta que se nos cerraba a nosotros. Los compañerxs les decían: “¡No nos dejan entrar!”, pero ellos parecían congratularse con nuestra situación. Adentro, en el lobby algunos compañeros nos veían y gritaban: “¡Déjenlos pasar! ¡déjenlos pasar!”. Viendo a uno de los compañeros que estaban adentro tuve unas incontenibles ganas de llorar como viuda. Sergio es un padre de familia ejemplar, tiene tres hijos, es vecino de Guadalupe, cargaba su maletín del trabajo con una mano, y bajo el brazo llevaba algunas pancartas nuestras enrolladas. Me conmovió profundamente su imagen. La imagen nuestra, la de los ciudadanos luchones, la de los trabajadores de tiempo extra, la de los papás preocupados por el futuro de sus hijos. A él y a su esposa Malena los admiro de corazón: llevan a sus hijos a las juntas y a las marchas, forman en ellos el sentido de comunidad. En fin, todo eso pensaba viendo a este compañero. A punto de ponerme a chillar de la desesperación por el castigo que recibíamos por disentir dignamente, llegó un compañero, Uriel, otro ciclista urbano, que nada más de verme el rostro decidió abrazarme con un brazo, un apapacho de compañeros, de camaradas, sin decir palabra lo dijo todo.

Uno de los diputados que suponemos sintió más culpa por haber aprobado el dictamen y luego el decreto, fue Víctor Fuentes, el sonriente. Tal vez por culpa fue que se comprometió con nosotros a liberar nuestra entrada. Lylia le aclaró que ella nunca había creído en él pero que había otras personas, señalándome, que estaban claramente desilusionadas. Fuentes, cínico, me miró para espetar: “pero si ella no me conoce”, esto valió para que le contestara: “exactamente, ahora ya lo conozco”. Sonrió, qué más. Al poco rato volvió con la buena nueva de que, gracias a sus gestiones, podíamos pasar. Salió a decir esto esperando una estrellita en la frente pues seguro está acostumbrado a tratar con ciudadanos que no conocen sus derechos y por eso agradecen cuando hay justicia. Víctor Fuentes me llama por mi nombre desde la puerta abierta: “Ximena, ¿quieres pasar?”, yo me le quedo viendo, él repite: “¿Quieres pasar o no?”, nos acercamos a la puerta pero le digo: “Pasar es nuestro derecho, no una concesión suya, no tenemos nada qué agradecerle”. Fuentes pone cara de Uuuuuta, con nada les doy gusto, ingratos.

9 pm. Nos reunimos con nuestros compañeros, que nos dan la bienvenida. Pasamos a galería. Somos más de treinta personas. Estamos por cumplir 12 horas en el Congreso. Miércoles santo para los católicos, oscuridad en la calle: la gente de vacaciones, los diputados sesionando, había razones para sospechar. En ese entonces ya todos sabíamos que el PAN aprobaría el decreto, sólo la perredista María de los Ángeles mantenía su postura ante el despojo del patrimonio público. La sesión se reinicia. Nosotros decidimos tapar nuestra boca con cinta sobre la cual escribimos: “¡Traidores!”, “¡Ecocidas!”, “¡Mentirosos!”. Teníamos la idea de no hablar, de no gritar, de no desmoronarnos frente a ellos., de repudiarlos en silencio. Así fue que mantuvimos un silencio sepulcral –nunca mejor dicho- mientras escuchábamos cómo cuatro diputados priistas daban lectura durante más de hora y media al dictamen. Algo histórico fue que como parte del dictamen se da lectura también a los resúmenes de los documentos que ingresó la ciudadanía al expediente. Leyeron nuestros argumentos y los de otros grupos ciudadanos organizados. En el pleno se escuchó por qué resistíamos a la entrega de patrimonio público a manos privadas, se habló de otros lugares alternativos, de la defensa de los espacios públicos, de la ausencia de utilidad pública del proyecto, de la posibilidad de regenerar un bosque en esas 25 hectáreas, de la posibilidad de construir ahí un vivero, la universidad del desarrollo sustentable, la siembra de hortalizas y huertos, en fin. Fue un logro ciudadano el haber participado en el debate con argumentos sólidos y propuestas. Nosotros cumplimos cabalmente. Héctor Morales fue quien leyó la última parte del dictamen. En seguida vendrían participaciones a favor y en contra, y luego la votación.

La primera en hablar fue la diputada perredista, esposa del líder del partido en el estado, un hombre al que los mismos perredistas repudian por sus prácticas caciquiles en García. María de los Ángeles Herrera leyó un discurso que aglutinaba muchos argumentos válidos para rechazar el proyecto en la Pastora. Lo hizo bien, tal vez causó alguna comezón en los panistas y el petista, pero no en el PRI, mucho menos en Juan Carlos Holguín, único diputado del Partido Verde quien, timorato como pocos, decidió no entrar a la sesión, aunque en muchas ocasiones se comprometió a votar en contra. Al terminar Herrera, pidió la palabra Alfonso Robledo, del PAN; al saber ya que había traicionado su postura, los miembros del Colectivo decidimos darle la espalda, en un acto simbólico de reciprocidad, como repudio al diputado que se cambia al bando contrario al de los argumentos. Personalmente, la pérdida de Alfonso me duele. Sin creer en los partidos, creí en él como persona, en él y en Hernán Salinas, líder de la bancada panista. Pensé que eran diputados excepcionales, pero me hago responsable de mi error. Robledo se levantó a dirigir un mensaje francamente patético. Lo digo con conocimiento del adjetivo. “Vengo a defender a mi partido”, comenzó. Aludió a la “dictadura de la mayoría”, dijo que teniéndola perdida prefirieron modificar un dictamen que como quiera se aprobaría. Pragmático, pensarían algunos. Pero el ave se fue en picada cuando mencionó estas modificaciones, que comprendían los rondines de una patrulla por la zona para alejar a “los rateros”, ¡Vaya, por Dios! ¡Ese sí que es oficio legislativo, Robledo! ¡El PAN nadando en sus propias tibiezas! No me aguanté y grité a todo pulmón: “¡La seguridad es un derecho, no una concesión!”; en tribuna, Alfonso Robledo me contestó: “Si, ta bueno”. Nadie pudo seguir guardando su indignación atrás de una cinta, la mayoría comenzamos a gritarle, sobre todo los vecinos, timados, defraudados por su representante. El Presidente de la Mesa hizo leer a la Secretaria el artículo del reglamento interior del Congreso que exigía a los asistentes guardar el decoro, so posibilidad de expulsión. Nuestro compañero David, contestó señalando a todos los diputados presentes: “¡pues aquí está lleno de criminales!”, “¡Entonces no hay quórum!”, gritó alguien más. Todas nuestras palabras caían sobre los hombros de los diputados y diputadas. En el mejor de los casos generaban en ellos vergüenza.

Después habló de nuevo la diputada, con argumentos similares a los antes dichos. Terminó César Garza, del PRI, quien luciendo la retórica típica del líder sindical gritó voz en pecho y casi desgarrando su garganta, al borde del llano, que él amaba a La Pastora, que había trabajado en la fuente de snack del parque, que se sentía orgulloso de apoyar el estadio que disfrutarían sus hijos. El PRI, la putrefacción política de quien mancha las palabras, de quien sonríe y baila tragando mierda. El PRI es un recordatorio permanente de lo que podemos llegar a ser si aprendemos a pactar y a doblar nuestra conciencia.

El Presidente de la Mesa Directiva volvió a amenazarnos con la expulsión. El Coordinador de Seguridad, Fernando Pérez, estaba atrás de nosotros. Yo le pedía de favor que se moviera de mi espalda, que me incomodaba, que se hiciera a los lados. Mientras tanto, tuve una discusión con algunos perredistas que subieran a galería a colgar una manta sobre el espacio que estábamos ocupando. Les pedí de favor que se movieran, que no se colgaran en un movimiento ciudadano apartidista, pero los chicos se negaron. Así fue que bajamos a hablar con el coordinador de prensa, quien nos ignoró. Al subir volvimos a pedirles que se retiraran, pero la persona que recibía llamadas que lo hacían gritar consignas, me dijo que teníamos las miras muy cortas y que cuánto me pagaban por reventar el movimiento. Me dio risa su pregunta, me pareció una proyección clara de la conciencia de mi interlocutor. Pero no me molesté siquiera en discutir el punto. Simplemente me alejé.

Héctor Gutiérrez de la Garza, pastor del rebaño, propuso al pleno la votación nominal, es decir, que cada uno de los diputados se pusiera de pie para dar su nombre y el sentido de su voto. El gesto fue una probadita de su poder. Obligó a los panistas, que tenían la cola entre las patas, a que se levantaran frente a nosotros a traicionarnos. El PRI quería verlos así, sumidos, humillados. El espectáculo fue desastroso. Un suicidio en grupo. Los panistas besaron la mano de Gutiérrez de la Garza para luego, con la voz muerta, decir: “A favor”. Pero a los panistas se les salió un diputado de control: Arturo Benavides, quien junto a María de los Ángeles, votó en contra, rompiendo el poder del bloque. Evidenciando la cobardía del resto.

Cuando la Secretaria leyó los resultados, con sólo dos votos en contra y una abstención del timorato Homar Almaguer, del PT, los priístas se pusieron de pie a aplaudir. Mientras el PRI lucía ganador, los panistas se sumían en sus sillas. “¡Aplaudan!”, los instábamos, “¡únanse a la fiesta del PRI!”; “¿por qué no festejan?”; pero los panistas se mantenían impávidos en sus asientos. Sin mover siquiera la cabeza.

