domingo, agosto 28, 2011

A 33 años de la Ley de Amnistía

Este domingo 28 de agosto se cumplen 33 años de la huelga de hambre que madres y familiares de desaparecidos hicimos en la Catedral de la ciudad de México.

La histórica huelga consiguió, en ese año de 1978, la Ley de Amnistía y posteriormente la organización tanto de los familiares de desaparecidos en el Comité Eureka! como el Frente Nacional Contra la Represión.

Lamentablemente la antigua exigencia de presentación de los desaparecidos políticos que exigía esa huelga de hambre continúa vigente, en vista de que más de 500 desaparecidos de esa época siguen sin que haya respuesta del gobierno, pese a que con la Amnistía de 1978 se logró la liberación de más de 100 compañeros desaparecidos. Más grave aún es el hecho de que manteniéndose la impunidad sobre esos casos de desaparecidos, el gobierno actual haya continuado, llegando a niveles escandalosos, la práctica de la desaparición forzada de personas. Con la pretendida guerra contra el narcotráfico se ha impuesto una militarización que le ha costado ya a la sociedad más de 40 mil ejecuciones y miles de nuevos desaparecidos y huérfanos.

No nos confundimos sobre quién es el responsable de este clima de violencia y descomposición social que hoy se vive en nuestro país y somos optimistas en las posibilidades de lucha contra un gobierno que insiste en imponer un modelo policiaco militar cuando nuevas organizaciones de trabajadores surgen con esta clara visión, como ocurre hoy en el Zócalo con los trabajadores electricistas.

¡Vivos los llevaron, vivos los queremos! ¡Presos políticos, libertad! ¡Por el regreso del Ejército a sus cuarteles!

Rosario Ibarra

viernes, agosto 26, 2011

Los dejaron morir allí, dice desolada una de las sobrevivientes del Royale......"Ya no puedo, mi reina; no puedo respirar"

Sanjuana Martínez

Los dejaron morir allí, dice Patricia Sáenz llorando. Está sentada en la acera, a escasos metros del casino Royale de Monterrey. Ella pudo salvarse; su esposo, Eduardo Martínez Cavazos, quién sabe. Ambos jugaban en las maquinitas cuando escucharon los gritos: Ahora si cabrones, ya se los llevó la chingada a todos. Tiros y estampida: “Empezamos a correr. Íbamos agarrados de la mano, pero se me soltó –dice sin poder contener el llanto–; luego pude comunicarme con él por teléfono y me dijo: ‘Ya no puedo, mi reina; ya no puedo respirar’”.

Un hombre a su lado la interrumpe: Echaron gasolina y luego empezaron a disparar para que prendiera. Otra mujer grita desesperada: Mi mamá, mi mamá está dentro. Se acerca a los policías y les pide una lista de muertos y heridos. Silencio como respuesta.
Han pasado tres horas desde que un comando armado atacó el casino alrededor de las tres y media de la tarde. Los helicópteros sobrevuelan el lugar, el olor a quemado inunda la zona de Fleteros y San Jerónimo. Las columnas de humo aparecen desde lo lejos. Todo quedó acordonado: desde calzada San Pedro hasta Gonzalitos. Hay decenas de patrullas, vehículos del Ejército, camionetas de policía, ambulancias, camiones de bomberos...

Yo les gritaba: sáquenlos. Mi esposo se está asfixiando y me dice que le falta aire, añade Patricia. Su hermana asegura que los policías estaban afuera sin hacer nada, que no actuaron a tiempo, que la tragedia pudo haberse evitado, que no servía la salida de emergencia. Patricia se repone y continúa: “A mí me sacaron por la azotea. Había mucha gente, más de 200 personas. Fue una estampida. Todo mundo corriendo para atrás. No nos dejaron salir por delante. Los pistoleros se repartieron. De repente escuchamos gritos desde el segundo piso ‘acá también hay’, por eso nos subieron al otro edificio. Unos aplastábamos a otros. Nos quedamos sin zapatos. Había gente ensangrentada”.

Nos salvamos de milagro

Víctor, de 30 años, estaba jugando cuando los encapuchados entraron: Estuvo muy feo. Los vi cuando entraron con armas largas, eran muchos, todos encapuchados. No sé si traían uniforme. El susto no me permitió seguir mirando. Se empezaron a escuchar explosiones, luego balazos. Corrimos y nos subimos por la azotea y nos ayudaron a pasar al estacionamiento de Caracol. Y salimos por este lado. Había como 300 personas.



En el casino los bomberos han controlado el incendio. Hicieron un boquete por la pared y aún están sacando cadáveres y heridos. Primero eran 12, luego 20, después dijeron 28 y finalmente confirmaron: 40 muertos. Hay escombros y cadáveres abajo, como 25 o 30. Sacamos a una viva, dice un policía que se acerca para dar información.
El ambiente en el área es de angustia. Hay llantos de mujeres, una se desmaya. Un hombre de 60 años, quien prefiere no dar su nombre, dice sin dejar de fumar:No hay palabras para describir lo que sucedió. Es una canallada. Mucha gente inocente. Y remata: Jamás volveré a un casino.

Entre la confusión un señor intenta recuperar su camioneta estacionada en el edificio del casino. Hay una caja llena de llaves de los vehículos: La policía me ha dicho que no me la puedo llevar porque hubo detonaciones o granadas. Que se la van a llevar. Su hijo de 18 años, visiblemente angustiado, añade: Fue inexplicable. Horrible. Me asusté mucho. La verdad ni me di cuenta de nada. Me agarró mi papá y empezamos a correr. Nos salvamos de milagro.