De camino al Nuevo Brasil, en donde cenamos y brindamos con una cerveza Victoria, por la ciudadanía que lucha, pensábamos en la política. En la carrera de todas las personas, hay un punto en el camino que se bifurca: formas parte de la corrupción o no. La corrupción no es sólo recibir dinero, es violentar los principios, es apalear a la conciencia, es obedecer ciegamente, es rajarse por dentro a cambio de favores, es ceder a presiones y también es recibir dinero. Yo, cruzando la Explanada de los Héroes, me dolía con los amigos por el duelo personal que atravesaba por haber creído en Hernán y en Alfonso.

En la cena recuperamos los mejores momentos de la jornada, nos reímos, evaluamos. Nuestro objetivo nunca fue que el Congreso se negara a entregar a FEMSA las 25 hectáreas de espacio público; si así hubiera sido, hoy estaríamos todos metidos en cama, envenenados de ira y de frustración.

Nuestro objetivo es construir ciudadanía, generar reflexiones, debatir con la élite política, mejorar nuestras prácticas de convivencia social, llamar a cuentas a los representantes, dignificar a la ciudadanía como soberana.

Por eso, ese día nos sentimos vencedores, por eso pudimos dormir como lirones.

Y, los diputados, ¿qué tal durmieron?

viernes, abril 02, 2010

A Propósito de Minorías Ridículas


Ridicula Minoria

Denise Dresser

“No nos vamos a dejar dominar por una bola de maleantes que son una ridícula minoría”, declara con vehemencia Felipe Calderón. Sin duda el Presidente se refiere a los narcotraficantes, a los criminales organizados, a los secuestradores, a los capos, a Los Zetas, a los sicarios, a todos aquellos que retan a la autoridad y buscan ser dueños de la plaza que el Estado necesita monopolizar. Pero al escucharlo, resulta difícil minimizar el problema como él intenta hacerlo. Resulta inverosímil pensar que el reto para México se reduce a un manojo de personas violentas con camionetas y ametralladoras que el despliegue creciente de la fuerza pública logrará -algún día- subyugar. La situación es más grave de lo que se admite, más compleja de lo que se discute, más difícil de lo que el gobierno calderonista quiere reconocer.

Como lo revela el libro El México Narco, coordinado por Rafael Rodríguez Castañeda, el narcotráfico ha invadido el territorio nacional, región tras región, estado tras estado. Con la complacencia y la complicidad de las autoridades -civiles, policiacas, militares- el narcotráfico ha convertido al país en una potencia de producción, venta, distribución y exportación de estupefacientes. Desde Tijuana hasta Cancún, desde Reynosa hasta Tapachula, los cárteles imponen sus propias leyes, cobran sus propios impuestos, instalan sus propios gobiernos. La “ridícula minoría” ha logrado poner en jaque a la impotente mayoría. México no puede ser catalogado como un Estado fallido, pero se ha convertido -en ciertas franjas del territorio nacional- en un Estado acorralado.

Si durante el sexenio de Vicente Fox, la PGR había detectado la presencia de siete cárteles bien estructurados y bien protegidos, ahora vemos su multiplicación. Su diversificación. Su participación en nuevos negocios como el secuestro y el tráfico de personas. El mercado del delito es más amplio y más competido; más grande y más reñido. Basta con mirar a Aguascalientes que dejó de ser el “oasis de tranquilidad” para convertirse en un sitio de enfrentamientos constantes entre los cárteles de Juárez y Sinaloa. O Durango, el estado de la impunidad garantizada. O Campeche, donde la exuberancia natural, la pobreza de sus habitantes y la añeja corrupción gubernamental han creado una base ideal para el narco. O Chihuahua, donde las peleas entre los Carrillo Fuentes y El Chapo Guzmán han diezmado la región. O el Distrito Federal, donde células de los cárteles de Juárez, los Arellano Félix, los Valencia, del Golfo, de Culiacán, los Beltrán Leyva, y La Familia Michoacana mantienen una activa presencia, al igual que en la tierra de Enrique Peña Nieto.

Ejemplos de cómo las “ridículas minorías” van infiltrando, avanzando, imponiendo, erosionando, montadas sobre un andamiaje institucional corroído. El tamaño del narcotráfico en México equivale a la magnitud de la corrupción; a la existencia precaria o inexistente del Estado de Derecho. El mapa de los cárteles de la droga coincide, casi calcado, con el entramado gubernamental. Con los miembros del Ejército comprados. Con las corporaciones policiacas corrompidas. Con el Poder Judicial cómplice. Con los periodistas locales intimidados o asesinados. En México la frontera entre legalidad y delito es cada vez más tenue, más difusa, más permeable.

Como argumenta Rodríguez Castañeda, “se corrompe arriba, se corrompe abajo y a los lados”. La complicidad generada por un mercado multimillonario trastoca tanto la base de la pirámide social como la punta del poder oficial. Ante ello, Felipe Calderón argumenta que sería ingenuo cambiar de estrategia; fustiga a sus críticos por tan sólo sugerirlo; defiende lo que ha hecho sin abrir la posibilidad de un planteamiento alternativo. Pero la realidad recalcitrante sugiere que llegó la hora de repensar la visión oficial y nadie está proponiendo que deje de combatir a los criminales. De lo que se trata es de hacerlo con más inteligencia y con una visión más amplia que vaya a la raíz del problema. México es un país de crímenes sin castigos; de delincuentes rara vez aprehendidos y muchas veces liberados; de 100 delitos denunciados donde sólo en 3 casos se llega a sancionar a algún responsable. Combatir el narcotráfico sin combatir la impunidad, eso sí, es una guerra fallida.

De poco sirve un despliegue masivo de tropas y fuerzas de seguridad federal que en el mejor de los casos es un disuasivo temporal para la actividad criminal. Hay que pensar menos en cómo atrapar capos y más en cómo profesionalizar policías. Hay que centrar menos atención a la interdicción de drogas y más hacia la construcción de juzgados funcionales. Hay que dedicar menos tiempo a perseguir narcotraficantes dentro de las universidades y más tiempo investigando y frenando los flujos financieros que les permiten operar. Hay que utilizar menos recursos atrapando a quienes viven del mercado del narcotráfico, y más en cómo despenalizarlo para coartar sus ganancias. Si no, la “ridícula minoría” seguirá riéndose de Felipe Calderón mientras se adueña de su plaza.

jueves, abril 01, 2010

Ciudadanos de Piedra

Miguel Treviño Rábago

1.- Se comete un fraude electoral... y no pasa nada.

2.- Se aumentan todos los impuestos... y no pasa nada.

3.- Se queman vivos 49 niños en una guardería... y no pasa nada.

4.- Le dan un tiro en la cabeza a un futbolista... y no pasa nada.

5.- Van 18 mil muertos en tres años de Calderón... y no pasa nada.

6.- Se desploma misteriosamente el avión de Mouriño... y no pasa nada.

7.- Se siguen vendiendo armas en Estados Unidos... y no pasa nada.

8.- Mueren inocentes tiroteados por militares... y no pasa nada.

9.- La jerarquía católica interviene en asuntos de Estado... y no pasa nada.

10.- La Gordillo se roba millones de cuotas sindicales... y no pasa nada.

11.- Priístas y panistas acuerdan subir los impuestos... y no pasa nada.

12.- Los “gringos” vienen a dar órdenes al Gobierno... y no pasa nada.

13.- Los Cárteles ya controlan territorios enteros... y no pasa nada.

14.- Las fuerzas militares violan los derechos humanos... y no pasa nada.

15.- Asesinan a dos estudiantes del Tec de Monterrey... y no pasa nada.

16.- Entregan el petróleo a compañías extranjeras... y no pasa nada.

17.- Les roban sus ahorros a ancianos de Monterrey... y no pasa nada.

18.- Maestros jubilados sobreviven con pensiones miserables... y no pasa nada.

19.- Calderón lanza a la calle a 44 mil electricistas... y no pasa nada.

20.- Televisa y TVazteca monopolizan el espacio televisivo... y no pasa nada.

21.- El Cardenal Norberto protege a pederastas... y no pasa nada.

22.- El Gober “Precioso” abusa de una mujer periodista... y no pasa nada.

23.- A otro gobernador se le muere súbitamente su esposa... y no pasa nada.

24.- Fox, su arete, y sus hijastros saquean el erario nacional... y no pasa nada.

25.- Calderón impone dirigentes y candidatos en el PAN... y no pasa nada.

26.- La “influenza” se cura con agua, jabón y tapabocas... y no pasa nada.

27.- Asesinan y desaparecen periodistas al mayoreo... y no pasa nada.

28.- Los dirigentes de los partidos roban a manos llenas... y no pasa nada.

29.- Los gobernadores protegen a la delincuencia... y no pasa nada.

30.- Calderón ya casi entrega el país a los norteamericanos... y no pasa nada.

31.- El “catarrito” resultó ser una grave crisis económica... y no pasa nada.

32.- Cientos de mujeres han sido asesinadas... y no pasa nada.

33.- Adolescentes son asesinados en Juárez y Durango... y no pasa nada.

34.- Los gobernadores “heredan” a sus cómplices... y no pasa nada.

35.- Los comunicadores se quedan mudos, sordos y ciegos... y no pasa nada.

36.- Los ricos ya son más ricos y los pobres más pobres... y no pasa nada.

37.- La sangre corre a ríos por nuestras calles... y no pasa nada.

38.- Las cárceles están llenas de inocentes... y no pasa nada.

39.- Las religiones se han convertido en buen negocio... y no pasa nada.