Negocios ilegales

En años recientes se han registrado varios ataques a casinos, negocios presuntamente relacionados con la delincuencia organizada. Monterrey es conocida como Las Vegas de México con más de 50 casas de apuestas; la mayoría opera sin los debidos permisos estatales ni municipales. La proliferación de estos negocios se da con opacidad y tráfico de influencias en la venta de permisos federales por millones de dólares.



El auge de casinos contrasta con la falta de afiliados ante la Concanaco, que no tiene ningún registro con este giro, precisamente por las lagunas legales en su operación, ya que los permisos los proporciona la autoridad federal, mientras los estados y los municipios sostienen largas batallas para cerrarlos.

Desde el inicio de la administración del alcalde de Monterrey Fernando Larrazabal, se han instalado en la ciudad nueve casinos, todos ilegales, según informó. El aumento de la inseguridad ha provocado más de mil 200 muertos en el estado en lo que va del año y los casinos parecen estar ligados a la delincuencia organizada que anteriormente ha perpetrado varios atentados.

Entre los beneficiados de la última remesa de casinos autorizada por Santiago Creel Miranda como secretario de Gobernación, están Emilio Azcárraga, Olegario Vázquez Raña, José María Guardia, Arturo Rojas Carmona, Jesús Héctor Gutiérrez Cortés, Juan Eduardo Mounetou Pérez, Carlos Enrique Abraham Mafud, Raúl Santiago Fernández, Pablo Cortina de la Fuente, Fausto Zerón Medina y Greg Sánchez.

Generalmente los casinos no figuran con los nombres de los propietarios, sino con una razón social o sociedad anónima, lo que propicia mayor opacidad y facilita el lavado de dinero procedente del narcotráfico. Según el Estudio Binacional de Bienes Ilícitos México-Estados Unidos en nuestro país son introducidos al año para su blanqueo entre 19 mil y 29 mil millones de dólares producto de la venta de drogas.

Los problemas de ludopatía se han disparado en Monterrey sin que hasta el momento las autoridades sanitarias implementen programas efectivos para atender a los adictos al juego.

miércoles, agosto 24, 2011

Hoy en Haciendo Camino: Carmen Leñero. Escúchanos a las 7:00 pm

Te invitamos a compartir la música de Carmen Leñero: Cantante, Poeta y escritora



HOY 7:00 PM EN Somos Uno Radio




Disfruta de esta extraordinaria interprete que tiene una gama de ritmos y estilos con una gran calidad y calidez en su voz.

jueves, agosto 18, 2011

MARCHA DE LAS PREGUNTAS....ASISTE



HOY ES EL MOMENTO, SI NO DEFENDEMOS EL ULTIMO BOSQUE, LA HISTORIA, NUESTROS HIJOS Y NIETOS NOS PEDIRÁN CUENTAS...DEFENDAMOS NUESTRA CIUDAD CON MAYORES ESPACIOS PÚBLICOS PARA TOD@S...UNA CIUDAD INCLUYENTE Y VERDE...

MARCHA DE LAS PREGUNTAS.

miércoles, agosto 17, 2011

lunes, agosto 15, 2011

Se apoderan Los Zetas de Apodaca, NL; crece la trata de mujeres


* En menos de dos años han sido levantadas más de 105 jovencitas, denuncian madres de víctimas

* Señalan que son obligadas a prostituirse o vender drogas


La desaparición de mujeres en Apodaca, Nuevo León, se fue convirtiendo poco a poco en un acontecimiento rutinario desde que Los Zetas se apoderaron de uno de los municipios con mayor crecimiento demográfico y marginación en la entidad. Algunas fueron secuestradas en la calle, elegidas al azar, por su apariencia; otras fueron sustraídas de sus casas a punta de pistola y amenazas; y el resto no volvió después de salir del trabajo, de una fiesta, de un antro... Todas tienen en común ser pobres, jóvenes y guapas.

Por las calles de las colonias Los Fresnos, Nuevo Amanecer y Jardínes de los Pinos las balaceras se fueron convirtiendo en algo cotidiano. Primero Los Zetas llegaron a vender droga. Luego el ayuntamiento abandonó las casetas de vigilancia. Finalmente el cobro de piso, los asesinatos y el robo indiscriminado transformaron la zona en foco rojo.

Los coches nuevos desguazados aparecen como algo normal entre calles donde se amontonan pequeñas casas de interés social. Las lujosas camionetas de reciente modelo hacen su rondín. El miércoles pasado un grupo de agentes ministeriales del grupo antisecuestros fue sacado a balazos. Pistoleros a bordo de varios taxis robados se encargaron de recordarles que ese territorio es un nido de zetas.

En una casa de la inmensa mancha habitacional de Nuevo Amanecer ha decidido reunirse por primera vez un grupo de padres de familia que desde hace meses están unidos por la desaparición de sus hijas. Todos admiten haber tenido desconfianza en acudir a la cita para hablar con La Jornada. Aceptan que algunas de sus hijas andaban en malas compañías, pero reconocen que no han presentado denuncia por la desconfianza que les inspiran las autoridades. "Los polizetas se burlan de nosotros cuando vamos a preguntar por ellas", denuncia una de las madres, refiriéndose a los agentes de seguridad pública de Apodaca.

Teodora Reyes Meza, de 53 años, reparte de entrada una oración con la foto de su hija. Azalea Magdiel Alonso Reyes, al igual que otras jovencitas, fue privada de su libertad. Hoy estaría cumpliendo 19 años... pido su apoyo para que elevemos una oración pidiendo por ella y las demás jovencitas; aunque no sabemos las condiciones en que se encuentren, pidamos al padre celestial por un milagro, por una señal, por saber algo de ellas, dice el texto.

Decenas de mujeres han desaparecido desde que comenzó la guerra contra el narco. Los cárteles de la droga han diversificado su actividad criminal.

La Procuraduría de Justicia de Nuevo León no tiene estadísticas del delito de trata contra el género femenino, pero el estado está considerado centro neurálgico de distribución al resto de la República de mujeres para la explotación sexual, negocio que involucra a delincuentes, políticos, funcionarios, policías y empresarios.

Sólo en Apodaca, en menos de dos años hemos contado más de 105 jovencitas secuestradas, afirma Martha Alicia Quintanilla Ibarra, madre de Lizette Alicia Mireles, de 22 años, desaparecida el 2 de diciembre del año pasado al salir de su trabajo en un casino.

Sin rastro

Azalea es delgada, morena y con los ojos rasgados. Muy bonita. Su foto de 15 años está en la sala. Teodora da la bienvenida a los demás. Perdió la vista y sus enfermedades se acrecentaron desde que su hija desapareció, el 15 de febrero del año pasado. "Unos hombres vinieron por ella. Primero le hablaron por teléfono, luego uno se bajó del carro y tocó la puerta bien fuerte, gritando. Ella nomás dijo: ‘Mami, al rato vengo’".

Por ninguna de las jovencitas desaparecidas pidieron rescate. Algunas hablaron con sus padres después de ser secuestradas para pedir que no las buscaran ni interpusieran denuncia. Diez de ellas eran amigas o conocidas, y fueron secuestradas en una semana.

Al día siguiente del secuestro de Azalea, desapareció Cecilia Abigaíl Chávez Torres, de 18 años, embarazada de siete meses. "Una amiga, que yo creo ya tenían secuestrada, fue el gancho. Llamó a varias y las invitó a una fiesta. Y ya no volvieron. Mi hija me habló por teléfono como a los cuatro días de desaparecer y me dijo: ‘Mamá, no te preocupes, yo estoy bien’, y cortó. Jamás me volvió a llamar", relata Cecilia Torres Morales, de 45 años.

Cuenta que su hija trabajaba de edecán en Transformadores Delta y se enredó con Juan Francisco Zapata Gallegos, apodado Billy Sierra o El Pelón, jefe zeta de la plaza de Monterrey detenido en agosto del año pasado.

"Es el papá del niño. Nunca lo conocí. Ella me contó que El Pelón no le dijo que era sicario. Se lo confesó cuando tenía cuatro meses de embarazo. Y yo le dije: ‘usted se metió en ese problema y a ver cómo lo arregla, pero aquí no me lo trae’. Tengo más hijos. Imagínese si yo lo hubiera recibido en mi casa: ya no estaríamos vivos. Cuando lo detuvieron lo vi en el periódico. Él sabe dónde está mi hija. Y quiero que me lo diga él o la Siedo. Lo tienen preso en la ciudad de México."

Para Cecilia está claro que su hija es víctima de trata. La estadística del Departamento de Estado estadunidense afirma que anualmente en México más de 20 mil personas son secuestradas en relación con ese delito.

Las pueden traer en prostitución, entregando droga. Estas jovencitas son un negocio para ellos. Les van a dar mucho dinero. Está claro que tienen una red de muchachitas. Es la trata de blancas, apunta, y comenta que nunca denunció la desaparición de Cecilia Abigaíl por temor y por desconfianza a la policía. Son los mismos. ¿Para qué? Cuando Cecilia y Verónica desaparecieron también secuestraron a otras dos muchachas y lo supieron, pero no les interesa hacer nada.



* Ana Francisca Rayas muestra la imagen de su hija desaparecida en Apodaca / Foto Sanjuana Martínez

La historia de Verónica Casas Martínez está marcada por la pobreza y la exclusión. Es una de los 7 millones de ninis que existen en el país, madre soltera de cuatro hijos.

Ya no busque a Verónica, no va a regresar, está muerta, le dijo un sujeto por teléfono a María del Rosario Martínez Medina, madre de Verónica, desaparecida el mismo día que Cecilia Abigaíl. Nomás supe que se fueron juntas y ya no volvieron. Era canijilla y a veces no venía hasta otro día, pero llegaba. Y esa vez ya no llegó. Verónica no trabajaba. Voy a serle franca, a mí no me gusta echar mentiras: se salían con amigos y me contaba que les vendaban los ojos para ir a los lugares donde las llevaban. En realidad, se juntaban con gente mala, para qué es más que la verdad, dice junto a su marido. Ambos se quedaron al cuidado de los cuatro nietos. Yo siento que ella está viva, que está bien, agrega.

Las elegidas

De acuerdo con el investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León Arun Kumar, autor del estudio Una nueva forma de esclavitud humana: El tráfico de mujeres en México, la entidad ocupa el sexto lugar en la incidencia de ese delito.

El documento revela que mensualmente entran y salen del estado de 300 a 400 mujeres para explotación sexual.

Algunas madres de las desaparecidas han recibido mensajes de gente que las ha visto trabajando en prostíbulos o bares en Monterrey, Camargo, Reynosa y Guadalajara. Las pueden traer de damas de compañía, señala Isabel Rivera, madre de Guadalupe Jazmín Torres Rivera, mientras mira la foto de 15 años de su hija, desaparecida el 15 de febrero del año pasado, un día antes del secuestro de Verónica y Cecilia Abigaíl.