40.- Casi 95 mil militares no pueden con los delincuentes... y no pasa nada.

41.- Juárez ya es la ciudad más violenta del mundo... y no pasa nada.

42.- Telmex cobra las tarifas más caras del mundo... y no pasa nada.

43.- 40 millones de mexicanos viven en la pobreza... y no pasa nada.

44.- Bancos lavan millones de pesos y dólares... y no pasa nada.

45.- México ocupa los primeros lugares en corrupción... y no pasa nada.

46.- Miles de niños en México no van a la escuela... y no pasa nada.

47.- Muchos periódicos están llenos de publicidad pagada... y no pasa nada.

48.- Nos venden millones de productos chinos y “piratas”... y no pasa nada.

49.- Miles de niñas-adolescentes son embarazadas... y no pasa nada.

50.- No hay política para frenar la explosión demográfica... y no pasa nada.

51.- El calentamiento global pone en riesgo la vida... y no pasa nada.

52.- Ni somos independientes ni somos revolucionarios... y no pasa nada.

53.- Hay una bárbara discriminación laboral... y no pasa nada.

54.- Todas las riquezas de México están a la venta... y no pasa nada.

55.- El cine nacional viejo y nuevo no reciben apoyo... y no pasa nada.

56.- La “pareja” presidencial compra inmuebles a escondidas... y no pasa nada.

57.- Tres norteamericanos mueren y Los Pinos se llena de gringos... y no pasa nada.

58.- Miles de mexicanos han muerto o desaparecido en E.U... y no pasa nada.

59.- El Rector del TEC no protesta por los asesinatos... y no pasa nada.

60.- Miles le exigen a Dios que pare la violencia... y no pasa nada.



Y la lista puede ser infinita. Usted haga la suya ahora que está de vacaciones y verá que no pasa nada.



Mi pregunta es: ¿qué necesitamos que suceda, para ponernos a luchar para salvar a México?



SI ALGO PASA... no deje de comunicármelo a mis correos electrónicos:



trabago49@hotmail.com elobservadorpolitico@hotmail.com

martes, marzo 30, 2010

No se pierdan este sensacional grupo, Miercoles 7:00 - 8:00 pm por www.somosunoradio.org

Una velada especial amenizada por el Grupo Santiago y su interpretación particular de temas de compositores mexicanos y de las diversas regiones del país.





Desde Santiago de Querétaro, el grupo más representativo de la música tradicional mexicana en el centro del país, con un trabajo excepcional a lo largo de 12 años, habitan el espacio de la música de Somosuno Radio desde Monterrey México.

miércoles, marzo 24, 2010

Nos Merecemos la Primavera


21 de marzo de 2010

CIUDADANO PRESIDENTE CONSTITUCIONAL
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS,
LIC. BENITO JUÁREZ GARCÍA:

Está usted en presencia de miles de ciudadanas y ciudadanos libres de México que nos congregamos hoy aquí para recordar su nacimiento y para celebrar la llegada de la primavera.

No venimos a rendir culto a una estatua sino a encontrarnos con el que está vivo en cada uno y en cada una de nosotros, en nuestra educación, en nuestras convicciones y en nuestro afecto; con el que sigue luchando a nuestro lado por una nación soberana, democrática, equitativa, honesta y apegada a las leyes; con el que resiste los infortunios y las derrotas, con el perseguido; venimos a hacernos presentes ante el presidente del pueblo.

Nos permitimos informarle de la difícil situación por la que atraviesa el país en estos tiempos. Y queremos presentarle, también, el reporte de nuestros esfuerzos para enderezar el rumbo de México.

Hace ya más de dos décadas que el país se encuentra bajo el control de una minoría rapaz que se ha apoderado de casi todos los bienes públicos, ha fraccionado el territorio nacional para cederlo a intereses extranjeros, ha medrado en la corrupción más escandalosa y ha hundido en la pobreza extrema a la mayor parte de la población.

En poco más de 20 años, presidente Juárez, ese poder oligárquico nos ha dejado sin empresas públicas y sin industria; ha devastado al agro y nos ha colocado en situación de dependencia alimentaria; ha persistido en la agresión a las comunidades indígenas; ha destruido sindicatos y cooperativas; ha malbaratado la banca nacional, los transportes y las telecomunicaciones; nos ha dejado sin vivienda, empleo, educación, salud, cultura, recreación; nos ha reducido el poder adquisitivo; ha conspirado para arrebatarnos conquistas laborales, derechos humanos y políticos, sociales y reproductivos; ha traicionado el principio del Estado Laico y ha instaurado, si no un gobierno abiertamente confesional, cuando menos un gobierno feligrés, al servicio de las posturas más reaccionarias del alto clero; ha procurado incluso destruirnos los sueños y las esperanzas.

La avaricia y la torpeza del grupo gobernante ha dejado sin país a millones de jóvenes, para los cuales no hay más horizontes que la mendicidad, la drogadicción, la emigración, la delincuencia...

Para llevar a cabo esa labor de destrucción, esa minoría no ha necesitado de tropas foráneas. La ha realizado mediante la firma de un Tratado de Libre Comercio, gobernando a contrapelo de la Constitución, aprobando rescates bancarios e Iniciativas Mérida, secuestrando a los organismos del Estado, robándole a la voluntad popular, en dos ocasiones –en 1988 y en 2006–, la titularidad del Poder Ejecutivo.

En 2006 los mafiosos de la política, de las finanzas, de los medios y de la mafia a secas, impusieron en el Poder Ejecutivo a un hombre mediocre, inescrupuloso y torpe, sin capacidad ni voluntad para dar solución a los problemas económicos, ya para entonces graves, ni para contrarrestar la oleada delictiva que ya asolaba diversas regiones. Este hombre no quiso escuchar las advertencias acerca de la crisis que se nos venía encima. Minimiza e ignora los problemas, se hace el sordo ante el clamor popular por la pobreza y el desempleo; tolera o propicia las graves violaciones a los derechos humanos; permite, y hasta justifica, la corrupción escandalosa.

Este gobernante usurpador ha hundido a México en un baño de sangre sin precedentes en los tiempos modernos. Más de 17 mil mexicanos, presidente Juárez, han muerto en esa guerra sin propósito ni bandos definidos; las instituciones han experimentado un nuevo ciclo de descomposición y desprestigio; nuestras Fuerzas Armadas han sido lanzadas a una aventura disparatada en la que la víctima es, en muchas ocasiones, la población inocente.

Usted, presidente Juárez, llegó, con su dignidad perseguida, hasta los confines del país. Resistió, en Paso del Norte, la embestida de la intervención, y recibió la solidaridad y la entrega de los chihuahuenses a la causa de la República. Cuando llegó el momento de la contraofensiva y volvió al sur, en un día de diciembre de 1866, usted exclamó: “Gracias tierra bendita, nunca te olvidaré”.

Hoy en día, presidente Juárez, esa tierra, junto con todo el resto de la franja norte, al igual que Durango y Sinaloa, Guerrero y Michoacán, Veracruz y Tabasco, está devastada y masacrada por una lucha sangrienta entre los oscuros delincuentes dedicados al comercio de drogas y los delincuentes de cuello blanco que usurpan el gobierno federal y que se han atrincherado en cacicagzos estatales. Hoy, en la ciudad que lleva su nombre, en Ciudad Juárez, en Monterrey, en Torreón, en Ecatepec, las mujeres y los jóvenes están siendo asesinados por el hecho de ser mujeres y por el hecho de ser jóvenes. La población se debate entre la desesperación y el desamparo, entre el temor a los capos y el pánico a las fuerzas del orden.

Ante esta catástrofe, somos muchos millones los mexicanos que no nos damos por vencidos. En Cananea, en Necaxa y Juandhó, en las comunidades de Chiapas, en Oaxaca, en San Salvador Atenco, en este Distrito Federal que vive bajo el acoso y el rencor del régimen espurio, los ciudadanos honestos nos oponemos a la destrucción nacional, resistimos la entrega del país mediante acuerdos antipatrióticos, contratos inconfesables y cesiones turbias, y rechazamos la indecencia usurpadora, a la cual le dirigimos hoy las mismas palabras que usted escribió, en la hora negra de la intervención, a otro usurpador, Maximiliano de Habsburgo:

“Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes, atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes un crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera del alcance de la perversidad: el fallo tremendo de la historia”.

Muchas y variadas son las resistencias populares contra el régimen antinacional y delictivo que padecemos. Sabemos que, por encima de las diferencias, las causas populares confluirán, más temprano que tarde, en un gran movimiento que rescate a la nación.

Quienes nos encontramos aquí presentes hemos venido trabajando en la organización desde abajo de la sociedad. No nos solazamos con los espectáculos deprimentes de la clase política ni nos distraen de nuestra tarea los extravíos de sus integrantes. Nuestras fidelidad última no es para con las siglas, sino para con las causas.

En 2008 logramos impedir que el Senado aprobara al vapor una reforma presidencial que habría destruido la industria petrolera del país. Impusimos una agenda legislativa acorde con los supremos intereses nacionales y logramos llevar a cabo, y ganar abrumadoramente, una consulta sobre el estatuto de la industria del petróleo.

El año pasado, en 2009, conseguimos revertir varias maniobras fraudulentas sucesivas que pretendían burlar la voluntad popular en Iztapalapa.

Nos hemos conformado en brigadas, cuando ha sido necesario defender los intereses nacionales; nos hemos congregado en círculos de estudio; los jóvenes conscientes se movilizan en las Redes Universitarias; hemos fundado Casas del Movimiento.