Madre soltera de una hija de tres años, Guadalupe era maestra de baile. Su madre cuenta que después de que la joven salió del trabajo en el DIF municipal "venía caminando por la calle, y Evelyn Johana, novia de Juan Carlos Martínez Hernández, alias El Camaleón, jefe zeta de Guadalupe, la señaló desde una camioneta. Se bajó un muchacho pelón, cholo, con una pistola. (Se la llevaron y) nomás dejaron tirado el maletín donde traía su ropa de baile".

La policía de Apodaca no aceptó la denuncia de Isabel Rivera, quien acudió al campo militar de la Séptima Zona, donde añadió el nombre de su hija a una lista de desaparecidos.

Luego fue al cuartel de la Marina, y finalmente la policía ministerial aceptó la denuncia y le hicieron pruebas de ADN.

"A mi hija se la llevaron el martes; a otras tres el lunes, dos más el miércoles... en una semana se llevaron a 10 del barrio. Luego siguieron levantando jovencitas. Son como 46 en el último año. Y nadie hace nada. No es justo que se las roben por dinero. Me siento muerta. Dios me dio tres hijos y quiero a los tres juntos conmigo. No me resigno", expresa mientras muestra una carpeta con ocho fotos de otras muchachas desaparecidas, cuyas madres se están empezando a unir para exigir justicia.

La mayoría se conocieron en la Séptima Zona Militar, donde fueron a denunciar las desapariciones. "Aquí no vamos a tapar nada. Yo creo que se las llevaron los mismos: Los Zetas. Todas conocían a Billy Sierra, que también levantó a otras muchachas en Monterrey, La Estanzuela, Guadalupe y Escobedo", afirma Cecilia Torres.

Las cosas fueron distintas en el caso de Blondie Ivonne Williams García, de 23 años, madre soltera, desaparecida el 17 de febrero del año pasado, un día después de Verónica y Cecilia Abigaíl.

La madre de la joven relata: "llegó una amiga y salió a la calle. Luego pasó un carro y le preguntaron: ‘¿quién es Blondie Ivonne?’ Ella no contestó. A mi hija ya la había mandado pedir alguien. Uno de los hombres del coche se bajó y le levantó la chaqueta, donde trae un tatuaje de un sol, y dijo: ‘sí es’. El otro le ordenó: ‘échala para arriba’. Cuando escuché eso salí y la estaban metiendo al carro. Alcancé a agarrar al fulano, pero el otro hombre me sacó la pistola y me paró luego luego. Llevaban a Flor, otra muchacha que luego supimos que también secuestraron. Iban en un Tsuru verde medio despintado".

Fue el mismo coche que se llevó a Ana Lariza García Rayas, de 23 años, horas después. Ella trabajaba de demostradora en una empresa de telemarketing. Una muchacha gritó su nombre. Y mi hija salió y la saludó de beso. A los 10 minutos se la llevaron. Era amiga de Blondie y Lupita, que también desaparecieron, pero a las otras no las conocía, sostiene su madre, Ana Francisca Rayas Guevara.

La Procuraduría General de la República investiga el paradero de 525 mujeres y niñas desaparecidas en los últimos años en México. Laura Benavides, habitante de Apodaca, decidió subir a Internet un anuncio de su hija desaparecida hace cuatro años en una discoteca, Yarezi Anahí Luévano Benavides, de 21 años. Llora todos los días por ella y por las otras: son muchas las jovencitas que raptan. Yo la sigo esperando. La amo. No me importa lo que haya hecho o le hayan obligado a hacer. La espero. La veo entrar por la puerta y la abrazo.



lunes, agosto 08, 2011

¿Por qué pedir la renuncia de Brenda Sánchez?

Ximena Peredo

Los personajes del sistema político mexicano están desesperados porque queda muy poco en las arcas qué robar. Endeudados los gobiernos hasta la inoperancia, parece que la política ya no está resultando el jugoso negocio de hace apenas diez años. Por eso, los políticos de hoy buscan hacerse de alguna representación que les beneficie en su carrera política. Representar alguna empresa, industria o religión garantiza la continuidad a su carrera que los pactos y negociaciones partidistas ya no pueden controlar. El poder económico se ha devorado al político. Si antes el gran empresario temblaba ante los abusos del presidente, ahora el presidente tiembla ante las órdenes de la cúpula empresarial de este país. La ingenuidad es pecado capital en el desastre político que nos está tocando padecer. El caso del estadio es un ejemplo de este sistema de tráfico de plazas a cambio de influencias.

Brenda Sánchez, delegada en Nuevo León de la Semarnat aprobó la extinción de 19 hectáreas del bosque La Pastora para la construcción del estadio de futbol del grupo Fomento Económico Mexicano, S. A (FEMSA) por lo que se convierte en cómplice de un crimen ambiental siendo, paradójicamente, la funcionaria que recibe un sueldo y recursos para defender nuestro medio ambiente y nuestros recursos naturales.