Nos hemos dotado de un Gobierno Legítimo que hoy tiene a dos millones y medio de representantes en los más diversos rumbos del país, así como centenares de comités estatales, delegacionales, municipales y territoriales.

Hemos investido como nuestro presidente legítimo, a Andrés Manuel López Obrador.

Ayer, en la Clínica 26 del IMSS, en las calles de Aguascalientes y Chilpancingo, falleció doña Julieta Estrada, mujer del pueblo, viuda de un obrero, de un jubilado del Sindicato Mexicano de Electricistas. Doña Julieta venía padeciendo crisis de salud y el viernes, anteayer, la hospitalizaron. Cuando llegó a Urgencias, el médico de guardia la examinó y le hizo las preguntas de rutina para comprobar que estuviera lúcida y consciente de su circunstancia de tiempo y de lugar.

—¿En qué año estamos? —le preguntó.
—En el 2010 —respondió ella sin vacilar.
—¿Cómo se llaman sus hijos, doña Julieta?
—Flor de María, Horacio... —empezó ella a soltar nombres sin asomo de duda.
—¿En qué delegación vive usted?
—En la Álvaro Obregón.
—¿Cuáles son los colores de la bandera?
—Verde, blanco y rojo.
—¿Quién es el presidente de México?
—Andrés Manuel López Obrador.

Doña Julieta murió unas horas después, ayer en la mañana, en total lucidez, y sus hijos no pudieron estar con nosotros en esta concentración porque a estas horas están enterrando a su mamá en el Panteón del pueblo de Santa Fe.

Tenemos a un dirigente excepcional, en el que convergen la altura de miras del estadista y la entrega de un luchador por las causas populares. Reconocemos, en sus recorridos infatigables por los rincones del país, la misma energía y el mismo temple con el que usted, en su austero carruaje negro, ponía a salvo la dignidad de la República. Pero el presidente López Obrador no habría podido llegar muy lejos si no tuviese alrededor a esta sociedad, aquí presente, de mujeres y de hombres libres, honestos, combativos y solidarios.

Enfrentamos una campaña sistemática de silenciamiento y de difamaciones por parte de los medios en manos de la mafia: en canales televisivos, estaciones radiales y prensa escrita, se nos ha acusado de todo lo imaginable. Y cuando hemos emprendido esfuerzos de organización pacífica y cívica para sacudirnos la opresión, nos han llamado violentos, nos han calificado de resentidos, nos han llamado “un peligro para México”.

Ante esa ofensiva, presidente Juárez, nos hemos dotado de nuestros propios medios de información.

Hubo un hombre, a principios del siglo XIX, que comprendía a profundidad la importancia de los medios. Cuando encabezó una gran insurrección libertaria, urgió a sus seguidores a procurar y conservar una imprenta porque ésta, decía, “tiene más valor que diez bocas de fuego”, que era como llamaban a los cañones. Ese hombre se llamaba Miguel Hidalgo y Costilla.

Hoy, tenemos claro que no queremos —ni habremos de necesitar— “bocas de fuego” para transformar a este país; en cambio, tenemos a nuestra disposición más de siete mil sitios web, en Internet, sitios del movimiento; promovemos encuentros ciudadanos semanales y asambleas informativas como la presente para informar e informarnos, debatir e intercambiar razones. Y desde enero de este año contamos con un periódico, Regeneración, y tenemos el desafío de hacerlo llegar a todos los rincones del país, de promover su lectura y su retroalimentación entre amplios sectores.

Con la organización de base y mediante la resistencia civil pacífica nos hemos comprometido a defender la economía popular, preservar los bienes propiedad de la Nación y, en última instancia, hacer realidad el postulado del Artículo 39 de nuestra Constitución Política, en el que se asienta:

“La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.”

Han tratado de reducirnos a la impotencia, de hacernos creer que nada podemos ante la corrupción, el latrocinio institucionalizado, la criminalidad gobernante.

Pero ni el sentimiento de impotencia ni el desaliento tienen cabida en nuestros corazones. Ante usted, presidente Juárez, nos comprometemos a recuperar la soberanía nacional y a instituir un poder público que beneficie al pueblo. Las mexicanas y los mexicanos aquí congregados somos hijos y nietos de su ejemplo, del ejemplo de Miguel Hidalgo y Josefa Ortiz de Domínguez, de los hermanos Flores Magón, de Emiliano Zapata, de Lázaro Cárdenas.

Pugnamos por construir aquí y ahora, en esta época, en esta década, en esta primavera que hoy comienza, un país de gente feliz y de gente libre y de gente digna.

Somos un pueblo que resiste, somos individuos libres, honestos y congruentes. Somos madres y padres amorosos, empeñados en dejar a quienes nos sucedan una nación más justa y amable, más solidaria y más limpia; somos y seremos dignos hijos y nietos de ustedes y además, nos merecemos la primavera.


* Leído en la Asamblea realizada el 21 de marzo de 2010 ante el Hemiciclo a Juárez

martes, marzo 16, 2010

Acerca del Desplegado de FEMSA a Favor del Estadio

Para Liz.

El estadio de fútbol Monterrey como parte del Gran Parque Ecológico La Pastora, es una obra que promueve afectaciones ambientales severas e irreversibles. La información que FEMSA hace pública en su comunicado sobre el proyecto tiene falsedades, y engaña a la población.

El estadio no es proyecto de interés e utilidad pública. No cabe en lo que establecen las leyes para esos conceptos. Tiene una base artificial que no le sirve para sostenerse y justificarse. Por ello requiere el apoyo de movilizaciones inducidas, la gestión benévola de congresistas locales, y el respaldo inmoral del gobierno de Nuevo León.

Bienes públicos concesionados a particulares y el despojo a la comunidad.
Dice FEMSA que existen bienes públicos que son concesionados a particulares para ofrecer un servicio a la comunidad, citando ejemplos conocidos como el Mercado Juárez, Puente del Papa, Mercado Colón, Estadio de Beisbol Monterrey, entre otros, buscando justificar el absurdo de solicitar un bien público para su negocio privado. ¡Lotería!, debió exclamar la empresa cuando se dio cuenta de la tendencia entreguista del gobierno.

La posesión del bien público se mantiene permanente y no debe ser condicionada, como lo hacen ahora las empresas que ostentan la propiedad de lo que antes fue de la comunidad. Hay dos ejemplos. Tome su bicicleta, recorra la ciclopista a lo largo del Río Santa Catarina, y en un punto de la misma, ya no podrá avanzar, porque se encuentra el Parque Río, y resulta que el ingreso a esa zona, tiene un costo. El paso por el Río Santa Catarina, bien público que debiera beneficiar a la comunidad, no es posible, porque el ayuntamiento de Monterrey lo concesionó a una empresa, que cerró el ingreso, y cobra por iacceder a sus instalaciones. El bien público se volvió privado y negocio de una empresa.

El Parque Fundidora es el ejemplo emblemático. La posesión de ese bien público nunca ha sido plena. Los espacios privados dedicados al negocio y lucro que ahí se encuentran (que superan a los que promueve el estado), son caros y el acceso a estos de la totalidad de la población no esta garantizado. Plaza Sesamo, Cintermex, Holiday Inn, Casa de los Loros, Arena Monterrey, Auditorio Coca Cola, una pista de carreras. Cada uno de esos negocios se encuentra dentro del territorio de un bien público, todos tienen como parte de sus actividades la generación de ganancias económicas, realizan actividades que no están al alcance de la totalidad de la población, y lo reprobable de ello, es que su actividad empresarial la realizan aprovechando los valores del espacio público por excelencia en la ciudad. ¿Cuál es el servicio que dan a la comunidad esos negocios? Ninguno efectivo, el servicio es el negocio para si mismos, a costa del patrimonio público, esquema que exige con insistencia para si, FEMSA.

¿Regalar a FEMSA 25 hectáreas para promover un estacionamiento y afluencia turística a la ciudad? ¿Esas son ahora las razones que tiene la empresa para justificar el despojo? Esa es la idea de Fomento Económico (eso si, sin lucro), así lo publica en su desplegado.

¿Que es de mayor interés público? ¿Regenerar 25 hectáreas para recuperar lo integro del bosque de La Pastora, o usar el área pedida por la empresa para construir ¡un estacionamiento! que requiere el estadio? Así lo ha dicho FEMSA. El estadio requiere más de 20 hectáreas para estacionamiento, buscando sustentar la petición de 25 hectárea para esa obra.

El estadio y los daños a la “ecología”.
Dice FEMSA que es falso que se dañará a la ecología de la zona. La ecología es una ciencia, como las matemáticas, botánica, zoología y cualquier otra. En sentido estricto, nadie va por la vida destruyendo la Parasitología o la Estadística, mucho menos la Ecología. FEMSA no puede dañar la ecología, aunque en este triste mundo material, parece que todo es posible.

Lo que si hará, es dañar la biodiversidad, la riqueza natural que se encuentra en el bosque de La Pastora. Remover 25 hectáreas de vegetación, de un estimado total de 200, si configura un daño ambiental irreversible. La remoción completa de 250,000 metros cuadrados de vegetación para construir el estadio y su estacionamiento no admite mitigación ambiental alguna. ¿Cómo remedias la desaparición irreversible de esa vegetación? ¿Colocando cemento y pavimento donde antes había flora diversa? Eso si es destruir la diversidad natural. ¿O estableciendo 1,100 árboles donde hay mucho más que ese numero? ¿Creando “jardines captadores de lluvia” donde hay un bosque que cumple esa función de modo perfecto? Las justificaciones “ecológicas” de FEMSA no tiene razón de ser. Los beneficios ambientales que en su generosidad sin limites nos quiere dar la empresa, ocurre que se presentan de manera cotidiana. No las necesitamos. Al menos no en el espacio de la comunidad, como excusa para el negocio y el estadio.

Vialidad.
¿Se justifica regalar a FEMSA el bosque para que lo use 20 horas al año, por espacios de 2 o 3 horas? Así lo dice en su desplegado para convencer que el estadio no causara caos vial. 60 horas estimadas anuales, según la información de la empresa. ¿Son las 60 horas anuales de interés e utilidad pública? Más de 8,000 horas tiene un año y FEMSA quiere despojar el bien público para usarlo 60 horas anuales. Eso no es de utilidad e interés público. ¿Quién esta mintiendo?

¿Que impulsa a FEMSA? ¿El negocio de construir un estadio en un terreno con los mayores valores económicos y naturales, o el interés de beneficiar a la ciudad con mejores vialidades?

La empresa tuvo en concesión el uso de un bien público. Controlaba administrativa y financieramente el estadio Universitario, de la Universidad de Nuevo León. En 1996 y hasta 1998, negaron el uso del estacionamiento del estadio a la población estudiantil. El desorden vial fue memorable. Sencillamente no era posible hallar un estacionamiento en toda la Universidad. La educación universitaria si es de interés público, y FEMSA actúo en sentido contrario a esa utilidad, cuando pudo hacerlo a favor. ¿Por que creerle ahora, si los hechos muestran que miente?

Pedro de Alba, columna vertebral de Ciudad Universitaria, es una avenida que en días de partido, se vuelve un caos vehicular. 13 años después de que esa empresa tuvo en posesión el bien público llamado Estadio Universitario, ni una sola mejora vehicular a las calles aledañas implementó. ¿Por que en Guadalupe si, y en Ciudad Universitaria no? ¿En una se vislumbra el gran negocio y en la otra, mientras se tuvo el lucro asegurado, no vio la necesidad de invertir más?

Parque ecológico: Conservación de la biodiversidad como excusa para el despojo.
El gobierno de Nuevo León modifico los esquemas de manejo de la Reserva Natural Sierra de la Silla para que ahí se construyera el Arco Vial Sureste y detonar la urbanización del área protegida. El mismo gobierno decreto la creación del Nuevo Parque Ecológico La Pastora, como apoyo para la construcción del estadio de los Rayados. El estadio requiere vialidades que estén al interior del Nuevo Parque, y las reglas administrativas que rigen el manejo de este, permiten la instalación de infraestructura para el desarrollo de actividades deportivas. Infraestructura en el área natural protegida La Pastora para el estadio. Que casualidad las coincidencias. El gobierno estatal promoviendo negocios privados a costa del patrimonio comunitario.

El modelo de parque ecológico que las autoridades han promovido en la zona conurbada de Monterrey, y que FEMSA usa como excusa para el estadio, no es congruente con valores que respeten la diversidad natural. En todos los casos, incluidos los parques La Pastora, Pipo, La Silla, Ciudad Despierta y Tolteca, la autoridad ha consentido la remoción de la vegetación ribereña, sustituyéndola por cientos de metros cuadrados de pavimento y cemento.

La vegetación a la orilla del río La Silla es relevante por las funciones que tiene. El bosque ribereño en La Pastora es vital para la vida silvestre. Es un corredor biológico por el que puede desplazarse la fauna y conecta de manera directa con el Monumento Natural Cerro de la Silla. El río La Silla se conserva con una calidad del agua mediana gracias a la vegetación que existe en su ribera. Esta funciona como un filtro natural para los contaminantes que se vierten en su cauce, como son las descargas de drenaje existentes. Esa misma vegetación sirve para retener avenidas de agua durante las crecientes del río. Ante la ausencia de esta, las inundaciones serán inevitables.

¿Por qué permitir que siga el modelo vigente de parque ecológico, si este implica remover lo natural que nos descontamina y protege de fenómenos naturales? ¿Para que sustituir lo natural prevaleciente en La Pastora, por asfalto y cemento?

Lo mejor que puede hacer FEMSA, es si construir el estadio, pero en otro lado.

Antonio Hernández.
t608138@gmail.com
Colectivo Ciudadano en Defensa de La Pastora.
http://www.sialestadioperoenotrolado.org/

jueves, marzo 11, 2010

Derechos Iguales Para Todos ! ....

Se celebran primeras cinco bodas gay en el DF






Las parejas homosexuales conformadas por Emma y Janice, Lol Kin y Judith, Jesusa y Liliana, Jaime y David, Daniel y Temístocles, fueron formalizadas. Atestiguaron el hecho inédito el jefe de gobierno y el ombudsman capitalinos.

México, DF. En punto de las 12:30 horas, fueron declaradas unidas en legítimo matrimonio con todas las prerrogativas y derechos que les concede la ley, cinco parejas del mismo sexo que se unieron por primera vez en la ciudad de México.

“Es un día histórico para la ciudad de México, porque se deja atrás la concepción tradicional de familia y se deja en libertad para que las personas, sin importar su sexo, puedan contraer matrimonio”, afirmó Hegel Cortés, director del Registro Civil del Distrito Federal, juez a cargo del acto.

Señaló que con esto se deja atrás toda la discriminación que puede haber a este sector de la población. “Este acto tiene plena validez jurídica y administrativa en todo el territorio nacional”, remarcó.

Como testigos de honor del acto efectuado en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, estuvieron el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard; la presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Alejandra Barrales; Édgar Elías Azar, presidente del Tribunal Superior de Justicia; Luis González Placencia, titular de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), y la consejera Leticia Bonifaz.

En la ceremonia principal fueron unidas cuatro parejas conformadas por Lol Kin Castañeda y Judith Vázquez, Jaime López Vela y David González, Ema Villanueva y Janice Alva, y Daniel Ramos y Temístocles Villanueva.

Minutos después, y debido al retraso de su vuelo procedente de Saltillo, Coahuila, contrajeron matrimonio civil Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe, ante la juez Sofía Pérez Gutiérrez. Al término de la ceremonia, Jesusa Rodríguez exclamó: “Que se acabe la homofobia en todos los rincones de México”.

"Nosotras no contemplábamos esto de casarnos", señaló la argentina Liliana a AFP. "Después de 30 años juntas a lo mejor no es lo que más queríamos, pero si a las próximas generaciones les sirve...".

lunes, marzo 08, 2010

La Lucha de las Mujeres en México



Ricardo Aguilar

Continuando con la reflexión acerca del día internacional de la mujer es importante analizar el curso histórico que las mujeres mexicanas han tenido en el acceso al poder político que es determinante en las acciones para lograr la igualdad de género en el seno de nuestra sociedad, erradicar la discriminación y hacer posible la construcción y el ejercicio pleno de los derechos sociales, económicos, laborales, políticos y culturales de todos y todas en el marco de esa igualdad.

Lucha que las feministas ubican en su inicio en el siglo XVII con Sor Juana Inés de la Cruz como lo señala Anna Macías en su libro que es un clásico de los estudios del feminismo (1). La autora demuestra que el movimiento feminista en México se originó en el siglo XVII con Sor Juana y que el movimiento desde allí continuó buscando encontrar un lugar para las mujeres mexicanas.

En nuestro país no hemos tenido ninguna mujer en el máximo nivel de gobierno ejecutivo federal que representa el ser presidenta y pocas han sido las mujeres que han logrado alcanzar el poder político como gobernantes en los Estados y en el Distrito Federal que constituyen nuestra nación. Su participación trascendente en la historia nacional fue olvidada por los historiadores oficiosos de los regímenes en turno, como diría Howard Zinn los de sin voz en la historia oficial, dejando pasar una que otra anécdota sin reconocer su protagonismo real en las luchas por la libertad y la justicia que nuestro país ha tenido. Como lo refiere el historiado Alejandro Rosas "El panteón cívico de la Patria concedió graciosamente algunos pedestales innegablemente bien ganados: Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Margarita Maza, Carmen Serdán, entre las más representativas, pero fue al mismo tiempo injusto al arrojar al anonimato a muchas otras, intelectuales, políticas, activistas y guerreras en cuyo "sepulcro de honor" sólo alcanza a leerse la palabra: "desconocida". (2)

Las mujeres insurgentes durante el siglo XIX fueron de las más olvidadas en un mundo donde el autoritarismo masculino dirigía las luchas por el poder y su papel estaba vedado en la vida pública reducida al resguardo domestico o el convento, tan sòlo el Código Civil de 1884 estipulaba que las mujeres casadas eran "imbéciles por razones de su sexo" y por tanto, no podían realizar ninguna transacción con respecto a sus propiedades sin el permiso del marido, con todo y esto desatacaron en la insurgencia: Rita Pérez, llamada "la Generala Moreno, Manuela Rafaela López Aguado Agustina Ramírez y Soledad Solórzano.

Al iniciar el siglo XX, las mujeres retomaron el activismo feminista con la fundación de clubes políticos, las letras y la cultura, como Elena Arizmendi fundadora de la Cruz Blanca o la maderista María González. En 1901, Juana Belen Gutiérrez de Mendoza fundó en Guanajuato un periódico opositor al régimen de Porfirio Díaz, desde esta trinchera, Gutiérrez criticó la situación política de México, defendió a los mineros de Guanajuato, atacó al clero, en fin, se constituyó como una periodista de oposición que fue apresada por sus ideas como otros tantos periodistas en la época. Cuando escribía este artículo se publicaba en la prensa local de Nuevo León el hallazgo histórico de la vocación revolucionaria de Andrea Villarreal, quien llego a publicar una revista y era una luchadora por la defensa de los derechos laborales de los migrantes en Estados Unidos, en el acceso de la mujer al voto así como su clara definición en contra del "régimen tiránico de Porfirio Díaz". Para 1908 Dolores Correa Zapata y la doctora Columba Rivera fundaron la revista Mujer Mexicana, espacio desde el cual buscaron que las mujeres participaran activamente en todos los ámbitos de la sociedad. Desde esta revista, las editoras pedían una misma moral sexual para los dos sexos, así como reformas al Código Civil de 1884 que no fueran injustas para las mujeres.