Pedimos su renuncia no porque creamos que ella tomó la decisión de aprobar la construcción de un estadio en el último bosque urbano de la zona metropolitana, sino por lo contrario. Decidió obedecer instrucciones y cerrar el debate. Ignoró las pruebas, los estudios técnicos, las opiniones de expertos y las dudas fundadas que entregamos dentro del término de la Consulta Pública, y desoyó la recomendación de su Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable, que aconsejó el rechazo al proyecto. Además, la Delegada nos negó el derecho de celebrar la reunión pública informativa que más de 140 ciudadanos solicitamos en tiempo y forma para debatir con la empresa FEMSA. Este es un recurso que prevé la Ley y que consiste en presentar públicamente preguntas a la empresa promotora de un proyecto tan controvertido. Brenda Sánchez sabe bien que el proyecto se cae a preguntas. Lo mismo sucede con su dictamen aprobatorio, por eso decidió cancelar la única oportunidad de transparentar el proceso y de dar certeza a su resolución.

Pero además, conviene recordar que la delegada no cuenta con credenciales que la acrediten en materia ambiental. Es decir, Felipe Calderón entregó un puesto estratégico a una operadora política, con lo que nos condenó a este desesperante escenario de indefensión ambiental.

El caso del estadio ha suscitado una indignación sin precedentes, pues es un caso que reúne las afrentas más recurrentes en este país: el despojo al patrimonio público, la devastación ecológica y la impunidad con que operan desde las dependencias públicas los gestores inmobiliarios y de negocios. Hace mucho que los indignados somos muchos más que los integrantes del Colectivo Ciudadano en Defensa de La Pastora. La lucha se ha convertido en un movimiento social inabarcable, con argumentos sólidos, en donde cada individuo se representa así mismo. Es una lástima que FEMSA siga ignorando el llamado de construir su estadio en otro lado. Nos llaman enemigos del progreso cuando es insostenible llamar progreso a la deforestación y al sacrificio de un bosque con 106 especies de fauna, 8 bajo protección especial, y 52 especies de flora que nos brindan a todos servicios ambientales vitales para nuestra calidad de vida.

Hoy, lunes 8 de agosto estaremos en las instalaciones de la Delegación Nuevo León de la Semarnat (palacio federal de Guadalupe) para rechazar la aprobación del estadio. Tenemos cita con la delegada y esperemos que no la cancele porque tenemos algo muy importante que solicitarle: su renuncia.

ximenaperedo@gmail.com

Hace 30 años: el día que murió la clase media...

Michael Moore

De cuando en cuando, alguien menor de 30 años me pregunta: ¿Cuándo empezó Estados Unidos a ir cuesta abajo? Dicen que durante mucho tiempo oyeron que los trabajadores podían criar una familia y enviar a los hijos a la universidad sólo con el ingreso de uno de los padres (y que en estados como California y Nueva York la universidad era casi gratuita). Que cualquier persona que quisiera un empleo con un sueldo decente podía tenerlo. Que las personas trabajaban cinco días a la semana, ocho horas diarias, tenían todo el fin de semana libre y vacaciones pagadas cada verano. Que muchos empleados eran sindicalizados, desde los empacadores de la tienda hasta el pintor de brocha gorda, lo cual significaba que, por humilde que fuera el trabajo, uno tenía garantizada una pensión, aumentos de sueldo ocasionales, seguro médico y alguien que lo defendiera a uno en caso de recibir un trato injusto. Los jóvenes han oído hablar de ese tiempo mítico, pero no es un mito: era real. Y cuando preguntan ¿cuándo terminó?, les contesto: El 5 de agosto de 1981.

En esa fecha, hace 30 años, las grandes empresas y la derecha decidieron dar el golpe: ver si podían destruir la clase media para volverse más ricos. Y lo han logrado.


El 5 de agosto de 1981, el entonces presidente Ronald Reagan despidió a todos los miembros del sindicato de controladores aéreos (PATCO), que desafiaron su orden de regresar al trabajo, y declaró ilegal al sindicato. Llevaban apenas dos días en huelga. Fue un acto audaz y descarado. Nunca nadie lo había intentado. Lo que lo hizo aún más audaz fue que PATCO había sido uno de los tres sindicatos que respaldaron a Reagan para presidente. Una ola de conmoción sacudió a los trabajadores en todo el país. Si Reagan hizo eso a quienes estaban con él, ¿qué nos hará a nosotros?

Reagan fue impulsado en su candidatura presidencial por la gente de Wall Street, que junto con los cristianos de derecha quería restructurar el país y revertir la tendencia iniciada por el presidente Franklin Delano Roosevelt, dirigida a mejorar la vida del trabajador promedio. Los ricos odiaban pagar mejores salarios y prestaciones, y más aún pagar impuestos; además, despreciaban a los sindicatos. Los cristianos de derecha detestaban todo lo que les sonaba a socialismo o a tender la mano a las minorías o a las mujeres.

Reagan prometió poner fin a todo eso. Así que, cuando los controladores se pusieron en huelga, vio llegado el momento. Al deshacerse de ellos y proscribir su sindicato, envió un mensaje claro y fuerte: los días en que todos llevaban una confortable vida de clase media habían terminado. De allí en adelante, Estados Unidos sería gobernado en esta forma:

* Los súper ricos ganarán más, mucho más, y el resto de ustedes luchará por las migajas que sobren.

* ¡Todos a trabajar! Mamá, papá, los adolescentes de la casa. ¡Papá, consigue un segundo empleo! ¡Niños, allí está la cadena para la puerta! Tal vez sus padres regresen a tiempo para llevarlos a acostar.

* 50 millones de personas quedarán sin seguro médico. Y las compañías aseguradoras pueden decidir a quién ayudar... o no.

* ¡Los sindicatos son malos! No deben pertenecer a un sindicato. No necesitan abogados. ¡Cierren la boca y pónganse a trabajar! No, no se vayan todavía, no hemos terminado. Que los niños se preparen la cena.

* ¿Quieren ir a la universidad? No hay problema: firmen aquí y estarán vendidos a un banco los próximos 20 años.

* ¿Qué es eso de aumento de sueldo? ¡Cierren la boca y pónganse a trabajar!

Y así por el estilo. Pero Reagan no hubiera podido lograr esto por sí solo. Tuvo un gran ayudante: la AFL-CIO.

La mayor central de trabajadores del país dijo a sus agremiados que rompieran la huelga de los controladores aéreos y fueran a trabajar. Y así lo hicieron: pilotos, asistentes de vuelo, choferes de camiones de suministros, manejadores de equipaje: todos esos sindicalizados ayudaron a romper la huelga. Y sindicalizados de todos los ramos rompieron también la huelga al volver a viajar en avión.

¡Reagan y Wall Street no podían creer lo que veían! Cientos de miles de trabajadores y sindicalistas apoyaban el despido de compañeros sindicalizados. Fue un regalo de Navidad adelantado para los grandes consorcios del país.

Fue el principio del fin. Reagan y los republicanos supieron que podrían salirse con la suya en lo que fuera... y así lo hicieron. Recortaron impuestos a los ricos. Dificultaron la formación de sindicatos en los centros de trabajo. Eliminaron las normas de seguridad en las instalaciones fabriles. Pasaron por encima de las leyes antimonopolios y permitieron que miles de compañías se fusionaran o fueran adquiridas por otras y después cerradas. Los consorcios congelaron salarios y amenazaron con mudarse a otros países si los trabajadores no aceptaban menor paga y menos prestaciones. Y cuando los trabajadores accedieron, de todos modos se mudaron al extranjero.

Y todo el tiempo la mayoría de los estadunidenses lo aceptaron. Hubo muy poca oposición o resistencia. Las masas no se levantaron a proteger sus empleos, sus hogares, sus escuelas (que alguna vez fueron las mejores del mundo). Aceptaron su destino y recibieron la golpiza. A menudo me he preguntado qué habría ocurrido si todos hubiéramos dejado de volar en 1981. Si los sindicatos le hubieran dicho a Reagan: Devuélveles su empleo a los controladores o paralizaremos la nación. Ustedes saben lo que habría pasado: la elite empresarial y su muchacho Reagan se habrían doblegado.

Pero no lo hicimos. Y así, poco a poco, en los 30 años siguientes, los que han estado en el poder han destruido a la clase media del país y, a su vez, han arruinado el futuro de nuestros jóvenes. Los salarios han permanecido estancados esos 30 años. Echen una ojeada a las estadísticas y verán que cada descenso que sufrimos ahora comenzó en 1981 (vean en una pequeña escena de mi película más reciente que ilustra esto).

Todo empezó este día, hace 30 años. Uno de los días más negros en la historia estadunidense. Y nosotros dejamos que ocurriera. Sí, ellos tenían el dinero, los medios masivos y los policías. Pero nosotros éramos 200 millones. ¿Alguna vez se han preguntado qué pasaría si 200 millones se pusieran furiosos de verdad y quisieran que les devolvieran su patria, su vida, sus empleos, sus fines de semana, el tiempo que pasaban con sus hijos?

¿Nos hemos dado todos por vencidos? ¿Qué estamos esperando? Olvidémonos del 20 por ciento que apoya al Tea Party: ¡nosotros somos el otro 80 por ciento! Esta ida cuesta abajo sólo terminará cuando lo exijamos. Y no con una petición en línea o un tuit. Tendremos que apagar la televisión, la computadora y los videojuegos y salir a las calles (como hicieron en Wisconsin). Algunos de ustedes tendrán que postularse a cargos de elección en sus localidades el año próximo. Necesitamos que los demócratas hagan acopio de valor y dejen de recibir dinero de los consorcios... o se hagan a un lado.

¿Cuándo tendremos suficiente? El sueño de la clase media no va a reaparecer por arte de magia. El plan de Wall Street es claro: Estados Unidos será una nación de ricos y desposeídos. ¿Están ustedes conformes con eso?

¿Por qué no utilizar este día para hacer una pausa y pensar en los pasos que cada uno puede dar para revertir esta tendencia en nuestro vecindario, en nuestro lugar de trabajo, en nuestra escuela? ¿Habrá un día mejor que hoy para empezar?

Su amigo, Michael Moore.

Traducción: Jorge Anaya

MMFlint@aol.com - http://MichaelMoore.com

La Cosa Nostra en México

Asael Sepúlveda M.

El ser humano se ha definido como una especie que no sólo se adapta a su medio, sino que es capaz de modificar este medio para satisfacer sus necesidades.

Esta cualidad humana se basa en el conocimiento del medio que se quiere modificar. Para conocer, es necesario, primero, saber que algo pasa. Segundo, saber cómo y por qué pasa, entendiendo sus leyes y tercero, por saber cómo intervenir en esas leyes para modificarlas.

Una de las crisis más graves que vive nuestra sociedad, es la de la inseguridad, en donde bandas criminales, organizadas o desorganizadas, hacen sentir su poder y el abuso de su poder, sobre una sociedad que poco ha podido hacer para remediar esta situación.

Si queremos modificar este entorno, necesitamos, como hemos dicho, primero, saber lo que pasa. Este saber nos lo proporcionan todos los días los diferentes medios masivos de comunicación, impresos y electrónicos. Por desgracia, la mayoría de los medios se quedan en la mera descripción de lo que pasa, pero no nos ayudan mucho en la tarea, más importante, de saber por qué pasa, de saber qué hay detrás de lo que pasa. Nos quedamos así viendo pasar una realidad, pero sin saber cuáles son los resortes ocultos de esa realidad.