Durante el conflicto armado revolucionario la figura de "las Adelitas" está siempre presente en los estudios revolucionarios, acompañando al hombre en la batalla, preparando los alimentos, cuidando de los hijos y curando las heridas, con dinero para comprar armas y municiones, o llevando información en los frentes con cartas bajo las enaguas, infiltrarse en los campos enemigos como las célebres espías constitucionalistas que en más de una ocasión denunciaron los turbios negocios de los generales revolucionarios, o protestar por la dictadura y la represión.

Sería hasta 1916 cuando el movimiento feminista se fortalece durante la presidencia de Venustiano Carranza quien designa en Yucatan al gobernador Salvador Alvarado, liberal reformista que era uno de los pocos revolucionarios que consideraba que luchar por la emancipación de las mujeres era primordial para ayudar a los oprimidos. Así, Alvarado dio todo su apoyo para la organización del Primer Congreso Feminista que se realizó en ese estado de México en enero de 1916, aunque se registra en Internet un primer Congreso Feminista celebrado en Tabasco en 1915 (3), luego en 1916 se realizaron otros dos Congresos, uno de ellos en Yucatán, donde los temas centrales fueron la educación de las mujeres y la igualdad salarial, sin atreverse a exigir el derecho a sufragio. Una de sus organizadoras, Hermila Galindo, presentó ante el Congreso Constituyente de 1916-1917 la demanda de voto femenino, petición denegada casi sin discusión. Producto de la Revolución Mexicana y el inicio de este movimiento feminista la Constitución del 17 inscribió la igualdad legal para hombres, el salario igual a trabajo igual, pero se olvida del derecho al voto femenino.

Después del gobierno de Alvarado, en Yucatán, otro hombre para quien las mujeres debían participar más de lleno en el desarrollo del país fue Felipe Carrillo Puerto, este hombre continuó con algunos de los programas propuestos por Alvarado y luchó por los suyos. Carrillo Puerto habló de amor libre y de resistencia femenina, al poco tiempo de iniciar su periodo de gobierno en 1923 impulsó la ley de divorcio, también en este año se inicia la lucha de los que hoy conocemos como derechos reproductivos, en el primer Congreso Feminista celebrado en la ciudad de México en 1923, se solicitó educación sexual para niños y jóvenes en las escuelas. Aun cuando todavía no se otorgaba el derecho al voto de las mujeres en 1923, Rosa Torres se convirtió en la primera regidora de la ciudad de Mérida en Yucatán, mediante el voto; otras le siguieron en San Luis Potosí y Michoacán, gracias a leyes locales que permitían su integración. Fue hasta 1927 cuando se hacen reformas al Código Civil vigente desde 1884 así se concreto que las mujeres gozaran los derechos de la administración de bienes y la tutela de hijas e hijos.

Fue hasta 1935 que integraron diversas organizaciones feministas destacando el Frente Único por Derechos de la Mujer, conformado por luchadoras sociales del Partido Nacional Revolucionario y del Partido Comunista quienes eligieron como su Secretaria a María del Refugio García, a pesar de sus divergencias políticas llegaron a conformar una agenda que buscó mejorar las condiciones de vida de las mujeres mexicanas mediante la defensa de sus derechos civiles, laborales y políticos, el mas trascendente fue lograr que se legislara sobre la ciudadanía plena, se les concediera el voto y, con él, la oportunidad de decidir sobre la forma de gobierno más conveniente para el país así como el de la participación igualitaria en los puestos públicos. El Frente logro que el presidente Lázaro Cárdenas accediera a integrar la propuesta de reforma en la constitución federal de la ciudadanía plena, no obstante los congresos locales nunca hicieron el consenso necesario para que se inscribiera en la Constitución. La lucha del frente destacó hasta la década de los cincuenta siendo hasta el año de 1953 cuando se reconoció el derecho al voto universal que permitió que en 1954 Aurora Jiménez de Palacios fuera electa como primera diputada federal.

La organización de las mujeres continuó, en los años 60 se formó la Alianza Nacional de Mujeres y preparó el terreno para lo que vendría después: el nuevo movimiento feminista hasta la defensa de la lucha por la tierra de los años 60. Igual acompañaron a los trabajadores insurrectos desde 1958 y finalmente estuvieron en el Movimiento Estudiantil Popular de 1968. No obstante tuvo que transcurrir una década más para que las mujeres con María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia, llegaran al Senado de la República en 1964.

Los 70 abrirían las demandas por la despenalización del aborto, nombrarían a los derechos reproductivos y perfilarían el análisis de la violencia hacia las mujeres. En 1972, Esperanza Brito y otras 23 feministas más constituyeron legalmente el Movimiento Nacional de Mujeres. En 1974 se hace la reforma constitucional a través de la cual se reformó el artículo 4o. para establecer la igualdad entre los sexos, que representó uno de los grandes avances en la búsqueda del reconocimiento expreso y específico de los derechos de las mujeres en el país en el marco de la organización de la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer que las Naciones Unidas organizo y que se realizó en 1975 en la Ciudad de México, donde las feministas tienen su primer enfrentamiento ideológico persistiendo posturas radicales, especialmente el Movimiento de Liberación de las Mujeres, quienes rechazaron el Año Internacional de la Mujer y esta Conferencia Mundial organizada por la ONU. Griselda Álvarez Ponce de León en 1976 fue electa senadora del PRI por el Estado de Colima y en 1979 fue postulada como candidata de ese mismo Partido Revolucionario Institucional y el Partido Popular Socialista al gobierno de Colima, resultando electa como la primera mujer en ocupar el cargo de Gobernadora de un estado en nuestro país.

En 1978 surgió el Frente Nacional por los Derechos y la Liberación de las Mujeres, integrado por sindicatos y partidos políticos, con el cual los otros grupos feministas como el Movimiento Nacional de Mujeres, el Colectivo La Revuelta y el Movimiento Feminista Mexicano, formaron una alianza para impulsar la lucha por los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, incluyendo el aborto libre y gratuito, que se llama ahora maternidad voluntaria; fue durante la campana política de 1978 cuando el Partido Comunista integro como parte de su plataforma electoral las demandas de las mujeres incluido el tema del aborto.En 1980 las mujeres de la Coalición y del Frente elaboraron el primer anteproyecto de la Ley de una Maternidad Voluntaria.

Fue durante los ochenta cuando se incrementó la presencia de organizaciones no gubernamentales en nuestro país, las ONG’s se promovieron para mantener una independencia de los espacios tradicionales como son las instituciones estatales, los partidos políticos, los sindicatos y en el marco de una estrategia para dispersar y debilitar los movimientos sociales emergentes que terminaban integrándose a la actividad de los partidos políticos atentando a la hegemonía del partido gobernante. Así proliferaron como colectivos, asociaciones, centros de apoyo, alianzas, consorcios, foros, espacios, fundaciones y movimientos en la lucha por la equidad de genero, la diversidad sexual, los derechos y la salud sexual y reproductiva, los derechos laborales y contra la violencia en las mujeres. En julio de 1988 mujeres feministas, estudiantes, de sindicatos, representantes de colonias y de organizaciones políticas formaron el Frente de Mujeres en Defensa del Voto Popular sumándose a la lucha por reivindicaciones económico-sociales de las mujeres concretamente por la democracia y, en lo inmediato, por la transparencia en las elecciones, en pos de estos mismos objetivos, posteriormente se creó el Frente de Mujeres en Lucha por la Democracia, la Coordinadora Benita Galeana, y la Coordinadora Feminista.

Los noventas estuvieron marcados por la construcción de una democracia ciudadana, en la cual las mujeres exigen su derecho a ser escuchadas y reconocidas como sujetos capaces de tomar decisiones e incidir en los espacios públicos y privados. En 1991 mujeres de diversos partidos políticos, organizaciones sindicales y feministas conformaron la Convención Nacional de Mujeres por la Democracia para participar, de este modo, de una nueva manera en las elecciones de ese año, presentando precandidatas a diputadas. Algunas de ellas crearon Asociaciones Políticas Feministas como Diversa Agrupación Política Feminista, Mujeres en Lucha por la Democracia ó Mujeres y Punto pues este tipo de organización permitía crear alianzas electorales con los partidos tradicionales para que estos integraran en sus agendas los intereses de la mujer. Así el movimiento feminista en cuanto a sus demandas y formas de hacer política, estuvo influida por acontecimientos externos e internos. En lo externo por las Conferencias Internacionales de la Mujer (Beijing, 1995) y sobre Población y Desarrollo (El Cairo, 1994), las cuales han ejercido una presión internacional dirigida a los gobiernos para que se lleven a cabo acciones contra la discriminación hacia las mujeres. En 1994 el primer gobierno de oposición en el Distrito Federa inicio políticas que permitió al feminismo mexicano articular las demandas de género al proceso democrático del país. Entre las que destacan tenemos: GIRE, Equidad de Género, Católicas por el Derecho a Decidir, Milenio Feminista, GEM, SIPAM. Diversa, Mujeres y Punto y Mujeres en Lucha por la Democracia.

El movimiento amplio de mujeres durante esta década de acuerdo a la investigadora Alma Rosa Sánchez Olvera se fue constituyendo por diversos sectores, organizaciones, movilizaciones femeninas y feministas destacándose cinco sectores de mujeres con demandas políticas diferentes que tuvieron la posibilidad de pronunciarse en común en dos planos: 1) su propuesta de inclusión en la democracia y 2) en la defensa de derechos para las mujeres (4). Sus vertientes han sido: El Movimiento Feminista: constituida principalmente por académicas, periodistas, escritoras, políticas y mujeres ilustradas de clase media, que además de enriquecer el conocimiento sobre genero e igualdad, actualmente construyen ciudadanía desde las ONG’s mediante propuestas en las políticas públicas y leyes que promueven la transversalidad de genero en los programas de gobierno, trascendiendo la despenalización del aborto, la mayor penalización de la violencia contra las mujeres y el apoyo a mujeres violadas, son demandas que se han ampliado y fortalecido por el proceso de democratización y en la construcción de derechos humanos para las mujeres, como es el caso, por ejemplo, de los derechos sexuales y reproductivos. Otra vertiente es el Movimiento Urbano Popular de mujeres que vinculan su problemática de género con las demandas de posesión de la tierra, mejoramiento de la vivienda, integración de los servicios públicos, educativos, de salud, alimentación y empleo. La tercera vertiente ha sido el Movimiento de Campesinas e Indígenas donde la organización y las acciones de estos grupos están enmarcadas la marginación y la explotación laboral del campesinado e indígenas en México. En este sentido las mujeres campesinas han tenido la tarea de luchar por su incorporación en sus derechos laborales, patrimoniales, educativos y de salud, así como el acceso a créditos productivos, tecnología y capacitación. En el caso específico de las indígenas su exclusión se agudiza, agregando reivindicaciones étnicas. La cuarta vertiente esta integrada por el Movimiento de Trabajadoras Asalariadas: sus acciones buscan ampliar el mercado de trabajo femenino mejorando las condiciones laborales; exigen condiciones para ejercer sus derechos como trabajadoras; así como la denuncia del hostigamiento sexual y la discriminación laboral que viven por ser mujeres. Por último esta la vertiente de las Mujeres Militantes de Partidos Políticos y Funcionarias, este sector se rige por el sello de la estructura partidista, aquí las mujeres que se asumen como feministas y aquellas que tienen una conciencia de género denuncian las desiguales condiciones de participación, conforman agendas legislativas y al interior de los partidos intentando que los temas femeninos ocupen un lugar importante en las plataformas políticas así como propiciar la discusión sobre las cuotas de representación de las mujeres en la propia estructura del partido y en la lista de candidatos a ocupar cargos de elección popular.

En el marco de la reforma política de los noventas la lucha feminista se integra el sistema de cuotas de genero en las candidaturas y los puestos públicos, el cual tiene su antecedente en la Plataforma de Acción Mundial aprobada por la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, en Beijing 1995, se fundamentó que acorde con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país.

El siglo XX termina con tres agrupaciones políticas nacionales de mujeres y feministas Mujeres en Lucha por la Democracia, Diversa Agrupación Política Feminista y Junta de Mujeres Políticas, A.C. así como instituciones para el desarrollo de las mujeres en los tres niveles de los gobiernos y una apretada agenda que busca la democracia y el respeto a los derechos humanos. Proliferan leyes que contribuyan a lograr la equidad y contra la violencia: el 12 de enero del 2001 se crea la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, el 11 de junio del 2003 la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación; el 3 de agosto del 2005 se reforma la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos para mandatar en su artículo 49 la creación del Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género; el 2 de agosto del 2006 se promulga la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres; el 1° de febrero del 2007 la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; el 27 de noviembre del 2007 la LEY para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas. (5)

El 24 de abril de 2007, es una fecha trascendental para miles de mujeres del Distrito Federal, ya que la despenalización de la interrupción del embarazo antes de las 12 semanas de gestación se aprobó, siendo un acontecimiento histórico en la lucha y defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres.

En La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres el reconocimiento de la igualdad en el ejercicio de los derechos políticos se enumera sobre todo en los artículos 8o., 9o., 15, 26, 34, 35 y 41, así como en algunas leyes secundarias en la materia. En dichos artículos se encuentran, entre otros, el derecho a la ciudadanía y las prerrogativas de los ciudadanos, reconociéndose la igualdad de derechos políticos para mujeres y hombres, sin distinción, en concordancia con los artículos 1o. y 4o., que establecen las garantías constitucionales de no discriminación e igualdad jurídica entre la mujer y el hombre y en los procesos de selección, contratación y ascensos en el servicio civil de carrera de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

En la reforma electoral realizada en 2007 nuevamente se modificó el marco jurídico mexicano relacionado con las cuotas. Así, el artículo 219, numeral 1, del Cofipe establece que "de la totalidad de solicitudes de registro, tanto de las candidaturas a diputados como de senadores que presenten los partidos políticos o las coaliciones ante el Instituto Federal Electoral, deberán integrarse con al menos cuarenta por ciento de candidatos propietarios de un mismo género, procurando llegar a la paridad".

De acuerdo con los datos oficiales del gobierno federal (6), de las 19 secretarias que forman parte del gabinete del Ejecutivo federal, sólo 3 mujeres ocupan el cargo de titular de alguna de estas dependencias, lo cual representa únicamente 15.8 por ciento de secretarías ocupadas por mujeres, en comparación con 84.2 por ciento de las dirigidas por hombres. De 1976 a 2006 sólo en 12 ocasiones ha habido mujeres al frente de una secretaría. Al inicio del actual sexenio (2006-2012), cuatro mujeres ocupaban el cargo de secretarias de Estado: (Josefina Vázquez Mota, Educación Pública; Patricia Espinosa Cantellano, Relaciones Exteriores; Georgina Kessel Martínez, Energía; y María Beatriz Zavala Peniche, Desarrollo Social. En los cargos de representación popular en el plano del Poder Ejecutivo de las entidades federativas, la historia del país registra también una limitada participación de las mujeres. A la fecha, sólo seis mujeres han sido gobernadoras. Actualmente, sólo hay dos gobernadoras: Amalia García Medina, en Zacatecas; e Ivonne Ortega Pacheco, en Yucatán.

Con relación a la igualdad de género y los derechos de las mujeres en el Poder Legislativo en la LXI Legislatura del Congreso de la Unión y el Senado de la República se caracteriza porque 1 de cada 5 legisladores es mujer. Actualmente hay 26 mujeres de 128 senadores; y en la Cámara de Diputados hay 140 diputadas federales, de un total de 500. (7) La situación en los congresos locales es aún peor: en enero de 2009, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de las Mujeres, sólo 20.8 por ciento del total de representantes eran mujeres (una de cada cinco).

El 17 de octubre próximo se cumplirán 57 años desde que se logró en México, tras 150 de lucha, la posibilidad de participar en los asuntos públicos, a través de los puestos de representación popular. La lucha sin duda ha sido larga, pero en los hechos, hoy, las mexicanas viven un constante regateo de los derechos políticos, aun con la cuota de género reglamentada, que idealmente fue aprobada para equilibrar esta situación.

Ante estas realidades las declaraciones del representante residente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Magdy Martínez-Solimán, hechas el año pasado en el 23 de septiembre, en el marco del Día Internacional de la Democracia, refiriendo que "México tiene dos retos: la alienación de las mujeres y el desapego de los pobres, que generan fragilidad de algunas legitimidades para gobernar. Una de esas brechas, mencionó, es la percepción de la política como un acontecer masculino y de los políticos como un grupo de hombres menos interesados en los derechos de las mujeres y en la igualdad de género", recuperan relevancia en este Día Internacional de la Mujer.

Bienvenido el extrañamiento que hace a nuestro país La Organización de las Naciones Unidas a través de su coordinador residente: Magdy Martínez Solimán, por el "retroceso" en materia de la participación política de la población femenina, por restringir el mercado laboral a las mujeres y por no contener la mortalidad materna. Además, consideró que las reformas legislativas en los estados contra el aborto son un retroceso y van en "sentido equivocado".

La inequidad de género no es sólo una relación de poder que reproduce la desigualdad e impide el pleno goce de los derechos humanos integrales de las mujeres, es también un obstáculo para el desarrollo. La experiencia internacional demuestra que las sociedades que tienen menor inequidad de género gozan también de mejores y mayores tasas de desarrollo y cuentan con democracias consolidadas y participativas.
La lucha de las mujeres debe seguir, más que celebrar como lo hacen los políticos y políticas protagonistas que con cinismo y desvergüenza usan la mercadotecnia mediática y algunos el más indignó clientelismo para festejar en este día que debe ser para rebelarse una vez más contra la libertad y la injusticia del sistema patriarcal que con sus acciones cotidianas ellos refuerzan.