Esta función, de desentrañar lo que pasa para saber por qué pasa, queda librada a los analistas, a los académicos, a los editorialistas, que deben darse a la tarea de reunir información que vaya más allá de lo concreto, más allá del escándalo cotidiano, para poder ver el bosque a través de los árboles.

En esta tarea, el periodista investigador juega un rol fundamental. Es en este abordaje de la realidad en donde se inserta la tarea de Juan Cedillo, que con una gran minuciosidad, ha buceado entre documentos, en memorias, en personalidades, para poder ofrecernos un mapa, un hilo conductor para entender, primero, qué pasa, segundo, por qué pasa y tercero, para ofrecernos la base desde la cual contestar a la pregunta de cómo podemos modificar lo que pasa.

Ajeno a la especulación, basado en el dato duro, específico, el trabajo de Juan Cedillo es un aporte sustancial para poder enfrentar la tarea de la hora presente, la de la crisis de seguridad y buscar soluciones concretas, válidas, que hasta ahora, no se han podido o no se han querido construir.

Un enfoque muy valioso del libro La Cosa Nostra en México, es que aborda un aspecto de la inseguridad que pocas veces se toca, es decir, el apoyo de los más altos niveles del poder político como ingrediente fundamental para que las actividades criminales se inicien, se asienten y encuentren socios y protección para sus actividades. Un ejemplo de este tipo de apoyo y protección, es el de Joe Schenke, Presidente de la 20th Century Fox y Director del Casino de Agua Caliente, quien fue encarcelado por evasión de impuestos en Estados Unidos, pero que fue liberado poco después gracias al indulto que le concedió el presidente norteamericano Harry S. Truman, el mismo que ordenó el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki hace 66 años.

Un personaje central en el libro de Cedillo es el de Virginia Hill, una hermosa pelirroja que con su belleza y el apoyo económico que le facilitaban sus jefes de la mafia, supo hacerse de amantes y cómplices en los más altos niveles del gobierno. Que la belleza de una mujer y la abundancia de dinero hayan hecho caer a poderosos políticos, tal vez no debiera sorprendernos. Ya en el Siglo XIII, Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, escribía en el Libro del Buen Amor:

Como dice Aristóteles, cosa es verdadera,
El ome, por dos cosas trabaja. La primera
Por aver mantenencia. La otra cosa era
Por aver juntamiento con fenbra plazentera.

Virginia Hill, la pelirroja de nuestra historia, estuvo casada con Bugsy Siegel, el principal arquitecto del proyecto de lo que hoy es Las Vegas, la capital del juego, y tras enviudar, fue comisionada para abrirle camino a la mafia en México. Para ello, se convirtió en amante de militares y políticos mexicanos.

Tuvo amasiato incluso con un militar de nombre Luis Amezcua, quien llegaría a ser asistente nada menos que del presidente Miguel Alemán Valdés. A lo largo del libro, podremos seguirle los pasos a Virginia Hill, desde sus primeras andanzas, a los 17 años de edad, hasta una caminata que hizo en 1966 por el poblado austriaco de Kopf, cerca de Salzburg.

Cedillo señala en su libro que desde que los chinos fueron expulsados de Sonora y Sinaloa, el cultivo de la adormidera pasó a control de gobernadores, alcaldes, poderosos empresarios, ganaderos y agricultores, así como jefes policiacos que brindaban protección a las bandas locales.

Nos ofrece también un dato quizá poco conocido, el de que al final del gobierno de Lázaro Cárdenas se tomó la revolucionaria medida de legalizar el consumo de drogas, creando a la vez un monopolio gubernamental mediante el cual los servicios de salud serían los responsables de proporcionar la droga al costo a los adictos, para evitar que cayeran en manos de los traficantes. El autor de la medida fue el prestigiado médico mexicano Leopoldo Salazar Viniegra, quien alcanzó a instalar, al amparo de la nueva ley, un dispensario en donde se proporcionaban drogas al costo, bajo estricta receta médica y que ocasionó que una narcotienda cercana, propiedad de Lola la Chata, dejara de ganar unos 2 mil 600 pesos diarios. De aquellos pesos…

Sin embargo, las presiones de nuestros buenos amigos del norte de la frontera ocasionaron que se derogara la ley mexicana y que se regresar al modelo policiaco, que prevalece hasta nuestros días.

El libro nos ofrece un desfile de personajes que van desde los líderes mafiosos, como Lucky Luciano, Frank Costello (el hombre cuya enronquecida voz serviría de modelo para la que usó Marlon Brando en El Padrino), Meyer Lansky y Bugsy Siegel, hasta empresarios acaudalados, sin faltar la presencia de líderes políticos, como Carlos I. Serrano, quien fuera presidente del Senado durante el gobierno de Miguel Alemán Valdés.

Este Serrano alcanzó al grado de coronel por su amistad con el presidente, ya que nunca hizo carrera militar. Fue el fundador de la tristemente célebre Dirección Federal de Seguridad, dedicada al espionaje político y en donde por cierto puso como segundo al mando a un personaje que los norteamericanos habían identificado como agente encubierto para transportar droga.

Cedillo documenta la detención de un automóvil cargado de drogas, detención que fue efectuada por agentes norteamericanos. Un comunicado oficial informa que el dueño del automóvil estaba solicitando formalmente su devolución, con el grotesco detalle de que el dueño, era nada menos que Carlos I. Serrano, presidente de la Cámara de Senadores de México.

En la búsqueda de antecedentes del problema de las drogas, Cedillo nos lleva por los escenarios de la prohibición del alcohol, gracias a la cual floreció el contrabando de licores a ambos lados de la frontera. La mafia de Chicago compraba el licor a dólar en México, para venderlo a 4 dólares en Estados Unidos. El número de cantinas en Tijuana se multiplicó por 3 en apenas 4 años y de 20 mil habitantes, unos 2 mil se dedicaban a la prostitución.

En la década de los treintas se empiezan a amarrar con toda claridad los hilos del poder con los hilos del crimen. El hoy famoso Hipódromo de Agua Caliente, fue creado por un grupo de empresarios de bares de Los Ángeles, en terrenos que eran propiedad, ¡oh sorpresa!, del gobernador de Baja California, Abelardo L. Rodríguez, quien de ahí a poco sería presidente de México. La gestión de los permisos necesarios para el hipódromo corrió a cargo de este singular propietario del terreno.

El exitoso negocio de las apuestas tuvo en descalabro cuando don Lázaro Cárdenas prohibió los casinos. El de Agua Caliente en particular fue expropiado y entregado a la Secretaría de Educación Pública. Así permaneció hasta que el brillante empresario Miguel Alemán, ya presidente, autorizó que se abrieran de nuevo los casinos, influenciado, desde luego, por Virginia Hill y sus amigos.

En el desfile de personajes de la delincuencia italo-norteamericana, no faltan los folklóricos personajes de la delincuencia mexicana, como el de Rodolfo Valdés, alias El Gitano. De este personaje se sabe que tenía un tipo de presencia muy atractiva para las damas y que durante una fiesta, mientras bailaba con la Reina de Belleza de Sinaloa, se acercó al gobernador Roberto T. Loaiza y lo mató a balazos. Años después, otro gobernador sinaloense, Leopoldo Sánchez Celis, lo indultó y lo integró a su escolta personal. Años después, confesaría haber ganado muchísimo dinero con el tráfico de drogas.

Leyendo el libro de Cedillo, podremos asistir a la cumbre de la mafia, celebrada en La Habana, bajo la protección del dictador Fulgencio Batista. Los asistentes, al final del día de reuniones encabezadas por el mafioso Lucky Luciano, se divertían con el espectáculo de Frank Sinatra. De la cumbre mafiosa de La Habana saldría la decisión de desarrollar casinos en Acapulco.

El proyecto encontraría terreno fértil durante la presidencia de Miguel Alemán, gran entusiasta de la industrialización, al grado de que financiaba sus propias empresas con recursos públicos.

Así, en una minuciosa labor de investigación por archivos periodísticos, por documentos del Archivo General de la Nación, de la SEDENA y de las agencias gubernamentales estadounidenses, Juan Cedillo nos muestra los entretelones de cómo se construyó un poder criminal con el apoyo del Estado y que hoy reta al propio Estado y a la sociedad misma.

Trabajos como éste son necesarios para entender nuestra realidad, pues es bien sabido que sólo una sociedad bien informada puede apropiarse de su destino.

* Texto leído por al autor durante la presentación del libro, ayer domingo, en la Casa Universitaria del Libro (UANL).








miércoles, agosto 03, 2011

lunes, agosto 01, 2011

Mil Grullas por la Paz en México

Red Global por la Paz en México

Una invitación a todos los mexicanos o amigos de México para participar en el proyecto “Mil Grullas por la Paz en México”.


Todos los que pertenecemos a esta Red apoyamos el movimiento, liderado por el poeta Javiel Sicilia, porque nos duele en el alma la impunidad que reina en nuestro país y porque nos preocupa grandemente nuestra democracia. Creemos que, de no unirnos, los intereses particulares pueden dar traste con ella.

El México que anhelamos es:

Un México incluyente, donde la justicia y las oportunidades estén al alcance de tod@s.

Un México solidario, donde cada mexicano se sienta util y se sepa acompañado.

Un México en paz, donde no reine la ley del más fuerte, y donde la gente pueda vivir en armonia.

Un México creativo, donde se privilegien los valores humanos y culturales.

Sabemos que los problemas con el crimen organizado y la corrupción no van a resolverse en un día por eso hemos decidido como acción simbólica, hacer mil grullas de papel (“Sembatsuru”) e ir a depositarlas frente a “La Estatua de Sadako” en el parque de la Paz de Hiroshima, un referente mundial de los movimientos pacifistas. En la base esta escrito “Este es nuestro Grito, esta es nuestra Plegaria: Paz en el Mundo”.

La historia que explica la relación entre la paz y las mil grullas de papel viene explicada en español en este link: http://shinanonoshiro.blog.com/2010/08/07/sasaki-sadako-y-senbatsuru-las-mil-grullas-de-papel/


Las grullas se están haciendo con papel de 15×15 cm, de preferencia con papel origami. Las instrucciones las encontrá aquí: http://www.youtube.com/watch?v=FSijU52XJ7w



Los que estamos en Tokio hemos fijado el 27 de Agosto para juntarnos y contar las grullas reunidas. Lo ideal seria que para el 25 de agosto hubieran llegado por correo a Tokio las grullas provenientes del extranjero.

La dirección:

H. María Matilde Núñez

CENTRO LOYOLA

6-5-1 Kojimachi, Chiyoda Ku

Tokyo 102-0083

JAPAN

Para cualquier duda: tokiomxporlapaz@gmail.com