Referencias bibliograficas

1.-Macias, Anna. Contra Viento y Marea, El movimiento feminista en México hasta
1940. Ediciones PUEG-UNAM. 2005.
2.-Rosas Alejandro. Por un sepulcro de honor: las mujeres en la historia mexicana.
Http://kukulcan.presidencia.gob.mx/mexico/sabiasque/?contenido=1717.
3.-Anonimo. Del primer congreso feminista organismos y acción de promoción de la
Mujer. http://www.regen.uady.mx/regenar1.html
4. Sánchez Olvera Alma R. El Feminismo en la construcción de la ciudadanía de las
Mujeres en México. http://www.ife.org.mx/docsIFEMujeres/Mujeres-
5.-Leyes federales vigentes en México. Internet:
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/index.htm
6..-Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la
Cámara de Diputados. La participación política de las mujeres 2008. Editado por el
Congreso de la Union. México
7.- Elaborado con base a la información del portal de la Cámara de Diputados:
www.diputados.gob.mx

Mujeres

En este 8 de Marzo: Continuar luchando por que las mujeres obtengamos ciudadania plena, igualdad de oportunidades y derecho a regir nuestras vidas y nuestro cuerpo.





























domingo, marzo 07, 2010

Bowerasa (Haciendo Camino)

* Imaginario colectivo: La columna de Renata Chapa en El Diario de Chihuahua (7 de marzo de 2010)

Radio Red en cadena nacional, 7:45 de la mañana: “Ayúdeme, Sergio. No soy zapatista. Tampoco tengo vínculos con el crimen organizado”. La voz de la abogada chihuahuense Estela Ángeles Mondragón pide auxilio. Su tono es frágil y, a la vez, está colmado de fuerza. Relata el atentado que semanas atrás sufrió su hija en la cochera de su casa. Cuenta la manera en que su “niña”, como ella le dice tiernamente, conservó la vida ante la rabia de una de ésas calibre 35.
Menciona que acudió a la autoridad a denunciar los hechos y que dos semanas después, al llegar a su oficina, encontró sin vida a su compañero (como ella lo nombra) Ernesto Rábago Martínez. Otra vez se trató del 35. Dos del mismo calibre.

El periodista Sergio Sarmiento escucha atento y dice tomar nota de todo. Estela, siempre conjugando en tiempo presente, le explica que ella y Ernesto, también litigante, pertenecen a la Asociación Civil sin fines de lucro “Bowerasa” (Haciendo camino) dedicada a defender a las comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara. Sarmiento se entera que Estela, apoyada por Ernesto, era la voz legal de los rarámuris del ejido Baqueachi; que luego de años de litigios, el Tribunal Colegiado (primero y segundo) en materia penal y administrativa había determinado que un predio de siete mil hectáreas que estaba en disputa fuera entregado de inmediato a los indígenas y que el grupo de ganaderos de la región de Carichic que ocupaba esas tierras fuera desalojado. “Aquí la peleonera soy yo; la broncosa soy yo. ¿Por qué tuvieron que lastimar a mi hija? ¿Por qué le quitaron la vida a mi compañero? No soy buena para hablar en los medios, Sergio, pero sí ante los tribunales. Estoy muy afectada. En un momento más vamos a la funeraria a despedir a Ernesto. Ayúdeme, por favor”. Sarmiento se comprometió a dar un seguimiento especial al caso. Reiteró que muchas personas en todo México acababan de escuchar el caso. Que seguro fluiría la ayuda.

Funeraria Gayosso, 9:45 de la mañana: Estela y Ernesto están rodeados de familiares y amigos muy cercanos. El grupo no es numeroso. A pesar de la tristeza que reflejan en su gesto, se respira una fortaleza especial. Son los últimos momentos en los que el licenciado Rábago será velado. La menuda figura de su compañera se distingue a su derecha. Las tiras de un morral de manta blanca y roja en forma de una blusa tarahumara le cruzan el pecho. Estela se sigue preguntando en voz alta lo mismo: “¿Por qué a él, si era para mí?”. Llega la hora de salir rumbo a la iglesia. Estela se dirige a Ernesto con palabras en rarámuri y en español. Le expresa admiración, agradecimiento y amor inquebrantables. “Mi hermano, mi compañero de mil peleas. Que Dios ilumine tu camino espiritual”. Mientras tanto, afuera, en la calle Allende, son seis los coches que esperan para caminar detrás de Estela y Ernesto. La mañana era fresca. Blanca. A pesar de que el arranque del día pintó para gris, el sol ganó la batalla. También se sumó al camino rumbo a la iglesia que incluyó tres calles largas. La Abasolo fue una de ellas. Ésa donde se ubican las oficinas el Registro Agrario Nacional.
Iglesia del Perpetuo Socorro, 10:10 de la mañana. Tres compañeros tarahumaras ya acompañan a Ernesto en la puerta de la iglesia. Uno de ellos es Felipe, comisariado ejidal. El párroco de Carichí, Ignacio Becerra, está listo también, al igual que un grupo numeroso de asistentes que se sumaron a la celebración religiosa. Estela sigue al lado de su compañero. Ernesto y su gente cruzan el pasillo de la iglesia donde él hiciera su primera comunión. Al llegar al frente del altar, llama la atención un mensaje que pende de uno de los pilares. Está escrito sobre tela color púrpura: “Éste es mi hijo escogido. Escúchenlo”. El padre Nacho toma el micrófono y pide a Dios que perdone los pecados de los asistentes. Pide “por el corazón de quienes quitaron la vida al hermano Ernesto. Que encuentren arrepentimiento y perdón”. Y vuelve a pedir: “que Jesús tenga compasión de nosotros en la Sierra”. La primera lectura fue del profeta Jeremías, “Bendito el hombre que confía en el Señor”. El canto siguiente lo reiteró, “Dichosos los hombres que confían en el Señor”.
Felipe y Estela celebran toda la misa de pie. Flanquean a Ernesto. Son blancas las margaritas y los crisantemos que se suman a ellos tres.

La segunda lectura fue del Evangelio según San Lucas. Trató sobre el destino del rico y del mendigo ante los ojos de Dios. “Dichosos los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero y perseveran hasta dar fruto”.

El padre Nacho tomó de nuevo el micrófono. “Ernesto quería ser punto de apoyo. Él quería estar con nosotros en la Sierra. Fue nuestro respaldo siempre con lucidez de pensamiento; con un corazón bueno y sincero. Estamos aquí para vivir la Pascua de Ernesto que sabemos que al igual que la Pascua de Jesús también producirá muchos frutos. Nos entristece su partida. Nos debilita. Pero, a la vez, tiene que ser fuerza y esperanza para abrir nuestras vidas. Los compañeros rarámuris no han bajado de la Sierra y venido aquí derrocados ni vencidos, sino preguntando qué sigue. Pidamos por que este acontecimiento no quede impune y que se esclarezca. Que no se vincule con lo que no es. Que obre el Reino de justicia, de la verdad y que nos respetemos. Que la lucha sea por la fraternidad”. El sacerdote, profundamente conmovido, se dirigió de manera personal a Ernesto Rábago, a Estela y a la comunidad indígena representada por Felipe. Reiteró que su corazón se quedaba triste, pero con una fuerte responsabilidad que asumía por completo de frente a ellos: quedarse en la parroquia de Carichí no por la provincia, ni por la diócesis, sino por el pueblo. “Señor, líbranos de todos los males, injusticias e impunidad para seguir caminando como pueblo de Dios. Pidamos por la paz”.

Acompañaron al padre Nacho dos sacerdotes más. Uno de ellos, casi para finalizar la misa, expresó: “La muerte de Ernesto clama vida porque clama perdón. Al cristiano no le interesa la muerte; jamás pensamos en ella; nos preguntamos por la vida y Ernesto nos conduce a trabajar por el reino, por la vida y por el perdón”. El padre Nacho cerró la ceremonia: “Ernesto, ya te vas. Allá te encontrarás con los que también dieron vida por paz y justicia. Te encontrarás con el primero que lo hizo, con Jesucristo. Tristes nos quedamos porque te fuiste así, pero con la alegría y el corazón agradecido por lo que nos regalaste en vida. Pídele a Dios que nos de fuerza. A la comunidad de Baqueachi y a la de Wawacherare. Pide por Estela. Pide por mí también. Por nuestra Parroquia de Carichí. Por esta tu Parroquia del Perpetuo Socorro que fue tu iglesia de niño. Que te vaya bien, hermano”.

Panteón Municipal, 12:05 de la tarde. La brisa es suave. Aún fresca. El sol es indulgente. Un árbol sereno, sencillo, humilde acompaña al licenciado Ernesto Rábago Martínez. Alrededor de él continúan las muestras de afecto y respeto. Tristezas y recuerdos, también. La voz del padre Nacho es clara y fuerte. De ella se valen familiares y amigos de Ernesto para ser fuertes. Así lo hacen Estela y Felipe. Ambos tocan un tambor tarahumara con insistencia. Sus sonidos viajan por el aire. Llegan hasta Chihuahua. Recalan en la imponente Sierra Tarahumara. “Dichosos los que mueren en el Señor. Que descansen de su fatiga, pues sus obras los acompañan”. A continuación, se escuchan las notas de una guitarra acústica. Uno de los sobrinos de Ernesto la toca tranquilamente e interpreta “Coincidir”, mientras los ramos de flores van formando uno solo. Cuando casi todos se han retirado, la madre de Ernesto está a un lado de él. Tiene de frente a Estela. A Felipe. Al padre Nacho. A los compañeros de lucha de su hijo. Toma fuerza y hace camino de viva voz: “Que no sea inútil el dolor de esta madre. Logren lo que él soñó. Aunque yo soy la que más lo necesita, no quiero ser egoísta. Que este dolor se vuelva muchas felicidades. Señor, ayúdalos. Que ellos logren lo que mi hijo siempre quiso. Dales la estafeta. Que tu espíritu siempre esté con nosotros”.

centrosimago@yahoo.com.mx

Dos peticiones:

1. Seguridad y solidaridad para Estela Ángeles Mondragón y su hija.

2. El apoyo para crear una fundación en memoria de Ernesto Rábago
para ayudar con más fuerza a nuestras comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara.